jueves, 4 de agosto de 2022

LA BESTIA

«Un diablo de fuego». Foto tomada por el fotógrafo ©️ Charly Soto
durante un incendio en la provincia de Córdoba en septiembre de 2020.

Sentía su presencia en los zarpazos del calor, su respiración húmeda en el sudor que no dejaba de correrle por la frente, su saliva espesa en los engrudos donde se consumían hasta la putrefacción las hojas derribadas por un viento calcinado, y todo su cuerpo viscoso viniéndosele encima con el peso inexorable de aquella columna de plomo que desde las primeras horas de luz descendía sobre la ciudad y la iba moldeando, desfigurando, derritiéndola en un enorme cofre de paredes gruesas e inexpugnables, como si alguien quisiera fabricar una réplica gigante de aquellas figuras que el caballero trataba una y otra vez de poner en pie sobre el campo del honor, sin conseguirlo nunca, mientras el jugador, desde el borde mismo del sueño o de la fiebre, volcado hacia el tablero de cristal oscuro, comprendía que había llegado a aquella noche en que la cifra le obligaba a adentrarse en el cementerio de las imágenes clausuradas y, entre flores putrefactas y mármoles mutilados, hurgar y remover tierras y pliegos hasta encontrar algunas piezas deformes pero todavía útiles para recomponer con ellas, y hasta donde le fuera posible, el nunca preterido rastro de la Bestia, y luego, a modo de conjuro («Arrenégote demo»), fiarlo todo a la eficacia expiatoria de un muñeco hecho con los restos carbonizados que le permitiera salir del círculo infernal de los días sin tregua y recuperar el latido y los rumbos de una vida respirable.

(LUN, 666)

miércoles, 3 de agosto de 2022

El siempre aplazado orden

Habrá que ir pensando en poner orden en el estante de la bruja. Y en los demás, claro. Tareas siempre aplazadas. En septiembre, sin falta, me pongo manos a la obra.

EL CANTO HILADO (10)

Edición en inglés de la más conocida novela de Nikos Kazantzakis,
publicada por Bruno Cassirer, Oxford, 1959.
Zorba el griego, o sea: Vida y andanzas de Alexis Zorba, en su cruce con Loxandra, deja bien a las claras que Cada día es del ladrón, incluida la posibilidad de ver en La resistencia íntima el Ensayo de una filosofía de la proximidad. No conviene olvidar que hay en El rey de las hormigas, con su Mitología personal, una a modo de parodia de la aventura de Américo Vespucio con su Relato de un error histórico. Así que no le deis más vueltas a la tuerca y Contad, hombres, vuestra historia, incluyendo lo que dijo El mendigo y otros cuentos, así como lo aprendido en El camino que va a la ciudad y otros relatos. Siempre hay en El lugar de la espera una ocasión para ver a Cristo de nuevo crucificado, del mismo modo que En la colonia penitenciaria no es posible hacerse El sueco y simular La felicidad de los pececillos con algunas Cartas desde las antípodas.

(LUN, 667 ~ «Desde el Acantilado/ebook», 94-107)

martes, 2 de agosto de 2022

Rosalía, Rosalía

(En voz alta). ¿Rosalía? ¿Rosalía? Pues claro, una de las más conocidas chicas yeyés de nuestra juventud. De la cuerda de Conchita Velasco, grabó antes que ella la famosa canción que definió lo que acaso podríamos denominar los balbuceos de la modernidad pop en la música española. Véanla acá cantando a la lluvia. Ojalá que sea de forma retrospectivamente premonitoria.

Con pesar, mientras buscaba en YouTube alguna de sus actuaciones (hay más: no se priven), me he enterado de que la artista Rosalía Garrido, nuestra primera Rosalía, falleció hace poco, el 10 de septiembre de 2021, en El Campello, donde residía y de cuyo ayuntamiento fue concejal de Cultura por el PP entre 1995 y 2003. Mi recuerdo agradecido. Descanse en paz la alegre muchacha de un tiempo que, si bien leve y aún muy trabajoso, ya anunciaba cambio de clima.


