(En voz alta). Desde que me lo descubriera mi cuate Juan Herrera, trato de estar atento a las actuaciones de Antonio Lizana, un gran artista de la fusión del flamenco y el jazz, e intérprete valiente y entregado. Acaba de sacar un nuevo disco que contiene verdaderas joyitas. Si no lo hacen ya, síganle la pista.
lunes, 21 de junio de 2021
Cantata (metáforas de la creación)
domingo, 20 de junio de 2021
Rulfo visto por su hijo
Quiero recomendar vivamente la serie Cien años con Juan Rulfo (Amazon Prime). Dirigida por su hijo Juan Carlos Rulfo y estrenada en 2018, con ocasión del centenario del autor, pude verla y disfrutarla recientemente, acompañada de una nueva lectura de la breve pero infinita obra narrativa del creador mexicano, uno de los indiscutibles maestros contemporáneos de nuestra lengua. La serie, algo inflada —tal vez innecesariamente— en su duración, es un recorrido muy emotivo, sensible y lúcido por el mundo del autor de Pedro Páramo. Y tiene el gran aliciente de contar, además de con numerosos documentos de época (por ejemplo, fragmentos de la ‘heroica’ entrevista que pudo arrancarle Soler Serrano en su A fondo), con la voz del propio Rulfo leyendo fragmentos de su obra. Una experiencia, por cierto, que vale por todo un acercamiento esencial al verdadero fondo de su literatura: la manera en que Rulfo dice sus textos acaba siendo la lectura por antonomasia, la verdadera voz (en todos los sentidos) que los sostiene. Otro aspecto destacable es la atención que se presta a la faceta de Juan Rulfo como fotógrafo, un papel que, sin estar olvidado, a menudo ha sido poco tenido en cuenta. Y es de una importancia enorme. No se la pierdan. Para mí ha sido un verdadero viaje alucinante durante días. Aún sigo en él. «Vine a Comala..., un montón de piedras».
sábado, 19 de junio de 2021
El mundo escrito de Angel Mosterín
(En voz alta). Entrar a formar parte, aunque sea como personaje secundario y como de pasada, del universo que Ángel Mosterín pone en pie en sus escritos, con tan rigurosa como lúcida y poliamorosa eficacia, es algo así como haber logrado un taburete en El Paraíso, famosa casa donde se dan cita deslumbrantes bellezas, lumbreras varias y gente de la más amable e inteligente condición, sin excluir algún bandarra que finalmente también se hace querer. En fin, un lujo.
Como ya dije, es como si aún fuera posible y real asistir a la tertulia del inolvidable Savoy de José Luis Alvite y que, además, allí pudieras llegar a pegar la hebra con gentes como Julio Camba, Juan Perucho, Juan Cueto o el mismísimo Cunqueiro al que el polígrafo asturiano le llevaba los quesos cuando cruzaba el Eo hacia occidente. Y junto a ellos, tantos amigos nuevos y buenos, e incluso la posibilidad de hacer travesías como esa en la que hace poco tuve el placer de encontrar el alma afín de Miguel Cobo Rosa, entre otras grandes estrellas de este firmamento algo irreal, amén de artistas del buen gusto y la palabra franca.
En fin, una verdadera suerte. Que comparto.
viernes, 18 de junio de 2021
Luis Ciges, cien años
(En voz alta). Aunque comparece a menudo al hilo de los fastos berlanguianos, uno de los directores que más “aprovechó” sus muy peculiares cualidades de actor, quizás no todo el mundo ha caído en la cuenta de que este año 1921 es también el del centenario del nacimiento (en Madrid, el 10 de mayo) del gran Luis Ciges, sin el cual el cine español sería un poco más mustio y estaría menos tocado por la gracia del talento y la naturalidad, cualidades ambas que don Luis poseía en su justa medida y máxima graduación. Que no se olvide.