jueves, 4 de julio de 2019

Arturo Fernández, de una pieza


Arturo Fernández.jpg
De Arturo Fernández, que acaba de abandonar los escenarios camino de la gloria y el olvido, he admirado siempre, por encima de todo y a menudo superando un gesto instintivo de desconcierto, su enorme sentido del humor, que hacía por completo amables sus formas de galán anticuado y prosopopéyico y su a menudo indisimulada mala leche. Me dí cuenta de lo gran actor que era, si no recuerdo mal, en Truhanes, una peli ya de plena madurez, aunque después descubrí otros muchos magníficos papeles anteriores. A menudo me pareció que la aparente facilidad y eficacia de sus actuaciones tenían una explicación sencilla: siempre hacía de sí mismo. Pero eso en realidad no puede ser más que fruto de una capacidad interpretativa trabajada hasta el último detalle. Ha muerto al pie del cañón, como quien dice. Y como, desde Molière para acá, sólo mueren los grandes actores. Y él lo era. Descanse en paz.

La Confusa

La imagen puede contener: personas de pie y exterior
Gustave Moreau: Salomé en la cárcel, h. 1873-76.
Museo Nacional de Arte Occidental (Kokuritsu seiyō bijutsukan),
Parque Ueno, Tokio (Japón).
Déjala que se marche, que tiene prisa. No esperes a ver qué esconde bajo el cruel laberinto de su camisa.

miércoles, 3 de julio de 2019

El Emisario

La imagen puede contener: exterior
Jean Dubuffet: Personnage dans un paysage, 1957.
Tiene en sus manos —y no es mal fario— todas las cartas el Emisario. Toda la vida, con ilusión, busca que busca. ¿Qué busca? ¡Un buzón!
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martes, 2 de julio de 2019

La Papisa

La imagen puede contener: una persona, noche
Velázquez: Retrato de Olimpia Maidalchini Pamphilj o La papisa, 1650. Col. Particular.
Píntale rojo el ojo, cruza su frente y no la pierdas de vista. Aunque tú no lo sepas, ella te mira.

lunes, 1 de julio de 2019

Vida en el aire

La imagen puede contener: nubes, cielo y exterior
La calle y la paloma. Foto: AJR, 2919.
Móvil fugaz: la vida. La mirada
que descubre el lugar más apacible,
un minuto después ve la terrible
necedad de su asombro, sin coartada.
Un péndulo nos mueve en su infalible
noria de sol y niebla, mientras cada
frontera de la dicha está marcada
por un río de hielo indestructible.
El corazón del péndulo, que late
con vibración dispar y esparce olvido
al ritmo apresurado de las horas,
revela la verdad de este combate
repetido de noches y de auroras:
la leve brevedad de lo vivido.

El Danzante

La imagen puede contener: calzado
Danzante maya.
En esta carta del Tarot se esconde la fuerza inmensa del antiguo cofre. Nadie sabe dónde.
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domingo, 30 de junio de 2019

El día del palíndromo


La imagen puede contener: una o varias personas
Los palíndromos están por todas partes. Foto: AJR.
Al borde de Julio, en el eje del año, se celebra el Día Internacional del Palíndromo (2 de julio), ese juego tan significativo y banal que quizás tenga en su esencia una cifra aún no suficientemente explicitada del universo. De momento, está siendo decisivo para entender el lenguaje de nuestro ADN. Y ofrece algunas de las más consistentes metáforas para calibrar ciertos comportamientos íntimos, supersimétricos, de las partículas elementales y el latido más profundo del corazón de la materia. En términos palindrómicos, ahora inicia el año su camino de retorno, vuelve sobre sus pasos (curiosamente, o no, hace un par de fechas nos decían que por fin habían concluido los días anuales de trabajar para la Hacienda pública y empezábamos a hacerlo para nosotros mismos). A la palindromía debo muchas horas de felicidad, de ocio transitivo y válido por sí solo, de puro placer. Así que les invito a visitar la sede del Club Palindromista Internacional (del que es un honor ser miembro) y a permanecer atentos a los numerosos bumeranes que en las próximas horas cruzarán el espacio-tiempo de forma visible. ¡Ajá!