En torno a las columnas de Hércules

(En voz alta). Una buena forma de combatir el calor y tal vez la murria es pasar un buen rato en esta excelente exposición del MAN: además de ilustrarnos sobre hallazgos arqueológicos importantes y no siempre bien divulgados, permite contextualizar con fundamento algunos de los conflictos e intercambios que nos llegan desde nuestra parte africana. Hay piezas muy notables, datos muy precisos, vídeos muy logrados y una colección de monedas cuya contemplación nos introduce directamente en el túnel del tiempo. Merece la pena.

MOLINILLO (work in progress)

Imprentilla de tipos móviles.
          


C I N C
I E S O
S I T E
O C H O
[El niño no tan niño pero aún niño sopló sobre su molinillo de números y letras y en el aire fueron quedando las ráfagas de una pocas frases, tal vez una novela en ciernes…]
II
Con ese sin techo se inició en cien sitios, cosechó centones, costeó tocinos, cosió con tesón seis o siete cestos sin toscos sostenes, se chocó sin coche e incitó con tino, sin chistes ni choteos cínicos, cesiones en tesos sin censos, en chiscones tochos, sin costes ni cinchos, sin incisos tensos, sin chinos ni chotis ni chetos, sin tintes cochinos, sin cohetes, sin coitos, sin… chitón.
(LUN, 668 ~ «Amo idioma/Molinillos»)

lunes, 1 de agosto de 2022

El "método Rosalía", un viejo truco

(En voz alta: al filo de los días). Lo de Rosalía va para largo, ya te digo. Ahora incluso ocupa minutos de oro en los telediarios y todo el mundo parece estar al tanto, a favor o en contra, de esta chica lista, gran artista, veremos si también resistente. Salvando todas las distancias, el mecanismo interno del supuesto trabajo colaborativo en torno al famoso tema Despechá, utilizado como forma y palanca de su lanzamiento (se cuenta en este interesante artículo), me ha recordado una estratagema similar que utilicé en algunos cursos de comunicación para directivos que impartí en el pasado, trabajando para la consultora Psycsa. Era un breve curso de nociones básicas y ejercicios prácticos para mejorar las habilidades de comunicación. Y entre los "juegos" que solía utilizar para trabajar en equipo con los drectivos y otros trabajadores estaba lo que llamé el Taller del soneto de la comunicaciòn. La cuestiòn era muy sencilla: tras explicar la estructura de la estrofa y dar algunas pistas sobre su intríngulis, les proponía a los alumnos la tarea de componer entre todos un soneto sobre la comunicación. Por parejas o individualmente (según el número de alumnos), deberían esforzarse en hacer un verso con la únicas condiciones de que terminara en una palabra previamente sacada al azar de una bolsa y cuyo contenido tuviera, de una u otra forma, algo que ver con las cuestiones referidas al contenido del curso. A partir de ahí, se ponía en marcha un proceso de mayor o menor interés, pero por lo general con muy buena aceptación: se trabajaba durante un rato de forma separada y finalmente, en equipo, se analizaban los resultados y se afinaban hasta lograr tener una composición "legible". Era curioso observar los rostros de gran satisfacción cuando se llegaba a conseguir una pieza que tenía cierta gracia y que, como cabe suponer, era básicamente un texto ya prefijado en sus rimas (las palabras de la bolsa eran los finales ya rimados), términos además que, en su mayoría, enunciaban características que debería tener un buen comunicador y cuyos ajustes de ritmo o contenido, así como su orden, se podían "negociar" y afinar muy fácilmente con sólo dirigir en una dirección u otra la conversación y proponer soluciones posibles. Al leer ahora cómo se ha ido fraguando el Despechá de Rosalía me he acordado de aquella experiencia y de hasta qué punto la ilusión de participar en la creación de algo (y en el fondo hacerlo) es en sí misma un gran estímulo y por tanto multiplica las posibilidades de éxito.



