(A la memoria de mis amigas Teresa L. M. y Nieves M., que un día
lo caligrafiaron con mucho arte y cariño)
(A la memoria de mis amigas Teresa L. M. y Nieves M., que un día
lo caligrafiaron con mucho arte y cariño)
El 5 de agosto de 2021, Antonio del Camino escibe en su muro de Facebook:
5 de agosto. Buenos días. Desde hace varios años, primero en su blog, "El sol de medianoche", y más tarde también en Facebook, Alfredo J. Ramos, excelente poeta, gran amigo y mejor persona, ha venido mostrando buena parte de su producción lírica, entre la que el soneto alcanza señalada importancia. Durante mucho tiempo le insistí en que intentara gestionar esos sonetos con vistas a una publicación donde, agrupados, alcanzaran la verdadera dimensión que en su conjunto tienen. Pero, poco dado a la fastidiosa tarea que supone la búsqueda de editor, solía responderme que la publicación en la Red ya le era suficiente, de modo que, llegado un momento, reafirmándome en el interés de tener esos sonetos debidamente agrupados en un libro, le propuse hacer una “edición de amigo” de sólo dos ejemplares (uno para él y otro para este editor ocasional), a lo cual accedió.
El pasado 25 de julio, según consta en el colofón, ese libro artesano quedó rematado, no con una tirada de dos ejemplares sino de tres, al destinarse un ejemplar también a Javier Serrano, autor del magnífico dibujo de la portada. Con el título de "Pulsos de luz", y dividido en nueve secciones, el libro recoge ciento veinte sonetos de variada factura, en los que queda patente la inspiración y buen hacer de nuestro autor. Ahora sólo falta que algún editor avispado se interese por esta obra y le dé la difusión y el aire que por su calidad merece. Como muestra, con permiso del autor, dejo aquí "Un golpe de conciencia", el soneto que abre "Liminares", primera sección del libro.
Palabras generosas y cercanas del editor. Me pillan leyendo el peculiar ¿Por qué no he escrito ninguno de mis libros, de Marcel Bénabou. Muy recomendable. Gracias, amigos. Seguimos en el tajo.
(En voz alta). La muerte del gran ensayista, culto polígrafo y singular editor Roberto Calasso ha tenido –está teniendo– un gran eco. Esta nota necrológica de Juan Arnau me parece una pieza muy notable. No solo homenajea al erudito y gran divulgador sino que incita a una lectura apasionada del autor de El ardor, un hombre en el centro de las cuestiones candentes.Roberto Calasso, en Barcelona en 2019. Foto Susanna Sáez/El País.