Hay palabras que se fijan en la memoria como un recuerdo inequívoco: pronunciarlas o solo pensarlas equivale a encender, una y otra vez, un circuito de neuronas que ilumina una escena en la que son sensibles varias dimensiones: imágenes que huelen, tactos sonoros, pensamientos que proyectan sombra, tal vez el leve peso de un nudo en la garganta. Así me ocurre, por ejemplo, siempre que digo u oigo la palabra madrugá. No es necesario que sea, como ahora, semana santa, para que la marea de fondo que se alza en mi cabeza o en mi corazón (o en el camino de arrabales que va de mi corazón a mi cabeza) muestre un paisaje sin duda sevillano sobre el que emerge, sonriente o burlona, sabia y elegante, la figura del poeta Vicente Tortajada, viejo amigo desaparecido tan prematuramente y a cuyo lado tuvimos la suerte de poder vivir, en su casa y por las calles de Sevilla, una noche mágica, sublime y bulliciosa: la madrugá de quizás 1985. Podría contarla con todo detalle, o inventarla con absoluta fidelidad, por medio de otras palabras inequívocas: Placentines, Triana, Los Venerables… Pero me parece preferible compartir esta foto que nos muestra a los dos en el amanecer de la noche más larga (puede que en La Campana; él, barbado y fumador). Un fogonazo gráfico que aviva la sonrisa del amigo generoso y lo trae de nuevo a esta madrugá de tantos años después. Y en una fecha –redondo y seguro azar el de este viernes– en la que mi madre, fallecida el pasado 3 de marzo, hubiera cumplido 96 años. ¿De qué lado estamos los vivos cuando nos miran y hasta creemos que nos siguen amando los muertos?
viernes, 22 de abril de 2011
martes, 19 de abril de 2011
Nueve de seis ***
Pase, Filloy, verá qué poca vergüenza.
Que venga Dios y lo lea.
Recogía el lado artificial tras olfatearlo.
Sabemos que la penúltima ha muerto.
Un hombre puede desembocar en humo.
Verso suelto busca prosa. Blogs abstenerse.
X y Z son la solución.
Y tú, ¿de qué lado estás?
¡Zopilotes, zopilotes, zopilotes! Solo un cadáver.
lunes, 18 de abril de 2011
Siete de seis**
domingo, 17 de abril de 2011
Seis de seis*
Al despertar, nada, ni el meteorito.
Boanerges presentía el fin del mundo.
Crié cuervos, todos iguales, para hooooy.
Dudo que sepas valorar un fosfeno.
El jinete, la luna, la encrucijada.
Frases sin cuento para Genoveva Más.
sábado, 16 de abril de 2011
Balada con falsete
Ahora que Álex de la Iglesia ya ha pagado el precio de su honestidad (y acaso también de su torpeza) y ha dejado de desempeñar el extraño papel de juez que se juzga a sí mismo, al mismo tiempo que corría el peligro de convertirse en el «payaso de las bofetadas», me parece que no será inoportuno decir que su última película, Balada triste de trompeta, quizás la película española cuyo estreno he esperado con mayor expectación en los últimos años, me decepcionó casi por completo..., salvando sus primeros quince minutos, que son algo más que el prólogo imprescindible de la historia. El resto, acaso original y tal vez brillante en la puesta en escena pero disparatado en su articulación, es a mi entender lo que vulgarmente suele llamarse una «ida de olla» (o “de tarro”, según jergas): una acumulación de ocurrencias visuales en permanente fuga, de estrepitosas salidas de tono a las que, salvo en algunos momentos, no supe encontrarles la gracia, ni el sentido, ni el sinsentido siquiera. Nada que ver con el director tan inspirado como valiente que hizo posible los “milagros” (por su condición excepcional dentro de nuestro cine) de El día de la Bestia o La comunidad. Espero el día en que ese nervio creativo pueda depararnos nuevos gozos.
Seguí con interés y algo más que curiosidad el trepidante rodaje de Balada… a través del blog del director. Entre los textos que aún deben de andar por allí figuraba esta dedicatoria que me parece digna de ser repicada.
A RAPHAEL
Gracias, maestro, por todo lo que has hecho por mí. Gracias por tu alegría, por tu cariño, por acompañarme, por ayudarme. Gracias por ser un caballero, ante todo. Gracias por tener sentido del humor, más que nadie. Gracias por ser la persona que me gustaría llegar a ser, aunque de antemano te diré que es imposible. El más moderno, el más abierto, el más joven, el más amable. Raphael, eres generoso, y por tu generosidad esta película existe. Eres el alma de la película. Mi mejor película, la más sincera.
miércoles, 13 de abril de 2011
Globo
Entre los miles de imágenes que cada día excitan nuestras retinas, aunque no necesariamente nuestros cerebros, hoy me ha llamado la atención la que figura sobre estas líneas. ¿Un globo desinflándose? ¿Una pelota mal hinchada? ¿Una extraña máscara de carnaval? ¿La bola de plastilina con la que jugaba Messi de pequeño? ... Pues no. ¡La Tierra! Bueno, en realidad, «una representación de la Tierra elaborada con los datos del satélite Goce». Ha sido difundida por la Agencia Europea del Espacio.
Es una imagen real de nuestro planeta en la que aparece reflejado el efecto de la gravedad que perfila protuberancias y depresiones en miles de puntos hasta conferirle ese aspecto rugoso, tan diferente de las representaciones usuales del globo terráqueo. Alicia Rivera lo explica en El País.
martes, 12 de abril de 2011
Azar sonoro
«Fiarlo todo al azar fonético, al reino del sonido, al sentido del son». Nadie en sus cabales, ni siquiera el payaso soñador de Corteo (ya junto al río metropolitano), aceptaría una máxima así para regir su vida.
Pero el azar vuela a su aire y en escasas horas (el margen que va desde las 19:30 a la 1:00 de la madrugada) ha puesto ante nuestros sentidos al poeta Charles Simic, recién llegado de Córdoba, charlando con Luis Muñoz en la Residencia de Estudiantes, y esta Imik Simik (se recomienda hacer clic, ya, sobre el vídeo de Youtube bajo estas líneas), canción que nos revela a la marroquí Hindi Zahra, que el próximo día 14 de abril debutará en Madrid (Teatro Lara).
Aún pasaré una parte de la noche cavilando por qué caminos discurren los hilos de las resonancias, el imán sonoro que ordena, como círculos concéntricos nacidos del gong de las palabras, la cercanía de mundos tan aparentemente dispares. ¿Dispares? No dispares.
Y, sobre todo, si hay alguna razón o presagio que pueda explicar su concurrencia.
Imagen: «Shoefiti en Ciudad Jardín». © AJR, 2011
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