domingo, 31 de julio de 2022

JULAIJAIKÚS PARA DECIR ADIÓS A UN JULIO aTROz


(de la A a la Z)

1
Acá y allá
Mariposas de Julio
Carbonizadas

2
Blanco amarillo
Violeta azul naranja
Rojo ojo rojo

3
Cada mañana
El fuego en algún sitio
La destrucción

4
Da en la diana
La flecha que aún espera
En el carcaj

5
El tiempo pesa
Pasa con su pesado
poso Te pisa

6
Fuera Un Extraño
Gigantón Olvidado
En Una Fábula

7
Gracias al cielo
Las nubes los meteoros
Lenguas de nieve

8
Hay islas Nunca
Vistas y Continentes
A la deriva

9
Íntimas señas
Lenguaje cincelado
Improntas cúficas

10
Julio en el eje
Del año la balanza
Justicia ciega

11
Km: kilómetros
Kilómetro a kilómetro
No llegar nunca

12
La luz se parte
Vuelca las horas Vierte
El Día en la Noche

13
Mira hacia adentro
Más dentro aún más dentro
La abismal sima

14
No digo nada
Me callaré de nuevo
Lo que ya sabes

15
sueÑas que sueñas
Tus sueños declinando
Suéñibus suéñibus

16
Objetos puros
El alma del silicio
Un solo reino

17
Peldaños suben
La escalera del día
Bajan peldaños

18
Queda el rescoldo
La ceniza sincera
El picón muerto

19
Rumia su rabia
Rugiente raedora
La Oscura Reina

20
Son tus sentidos
Un rasguño en el agua
Un aleteo

21
Tira la soga
Sigue con el trasiego
Ciego en Granada

22
Un coso abraza
La soledad enorme
De tanta masa

23
Vaga fragancia
Es la flor del instante
Que muere ahora

24
WhatsApp Ay Guasa
Los nombres a su bola
Crean las cosas

25
X cuestiones
Con mil significados
Ninguno excluso

26
Y el fuego vuelve
Por sus fueros El fuego
Como al principio

27
Zonas marcadas
Fronteras que se olvidan
Hacia el final

28
Abanico de signos
Metrónomo del alma
Zigurat Zócalo

29
Añadiduras
Los números que cuentan
Los días Los nombres

30
Y estos precisos
Compases Lentes Máscaras
¡Fûlgūråčįønėš ?

31
Aquí he sembrado
Parco alfaVeto entero
Juzgad (¿wyxkiño!)
(LUN, 669 ~ «Amo idioma (A/Z)»)

jueves, 28 de julio de 2022

EL CANTO HILADO (3)


La ley del silencio, también la urdida en torno al caso de María Antonieta y los Siete años que permaneció en manos de Las hermanas y su “Conte drolatique”, es, a su modo, una puerta de acceso a Universos ocultos, Un viaje a las dimensiones extras del cosmos, sobre todo si lo entendemos como una Ciudad abierta en la que, vivo o muerto, está recluido El gato. Y Pietr, el Letón (de Los casos de Maigret), astuto conocedor de La liebre con ojos de ámbar, no llega a reconocer que tiene Una herencia oculta en La casa del canal.

(LUN, 702 ~ «Desde el Acantilado/ebook», 26-35)

