miércoles, 4 de diciembre de 2013

Mr Eliot


Y ahí está, mirándonos, tal vez sin vernos, pero dándose cuenta de que estamos ahí, aquí, en el hipotético lugar donde confluyen tiempos y energías, sueños y sombras, el rastro otro de la luz. Es curioso ─seguro que también a vosotros os pasa algo parecido─ pero esa mirada nos recuerda a alguien: otras veces nos han mirado así y hemos sentido el mismo cálido asombro de sabernos reconocidos. Claro que aquella (la que yo recuerdo, tal vez también la vuestra) era una mirada amiga, se escapaba un hilo de ternura debajo de sus párpados y había en ella una cercanía de la que no era posible dudar. Aquí se impone, acaso como velo o máscara que no puede evitarse, el saber que miramos a alguien que vio las cosas con una luz que no está al alcance de todos. Quizás está viendo algo a nuestra espalda, lo ve llegar de lejos, no se sabe si es una amenaza o simplemente una consecuencia de nuestros actos. No estamos al margen de nada, ni las orillas de la vida y la muerte tienen los perfiles tan claros como para que el pensamiento y el instinto despierto de los sentidos no sean capaces de moverse con soltura entre una y otra. Es fácil sentir, mirando a Mr Eliot, en esta imagen tan noble y elegante, incluso con tanta inteligencia en la postura, que alguna forma de inmortalidad está al alcance de nuestra condición humana (oigo en la radio, en noticia que tildan de "urgente", que se ha logrado extraer en Atapuerca el adn humano más antiguo del mundo: 400.000 años...). Y que podemos recrearnos, sin temor, con gozo, en la sabiduría trémula que destilan esos ojos finalmente tan vivos.

Retrato de T. S. Eliot © Getty Images. Tomado de aquí.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Altaïr vuela sobre la Red


Mi amigo Pep Bernadas, con el que he compartido algún desayuno memorable, me comunica la próxima apertura del nuevo portal de Altaïr, www.altair.esun nombre fundamental en el terreno de las publicaciones viajeras y del que Pep ha venido siendo el principal impulsor y editor, tarea que ahora comparte con Albert Padrol. 

Bajo su ya clásico lema, «Para ir más lejos», la revista, caracterizada por el rigor, interés y actualidad de sus espléndidos números monográficos («cuadernos de viaje» es un nombre apropiado), salta ahora de forma ambiciosa a Internet y a las redes sociales para seguir ofreciendo los contenidos de calidad habituales, pero explotando las posibilidades tecnológicas vigentes.

He aquí los párrafos más significativos de la carta de presentación del nuevo portal, cuya puesta a punto definitiva está prevista para la próxima primavera:
En la nueva revista digital que estamos construyendo, manteniendo el rigor de siempre, utilizaremos la imagen con pasión, riesgo y osadía e incorporaremos reportajes audiovisuales. Trabajaremos las historias viajeras con una apuesta decidida por tejer, en muchos países del mundo, una nueva red de colaboradores autóctonos que nos transmitan puntos de vista particulares sobre sus realidades.
El nuevo Altaïr estará abierto a todos desde la red y nace con el objetivo de vertebrar esa trama de reciprocidades y avanzar en la construcción de una comunidad Altaïr que complete el alcance de nuestro proyecto.
La Librería Altaïr cobra también una nueva dimensión en esta nueva etapa. Incrementaremos nuestra programación cultural que realiza el Fórum Altaïr y la abriremos a la participación global y online. Videoconferencias y debates con escritores, periodistas de otros países, talleres de formación y una nueva programación cultural para un lugar de encuentro entre viajeros.
Posdata de 12/12/13: Más datos y precisiones, tanto sobre la nueva Altaïr como sobre el sentido del viaje en nuestros días, pueden leerse en esta interesante entrevista.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Daimon



Bajo la luz sucesiva 
de los cuerpos siderales 
brillan bellos animales 
de una especie pensativa.
Mis ojos tienen cautiva 
en su pozo de tristeza 
la imagen de la belleza 
que ha de durar mientras viva.
Yo soy el arrebatado 
por el vuelo a ras de cielo 
del demonio que en mí canta.
Del bosque petrificado 
de esa canción brota el hielo 
que refresca mi garganta.

Imagen: «A ras de cielo». Escultura en una calle de Belfast.
Foto © AJR, 2009


Rescatado de los arcones de la Posada
(Primera publicación: 18 octubre 2009)

viernes, 29 de noviembre de 2013

Eco de Doce



Tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan, tan.
En el sueño escribía al compás de una campana 
que escuché en mi infancia. Eran tiempos en los que todo estaba tan vivo que nada turbaba la sorpresa continua del instante.
Aunque sabemos que nunca existió una hora así.
Pero vivimos de ese eco. De su infinita resonancia.
Y de unas pocas palabras que alguien dijo
«cuando el mundo se convirtió en el mundo».



Para Jordi Doce, de un lector agradecido.


[AJR, 3:9; Palíndromos ilustrados, XXXI]

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Palabras para La luz se calla

El poeta Pedro Tenorio durante una lectura. Foto tomada de aquí.

