viernes, 12 de julio de 2019

Muerte digna


Eutanasia mano hospital manos vejez(

(Lecturas en voz alta). El reconocimiento efectivo del derecho a una muerte digna es una de las tareas legislativas pendientes de mayor urgencia, entre otros motivos porque sigue siendo, en estos mismos momentos, causa de no pocos sufrimientos atroces, de desesperaciones inútiles y de numerosos malentendidos. De ahí la importancia de ese millón de firmas que hoy se han presentado en un Parlamento ocioso, demorado en infinitas irracionalidades y burocracias, y penosamente ajeno al pulso del país. Ojalá esta iniciativa, como aquella llamada a las puertas del cielo que cantara Dylan, sirviera para hacer entrar en razón a una clase política, desde la izquierda hasta la derecha y en sentido inverso, cuyos miembros parecen haber olvidado su primordial condición de servidores públicos y que cada reciben un nada despreciable salario (un jornal) para cumplir esa tarea.

La Asombrada

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Miniatura del Codex Manesse, Heidelberg.
Cod. Pal. germ. 848, fol. 164v: Leuthold von Seven. Entre 1305 y 1315.
Nublada y transparente, halcón y alondra... 
Desde lejos podría confundirse con cualquier cosa.
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jueves, 11 de julio de 2019

Man in the Moon

Una de aquellas imágenes que nos deslumbraron...
(Lecturas en voz alta). Está a punto de cumplirse el medio siglo (el próximo día 20) de la llegada del ser humano a la Luna, un suceso central de nuestra historia reciente. Objeto de bromas y de todo tipo de conspiranoias, en buena medida gracias al falso documental que perpetró Kubrick, es indudable que fue también una aventura interrupta, pues cualquiera diría que en estas cinco décadas cabía esperar no sólo haber vuelto allá, sino incluso cierta regularidad en el viaje al satélite. 

Asombra, con todo, caer en la cuenta de los muy limitados medios con que se culminó el proyecto, por ejemplo en lo relativo a sistemas informáticos, mucho menos capaces en cuanto a bits de memoria y potencia que cualquier juguetito actual provisto de chips. 

Este reportaje de la versión española de The New York Times incluye una amplia selección de fotos, algunas inéditas o muy poco conocidas, que documentan aspectos singulares de la aventura. Viéndolas, podemos decir que, como nos veníamos temiendo, cincuenta años no es nada. Nada.

Rosalía, a la conquista de ¿qué?



(Lecturas en voz alta). Hace más o menos algo más de un mes había reservado dos entradas para asistir al concierto de Rosalía en el MadCool, y estaba a punto de pulsar el Ok cuando el cruce de dos impresiones —Julio, cuatro de la tarde—, unido al nada barato precio de los tickets, actuó como sinestesia disuasoria y cancelé la petición. A juzgar por esta reseña de mi admirado Neira, parece que hice bien. Aunque nunca se pueden juzgar estas cosas por la experiencia ajena. En todo caso, como le decía hace poco a un querido amigo que desde NY me enviaba esa consagración urbi et orbe de Rosalía por parte del New York Times que menciona el cronista, no es la deriva hacia la conquista global del mercado latino lo que más feliz me hace de esta, por otro lado, artista prodigiosa, aunque en todo lo que hace encuentro siempre algún punto de fascinación. Pero después de lo de El mal querer, que incluso ha servido para resucitar viejas lecturas entre alumnos universitarios, tengo la impresión de que el fenómeno se le está yendo un poco de las manos o está en peligro de... El regetón, que viene a ser algo así como la banda sonora del planeta, aunque a menudo me parece vivo, divertido y canalla, decididamente no es lo mío. De Rosalía, conservo como oro en paño el deslumbramiento de su primer disco (Los ángeles), el concierto transmitido en directo por Radio 3 que pudimos disfrutar atravesando La Mancha durante un viaje Mar Menor-Madrid y, de forma muy especial, su breve, íntima, deslumbrante participación en «La Mar de Músicas», de Cartagena, hace casi dos veranos. La admiración sigue en pie, aunque un poco inclinada ya también hacia la nostalgia. De momento, mientras espero con ilusión la cita con Chick Corea —San Javier, día de Santiago—, voy a ver si consigo entradas para King Crimson que, sin haberse muerto, parece que han resucitado y se dice que vendrán al Foro (Pd. Esta vez KC actuarán sólo en Barcelona. Lástima).

El Desvalido

No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Leonora Carrington: El ancestro, 1905.
Se quedó sin su puesto y sin su voz. 
Ya no admite rebaños. 
¡Míralo, miralo, miraló!
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miércoles, 10 de julio de 2019

Alfredo Conde

O escritor Alfredo Conde, nunha imaxe de arquivo (XESÚS FARIÑAS).
Afredo Conde, fotografiado por Xesús Fariñas
(Lecturas en voz alta). Desde su reveladora Memoria de Noa (1982) y, sobre todo, desde El Grifón (Xa vai o griffón no vento, 1984), que le puso en órbita en el panorama literario nacional, la escritura de mi tocayo Alfredo Conde ocupa un lugar imprescindible. Ahora publica nueva novela y habla en este artículo con la libertad y la sabiduría de los años, y con su habitual y sagaz retranca, de esta «broma infinita» que es vivir. Merece la pena hacer el pequeño esfuerzo de leerlo en gallego, que —como ocurre con todas las lenguas— hay matices, sugerencias y “alcances” no fácilmente trasladables.

Seguir cantando

'El Aleph', de Borges, en la serie 'Semiópolis' de Joan Fontcuberta.
Joan Fontcuberta: «El Aleph», de la serie
Semiópolis. 
(Lecturas en voz alta). Ayer Azúa tildaba de “cursi” el sentimiento de irrealidad (“inconcebible” decía) que sobre la continuidad del mundo arroja la pérdida de un ser querido. Con gran delicadeza, sin mención expresa de ese dolor, pero sin que en el fondo hable de otra cosa, este artículo fraternal de Javier Rodríguez Marcos es una respuesta a eso. Que Borges vuelva a andar de por medio es sólo un síntoma.