domingo, 24 de julio de 2022

El no retorno de Blanca Andreu

(En voz alta). Me ha gustado y también defraudado este artículo/entrevista de Jabois en torno a Blanca Andreu, que como ella misma apunta, con cierto vértigo acaso irónico, vuelve “de entre los muertos” para decir que no se cuente con ella. La Andreu causó en la poesía española un revuelo semejante al que sólo había producido, 27 años antes, Claudio Rodríguez con «Don de la ebriedad», y que después ya acaso nadie, de las múltiples hornadas y añadas salidas de las entrañas de esa especie de caballo de Troya de la poesía ibérica que fue el premio Adonáis, volvería a renovar con igual relevancia. Y, sin embargo, antes que ella, autores como Emilio Sola, con La isla (“Los que vengan dirán que somos bárbaros”), Julia Castillo y sus Urgencias de un río interior, o en el mismo año chagalliano de 1980, las Instrucciones para blindar un corazón, de José María Parreño, por citar sólo algunos casos ex corde y par cœur, ya habían transitado por caminos o aledaños parecidos… y están igual de ocultos y acaso olvidados hoy. Rapiña es la memoria. Lo que Blanca Andreu comenta, sin duda más con indiferencia que con cualquier afán polémico —salvo si acaso en algún muy concreto pellizco—, supongo que agitará un poco las viejas luchas tribales en los campamentos de los rapsodas ibéricos. A mí me ha rejuvenecido el recuerdo de aquella época, me ha traído a la memoria —y al mal sabor de boca— el frío cinismo del que a veces podía ser capaz Umbral (“la infame avilantez” que le reprochara Benet en un célebre artículo), y también, en otro sentido, el ninguneo y hasta cachondeíto que los contertulios con visos de tertulianos de Pisuerga 7 se traían con "la diosa Blanca” y, de forma inevitable, ciertas fiebres y dolores y entusiasmos y alegrías de juventud cuyo esplendor, si bien ya encauzado hacia el ocaso, aún perduran. Es asombroso que un libro como el primero de BA tenga una historia como la que aquí se cuenta. Aunque sabemos bien que no es, ni mucho menos, la única. Por suerte y por su propia condición de “palabra en el tiempo” —y, me permito añadir, “contra el tiempo y fuera del tiempo”—, la historia de la poesía está en estado de permanente reescritura y siempre a falta de una concreción y un secreto sobre el que hay que seguir indagando. Y esa es su verdadera gracia.

La entrada, publicada en mi muro de FB, dio lugar a una interesante plática.




viernes, 22 de julio de 2022

NOSTRA EN EL METROPOLITANO A MEDIANOCHE

 o

Público[Me envía Nostra un archivo de voz (se está motorizando) acompañado de esta crónica, dice que recién hecha, a pie de obra. La doy tal cual, sin editar salvo las erratas evidentes. Puede que haya otras inadvertidas en su muy peculiar jerga. Sea.]
«Hay en los éntrales de la ciudad un ruido variopinto que entre Callao y Chueca suma ondas de gradaciones derriaderas y luego, si llevas bien puestos los okicolares, verás cómo se discontinúa hasta fuliginarse por Alonso Martínez, donde puedes ochusmar a modo de auténticas campanas tubulares sólo que enhebradas sobre una bien balancillada corriente continua/corriente alterna (AC/DC, sensu stricto), y ya en Rubén Darío todo el ringobongo se remansa con claro borboteo al final de su nombre, que no en vano venimos al trompitalego desde Ópera y ya vamos a dejar el underground, pasado Núñez de Balboa y su maremoto, justamente en Diego de León, rugido aparte. Madrid la nuit es, en los furados de los subterráneos, una bAbel de todas las calañas, por lo bien visto muy despechugadas y carnimorenas, sin que ahí se agote ni mucho menos todo, y aquí y allá no es raro ver desnebularse algo así como el cielo invertido y sin final que acaso contemplara el mismísimo Max Star en su improbable sueño, eso sí, hace ya más de cien años, pero ya en los entonces seguro que prevalecían en algunos cloqueos neuronales una forma dizque sideral de sentir y de echar por delante las ganas de arrebatarle al jumo que seremos la misma voluta que un día nos negará el sol mezquino. Es en los infinitos túneles del enlace que une los pasadizos bajo casi el Hospital de la Princesa con la vieja sede cervantina, tirando por lo lejos, donde se refugia toda la soledad que la urbe nunca se permite, y por allí hay que buscar el salto desde las honduras hasta los meridianos de la noche caldeada y las pandillas mulatares copando rincones y terrazas y viendo a ver si viene lo que nunca llega ni se sabe dónde pueda encontrarse, en las ubicaciones y otros limes terrados, ay Inés, Inesita, Inés, de la ciudad que nunca duerme».
(LUN, 679 ~ «Las cosas de Nostra»)

domingo, 17 de julio de 2022

CONTINGENCIAS

Una de las miles de imágenes que se nos vienen encima estos días
con tan sólo asomarnos al exterior. Esta corresponde
a uno de los incendiosque devastan Portugal.
«Aquí huele a chamusquina», dijo. Y le llamaron profeta. Y luego lo apedrearon.
(LUN, 683)

viernes, 15 de julio de 2022

AUGURIOS

Enrique Grau: Echadora de cartas, 1981.