La presentación, en la Biblioteca "José Hierro" de Talavera, de La luz se calla, el nuevo libro de poemas de Pedro Tenorio, fue un acto emotivo y alegre. Dory Manzano, la directora del centro, creó con sus palabras de acogida un clima propicio que el editor de la obra, Santiago López Navia, alma máter de Ediciones de la Discreta, aprovechó para presentar brevemente los objetivos de su proyecto editorial (ya con un extenso catálogo), antes de subrayar la importancia poética del libro de Pedro, publicado en la «Colección Bastardilla»: «Es uno de los más importantes y estremecedores poemarios aparecidos en los últimos años», vino a decir.  En mi intervención leí un texto, del que abajo ofrezco un amplio resumen. Después, el poeta leyó una selección de poemas del libro y, como colofón, Luis Martín Gil, del grupo de rock talabricense Lobos Negros, interpretó una canción basada en textos de la obra. Con el aforo del salón ampliamente sobrepasado, el acto fue una muy agradable reunión en torno a las palabras de un libro que logra transformar en un canto de gran belleza y lucidez una experiencia dolorosa.

He aquí su primer poema.

PLANTO
  
Por sus aguas corrientes los cristales más turbios
te han conducido, amor, hasta el Atlántico.
Ni emergiéndote pude rescatarte,
ni pude detener tanto caudal
a brazadas exhaustas,
ni abrazado a tu muerte, pelo a pelo,
pude alcanzar a las estrellas blancas.

Si saltando hacia ti tras las luciérnagas
acuáticas, rotundas,
fuera a vivir contigo
la hermosa latitud que ocupas descompuesto,
la encarnada bondad con que lo invades todo,
si sintiera tu pálpito y no el mío,
me habría ido a tu lado
a acariciarte siempre.

Pero es un gesto inútil:
viviendo te recuerdo y te revivo,
y te maldigo ausente y me resigno,
porque es un gesto injusto
el tajo de tu vida.

Por sus aguas corrientes los cristales más turbios
te han conducido, hijo, hasta la muerte.
Ola a ola. Y tajamareando
puente a puente
los paisajes del río y sus riberas,
no podrás ser, amor, sino mi muerto,
sino mi ocaso y noche,
sino mi ausencia
y boca a boca desbocada de la luz.

Porque es verdad que alumbras
fundido en las estrellas,
en las corrientes aguas puras…

© Pedro Tenorio




 Extracto de la presentación

«Un poema no existe si no se oye, antes que su palabra, su silencio», escribió José Ángel Valente, en una expresión que lo vincula con la poética de Octavio Paz. Si ese poema (ese libro) se llama La luz se calla, puede que la oportunidad de traer a cuento esa cita sea aún mayor.

Dicho esto, quiero manifestar antes que nada mi alegría por estar aquí acompañando a Pedro en este acto que sé que para él tanto significa. Y también el honor que supone actuar, en cierto modo, como innecesario embajador de La luz se calla, un libro de poemas a cuyo proceso de creación, al menos en su fase final (pues tengo la impresión de que este es un libro de muy largo recorrido), he tenido la suerte de poder asistir.

Todavía deben de andar por algún disco duro malherido, o en alguna de esas memorias portátiles tan útiles que son los pendrive, la breve pero intensa correspondencia que mantuvimos sobre la obra, en diversos momentos: siempre con el asombro como respuesta por mi parte. Supongo que de algo que en alguno de esos correos electrónicos le comenté nacería la ocurrencia de Pedro de pedirme que le escribiera el prólogo, tarea tan arriesgada como comprometida, pero que llevé a cabo con la mayor aplicación que pude.

Lo que pudiera decir sobre el libro ya lo he contado en ese prólogo, y ahí está a disposición de quien tenga curiosidad. Aunque, como digo también en él, lo mejor será que el lector vaya directamente a la obra, sin intermediarios ni entretenimientos. [...] Entre las muchas definiciones que se pueden dar de la poesía, desde hace ya algún tiempo he hecho mía la que afirma que «poesía es lo que no puede decirse de otra forma», de ahí su carácter insustituible, y la inutilidad de pretender verter lo que un poema dice en otro recipiente que no sea él mismo. Pero por fortuna o porque no hay más remedio que hablar, sí cabe el comentario, la glosa, el merodeo por los alrededores. Y a eso es a lo que ahora me aplicaré, muy brevemente.

Garabatos

Garabatos de Kakfa. Imagen tomada de aquí.

Mientras trazo sobre el papel la extraña sugerencia de una frase apenas monstruosa (a jarabatos sota baraja), la grafomanía sigue imponiendo su seducción. El garabateo sensual sobre la página se convierte en un poderoso acicate y, para responder convenientemente a esa llamada, he aquí que el ojo y la mano se valen por sí solos y con su mutuo auxilio se las componen para urdir una "experiencia", de modo que el cerebro no tiene más remedio que estrujar, de la manera que cree más atinada, su poder o facultad de poner nombres, o, por mejor decir, el impulso básico por el que las neuronas son capaces de crear entre ellas mismas nexos válidos, sinapsis con sentido, aunque sea a costa de recurrir a una especie de espejo intermediario que en la mente ponga en marcha, a falta de un argumento exento o de la reflexión sobre cualquiera de los múltiples asuntos capaces de ocuparla, una vuelta consciente sobre el hecho mismo del pensar, un reflejo del proceso, creando de ese modo un intervalo o arco temporal capaz de contener al mismo tiempo la manifestación plástica de esa capacidad y una apariencia coherente de discurso, fantasma necesario, que no es ni más ni menos que este al que aquí ahora pongo punto. Y seguido. Otro día vuelvo con el cuento.

(Tiempo contado. Apunte 22 noviembre 2013; 16: 26. Ut pictura poesis...)

martes, 26 de noviembre de 2013

La luz se calla, de Pedro Tenorio, se presenta en Talavera



Presentación de la Luz se calla 
Libro de poemas de Pedro Tenorio 
Publicado por Ediciones de La Discreta

Martes, 26 de noviembre, a las 19:30

Biblioteca José Hierro 
Avenida de Toledo, 37
Talavera de la Reina

(Más detalles pulsando en la invitación)