Cada vez me gusta más el cine. «En el cine», como decía la sugerencia publicitaria ideada para combatir el creciente éxodo de espectadores de las salas. Pero también a través de ese invento genial que es el deuvedé, a cuyo reclamo se multiplican las ediciones especiales de películas, con todo tipo de apéndices y subrayados. Los deuvedés han venido a confirmar que, si el séptimo arte ha sido muchas veces una variante de la literatura (también hay un camino de vuelta), la semejanza llega ahora al extremo de hacer del soporte fílmico un pariente cercano del libro impreso.
Hace poco descubrí que en el semisótano de la Posada existía una pequeña sala de proyección online. Allí estaba, olvidaba al fondo de un pasillo, con su cabina de proyección minúscula y todos sus artilugios a punto, si bien un poco cubiertos de polvo. He creído oportuno rescatar el lugar y, tras adecentarlo convenientemente, ponerlo a disposición de huéspedes y visitantes. Así que aquí va la primera minisesión continúa de Cine de medianoche (¡ay aquellas sesiones de cine de verano!) compuesta por dos piezas que considero notables.
Aprovechando que, mecidos por los nostálgicos cabezazos de Jesús Hermida, acabamos de conmemorar el 40º aniversario de la llegada del hombre a la Luna, me ha parecido oportuno dedicar esta sesión inaugural al género de la ciencia ficción.
La primera peli se titula El ataque de los robots de Nebulosa-5 (2008). Es un corto sorprendente y multipremiado de Chema García-Ibarra, uno de los valores emergentes del novísimo cine español. La voz en off que narra la historia, muy cercana a la de algunos personajes de la factoría manchega de «Muchachada Nui», posee tal amplitud de registros dramáticos que por sí sola es capaz de sostener un relato de apariencia cómica... pero intensamente trágico.
La segunda de la sesión tiene que ver con un auténtico clásico, probablemente la película que más veces he visto: 2001, una odisea del espacio (1968), una de las obras maestras de Stanley Kubrick y madre de todas las sagas e inventos galácticos, incluida la propia Estación Espacial Internacional, que no parece más que una réplica de las soberbias maquetas creadas para el filme. Lo que aquí se proyecta, claro está, no es la propia película sino un interesante resumen comentado, Kubrick2001, la odisea del espacio explicada, un documental de cariz divulgativo muy bien realizado y con pistas útiles para disfrutar más la todavía viva y polémica obra.
Confío en que la sesión sea de vuestro agrado.
Imagen superior tomada de First Impression Theme Theatres.