Entrábamos en el quicio de Julio, soportando en la espalda del año no solo el peso de lo que se nos venía encima sino también la irresoluble memoria de lo que quedaba detrás, a menudo perdido bajo tierra, y contemplando perplejos la reiterada danza de los ebrios de sí mismos frenéticamente enlazados en corros inverosímiles, aunque para entonces ya se habían ensanchado mucho las cinchas de las yeguas de la noche y ya no creíamos ni en lo que teníamos delante: fuegos, hielos, muertes, moscas… y las fotos inéditas del universo inverosímil. Y en esas condiciones había que mover las runas y echar los naipes y leer los indicios con que el I Ching nos iba a confirmar lo que ya sabíamos pero no atinábamos a explicar, tal vez a causa de la perfidia del bucle que nos sugería no escuchar el zumbido que nos impedía retener la emoción del instante y volver a intentar un ajuste de cuentas creíble con la promesa del érase una vez...

(LUN, 685)

sábado, 9 de julio de 2022

LAS COSAS DE NOSTRA

NOSTRA PEDALEANDO EN DÍAS DE JULIO, EN NO MALA COMPAÑÍA Y CON ALGUNA QUERELLA QUIZÁS ANTITAURINA, QUE NO ANTITÁURICA, DE FONDO

Una forma de mirar el mundo. Imagen ©️CanStockPhoto .com

A Nostra, aunque apenas hable de él, lo he visto a menudo en los últimos días. Lo que pasa es que está como ensimismado, más que de costumbre, y silente, acaso como nunca hasta ahora. Aunque sí se pasea, actúa y gesticula, y hasta ha montado en la Plaza algún zipizape que sería digno de relato…, si no hiciera tanta calor. Pero, en fin. Es el caso que esta mañana lo he visto andando muy decidido por Ramos Carrión y luego ha ido a sentarse a los pedales para viejos de los jardines de Mario Benedetti —antes Plaza del Banco— y, con disimulo, me he ido tras él y me he sentado en el pedalier contiguo. Ha hecho como si no se diera cuenta, pero al poco, sin dejar de pedalear, ni yo tampoco, y con un claro ademán de actor que se sabe ante el público, se ha arrancado a declamar coplas de este jaez: «Aún no he visto ninguno, ni pienso hacerlo, mas desde aquí os lo digo: estoy de los encierros… hasta los webos». La grafía final, doy fe, es del original: no es la primera vez que me doy cuenta de que el Profeta de la Prospe suele meter muchos aggiornamentos en sus filípicas. Ha seguido después con otras rimas, aunque me parecieron incomprensibles o sin mensaje seguro. De modo que me las ahorro. O, si eso, para otro día, cuando el bochorno pase.

(LUN, 692 ~ «Las cosas de Nostra»)

jueves, 7 de julio de 2022

GIGA o JIGA DEL BOSÓN DE HIGGS

Instalaciones del CERN, correspondientes al detector Alice.
Foto de Luis Dávila/Expansión.

(Oigo de nuevo esta cantinela ahora que se han cumplido diez años de la “demostración” de su protagonista y cuando la gran máquina del CERN que la hizo posible vuelve a ponerse en marcha para abordar investigaciones extraordinarias sobre la materia oscura y otras incógnitas del universo. Ni que decir tiene que quien la cantaba, sentado en el banco de una hermosa plaza, era ni más ni menos que Nostra, el Profeta de La Prospe, de modo que corran por su cuenta todas las inventivas y ceremoniales. Sea).


Ay bosón, tú que rebosas
de incógnitas genesíacas,
tú que guardas el secreto
de la impar física cuántica,
tú que te las sabes todas
las materias y sustancias
del universo invisible
y su oscuridad atávica,
tú, bosón de Higgs (posible),
firma de dios en metáfora,
muéstrate y muéstranos,
con los signos de tu traza
bien evidentes, que existes
y que existimos, que nada
se opone a nuestra periplo
para comenzar mañana
--si es que algo significa
«mañana» en tu lengua opaca--,
o en un instante sin cuándo
y en un dónde sin distancias,
el viaje interminable
a la verdad desvelada
del retorno a los orígenes
con la partícula mágica
que dicen que el alma es
en la lengua bien posada,
pues verbal materia al cabo
son la luz, los quarks, la masa,
los protones y neutrones,
también el aire y el agua,
la llama viva del fuego
y cuanto su fuerza arrasa
por esos campos de Higgs
y del diablo, en miríadas
de neutrinos intocables
que sin cesación nos bañan
hasta dejarnos desnudos
sobre la tierra ondulada
del amor que nos consume
y nos transporta en su barca.
Ay, bosón incomprensible,
pura ficción matemática
real cual la vida misma,
fin de la física clásica,
prueba que demuestra el alto
pensamiento que nos marca
como especie milagrosa
y a la vez terrible, aclara
las fronteras del exilio
y en medio de ellas señala
la veredita de luz
que guíe la vuelta a casa.
Oh, bosón sobón, no ceses
de acariciarnos la escasa
materia viva y extensa
que en nuestras mentes no alcanza
a derrotarse del todo
hacia la noche sagrada
y aún busca el bosque del sueño
y entre la risa y las lágrimas
cruza los desfiladeros
del deseo y de la náusea,
las altas mareas grises,
las colinas plateadas,
los cangilones sin nadie
rodando en la inmensa nada
y aquel viejo paradiso
con su sierpe y su manzana:
los cuentos que nos contaron,
que aún nos cuentan, hasta el alba.
Bajel de nueva odisea
y lugar nuevo en la mancha
que bajo el ojo del cielo
dibuja arrugas y escalas
para trepar al espacio
que sin querer nos atrapa
y deja un rastro sombrío
en medio de la mañana,
oh, bosón de Higgs (posible),
rubro de aquella alborada
sin albor que fue el big-bang
y ésta su secuela vasta,
huella que en el cosmos cómico
se adelantó a la pisada,
cifra del silencio espeso
que nos toma por la espalda
y al volvernos desvanece
su presencia y nos devana
en los telares del tiempo,
entre el vacío y la nada.
La nada no es el vacío,
el vacío no es la nada,
nada nada en el vacío,
el vacío y la nonada,
la nada y el "no" vacío
y el "no" da vacío nada,
nada es no en el vacío...
Entre el vacío y la nada,
tú, bosón, nos deletreas,
como el maestro en la infancia,
nos miras e, indiferente,
borras luego la pizarra.
Bailemos, amigos, todos
esta giga improvisada,
que aquí está el bosón de Higgs
(posible). Y la vida pasa.
(LUN, 694 ~ «De la Posada/Las Cosas de Nostra»)

sábado, 2 de julio de 2022

San Palíndromo

 


(En voz alta). Hoy, como todos los 2 de julio, eje del año, es San Palíndromo y la comunidad ludoverbal del CPI y aledaños celebra, durante 24 horas 24, una maratón guasápica en la que se dan citas algunos de los ingenios más notables de ambos mundos, incluidos los espacios exteriores. Algo bueno se trama y algo bueno saldrá. Seguro que nos acabamos enterando. En tiempos como los que corren y nos corren, tal vez la única esperanza cierta es que vuelva a las andadas y a desandar el camino la babélica horda ordenada y sagaz. Ajá. Estén atentos a su alrededor. Si ven volar un aerolito, no se asusten: será un bumerán con buena onda. Ajájá.

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jueves, 30 de junio de 2022

EL CANTO HILADO (4)


El perro canelo era el alias con el que fue conocido El anarquista que se llamaba como yo; es decir: Yo, otro, esa Crónica del cambio. Las Mitologías de Core Sobre enfermos, enfermedades y la búsqueda del alma de la medicina en ocasiones han sido tomadas como una Breve historia de Inglaterra, Cuando los dioses duermen y María Estuardo, en compañía de Los vecinos de enfrente, transforma su vida en una Exposición de primavera.

(LUN, 700 ~ «Desde el Acantilado/ebook», 36-45)

miércoles, 29 de junio de 2022

«PAS DE DEUX… MAIS NON PLUS»,

 «PAS DE DEUX… MAIS NON PLUS»,

CON UN PAR DE EJEMPLOS DE VIDAS CRUZADAS

Henri de Toulouse-Lautrec: Baile en el Moulin Rouge
("Dressage des nouvelles par Valentin-le-Désossé")
 (detalle); 1890.
Museo de Arte de Filadelfia, colección McIlhenny.

Hay que reconocer, pese a lo que perece, y por eso mismo, que las parejas de baile sobre la pista son más bien disímiles y seguramente tan azarosas que no va a resultar fácil verles la razón de fondo. Pero no me van a negar a estas alturas que la vida tampoco pide permiso a nadie para juntar a, por ejemplo, ‘El empresario que pensaba hacer fortuna con el tráfico de caurís’ con ‘La cliente estafada que perdió el cabello queriéndoselo teñir’; o a ‘La vicebibliotecaria que rodeaba con trazo rojo las críticas de ópera’ con el individuo conocido como ‘El cochero enamorado que creyó que había una rata debajo de la tapicería’; y mucho menos, ya que en este caso se trata de una danza grupal o más bien tribal, a ‘Los mozos pasteleros que traían canapés calientes para la gran fiesta’ y se dirigían muy zalameros hacia dónde estaban ‘Pip y La Minouche derramando la jarra de leche de la enfermera’. Claro que, en lo tocante a vidas cruzadas, es muy difícil superar los ejemplos aportados por ‘El soldadito encerrado con su novia en el ascensor averiado’ o el de ‘La inglesa “au pair” que leyó por fin la misiva de su boy-friend’. La danza de la vida tiene estas cosas.

(LUN, 702 ~ «Perec al paso», 129-136)

Cauríes (para Fina García Marruz)

Víctor Manuel García: «Muchacha en verde», h. 1940.

I

Habría que decirlo de otro modo.
Que otro modo habría de decirlo.
Decirlo de modo que habría otro.
De modo otro que decirlo habría.
Otro habría que modo de decirlo.
Modo que habría de decirlo otro.

II
¿De qué, silencio, eres tú silencio?
¿Qué eres tú, silencio de silencio?
¿Silencio, tú, qué de silencio eres?
¿Eres tú de silencio, qué silencio?
¿Tú, silencio, de qué silencio eres?
¿Silencio de silencio, qué eres tú?

III
Comprendo los sentidos de la noche.
Los sentidos de noche la comprendo.
Sentidos de la noche los comprendo.
De noche la comprendo los sentidos.
La comprendo los sentidos de noche.
Noche de los sentidos la comprendo.
(LUN, 701 ~ “Dados” sobre versos de Fina García Marruz, In memóriam, 27.06.22)

domingo, 26 de junio de 2022

PARADISE NOW!

Vladimir Baranov-Rossiné: Adán y Eva, 1912.
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. Col. Carmen Thyssen.

La naturaleza virgen perdida para siempre.
Naturaleza la virgen para siempre perdida.
Virgen perdida siempre para la naturaleza.
Perdida siempre para la naturaleza virgen.
Para la virgen naturaleza siempre perdida.
Siempre la naturaleza para perdida virgen.
(LUN, 703 ~ Dados)

sábado, 25 de junio de 2022

Rafael Yuste en Santander


(En voz alta). Del máximo interés, como suele, fue la conferencia con que el profesor Rafael Yuste abrió los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander. Las investigaciones sobre el cerebro y, de forma especial, la necesidad de establecer una carta de neuroderechos que protejan nuestra actividad mental y nuestra identidad personal, en el contexto de imparable desarrollo tecnológico en que estamos inmersos, fueron algunos de los aspectos en los que el gran investigador español centró su intervención. Como digo, del máximo interés. (Minutos 09-36).

Hay que volver al cine


(En voz alta).
El cine, ese rito en franco peligro de extinción, tiene entre uno de sus mayores alicientes el de la experiencia compartida, no tanto ya —desde hace mucho— gracias a aquellas costumbres amicales que consistían en ‘quedar para ir al cine’, como por el poder que todavía conserva el arte de las imágenes en movimiento para suscitar la conversación, el intercambio rápido o guasápico de pareceres y, sobre todo, la lectura de la opinión de los otros, incluida lo que siempre hemos conocido como crítica.

Este hermoso y minucioso comentario de Antonio Muñoz Molina sobre una de las últimas películas que yo también he visto (Alcarràs, de Carla Simón), al margen de algunas discrepancias valorativas que no me entretendré ahora en perpetrar, tiene en su arranque y en su aroma general de fondo una precisa evocación de ambientes y costumbres que son también parte sustancial de la “experiencia del cine”, y que han ido desapareciendo o se han transformado de forma drástica y que hoy, junto con la evidencia de que el viento se lo ha llevado casi todo, nos asaltan y nos inundan la memoria, no tanto por el lado de la nostalgia como por el acicate de saber que hemos de esforzarnos para tratar de que no se pierda completamente “eso” que sabemos que, por muy circunstancial que pueda parecer, forma parte del tuétano de este arte y de sus posibilidades de gozo.


Y es que, en el fondo, no muy distinta a la escena del anciano que el crítico tan bellamente evoca —una, en efecto, de las secuencias más logradas del filme— viene a ser la situación del espectador maduro que se encamina o regresa de una sala de cine, generalmente en Las Afueras: «En la noche de verano el abuelo de pelo blanco y camisa blanca se pierde entre la espesura de los árboles y es como si ya se hubiera desvanecido en la muerte que no tardará mucho en llegar». Hay que volver al cine.

EL OPTIMISTA

 


¿Y dice usted que hoy ya ha amanecido?
(LUN, 704)

viernes, 24 de junio de 2022

SANJUANES EN SORIA

 AQUELLA NOCHE DE SAN JUAN Y AIVÁL’HOSTIA

Habíamos pasado la noche del San Juan soriano cantando, bailando y bebiendo, en medio de la envolvente juerga popular, y ya nos dirigíamos al lugar de descanso, cuando la patrulla de control de los vicios festivos nos pilló a traición y nos hizo entrar en un bucle que hubiera sido kafkiano si no fuera porque la murga era mucha y contra ella apenas podía nada la mano tonta de la ley, aunque fuéramos conscientes de que había que ser conscientes y, al final, todo se fue resumiendo en una reconducción del grupo de colegas hacia una retirada honrosa, moderadamente ordenada, aunque, eso sí, cantarina hasta el final, y sobre todo resuelta con toda la intención en aquella letrilla que repetíamos una y otra vez: «¡A ver qué se hace ese cuatro que hace ya un buen rato no da de beber…!» Y luego, de nuevo, la voz de Miguel, en diálogo algo perjudicado con la autoridad competente, tratando de hacerse comprender y de salir del lío: «¡Ahiva’lhostia, que son los sanjuanes, que no se os entaráis…!» Y así fue llegando el día.
(LUN, 705)

viernes, 17 de junio de 2022

¡A MÍ LA LIMA!


Sin más, ante ustedes La Increíble Máquina Aforística.
Hagan juego (pulsen el enlace y sigan las muy sencillas instrucciones: sustantivo, adjetivo, manivela, et voilá…).
No me digan que no es un regalo apropiado (¡también!) para las tardes y noches caniculares.
Guau, guau.
(LUN, 712)