miércoles, 25 de junio de 2025

Trinos

Sin título. Foto AJR+Mac


Sus voces eran apenas
vibraciones
y tras ellas el aire
volvía ya lavado.

 

Oh, música secreta
que pasa a limpio
el rastro de la luz.

 

En la fulguración de la mañana.

 

(Levedades)

martes, 24 de junio de 2025

Rafael Maldonado: sobre la escritura

(CajaDeCitas, 80). Razones y reflexiones e incluso confesiones del escritor Rafael Narbona sobre el arte y oficio de escribir. Muy pertinentes. Además de admirables.




EL OFICIO DE ESCRIBIR, por Rafael Maldonado
Elogio del amor, mi último libro, está vendiéndose muy mal. En cambio, Maestros de la felicidad ya ha superado los 20.000 ejemplares vendidos. Mis editores me aconsejan que no comente estas cosas, pues siempre hay que transmitir una imagen de éxito. El éxito, real o fingido, es un poderoso imán. La sinceridad, en cambio, actúa como un repelente. Muchos lectores pueden pensar que Elogio del amor es una obra fallida. Sin embargo, Fernando Aramburu y Lorenzo Silva han destacado su contenido y estilo.
El contraste entre el éxito y el fracaso me ha hecho reflexionar. Pienso que Maestros gozó de más fortuna por distintas razones. Muchos interpretaron la obra como un manual de autoayuda y pensaron que podría ayudarlos. Elogio del amor está muy lejos de la autoayuda. Su objeto no es la felicidad individual, sino el estudio de las relaciones donde se prioriza la felicidad ajena sobre la propia. En la época del individualismo, la preocupación por el otro se ha vuelto secundario. Solo se piensa en el yo. El egoísmo ya no se concibe como un defecto, sino como una virtud.
Creo que hay otros factores que explican el escaso eco de Elogio del amor. Hace tiempo, muchos lectores se sintieron atraídos por mi activismo político en las redes sociales, pero encajaron muy mal mi independencia de criterio. La política hoy se concibe como ejercicio de lealtad y no como una actividad autocrítica. Cito otras posibles causas del fiasco. La editorial invirtió más en promoción de Maestros y la filosofía está de moda. En definitiva, concurrieron varios aspectos meramente circunstanciales. Aún no he logrado crearme un público. Quizás hay mil o mil quinientas personas que me leen con interés, pero el resto de los lectores de Maestros no muestran mucho interés por mi trabajo.
Muchos de los lectores de las redes sociales piensan que la literatura es un hobby y no una actividad que implica esfuerzo y sacrificio. No están dispuesto a realizar ninguna inversión en cultura, pero sí esperan que les paguen por su propio trabajo. Yo pago casi 10 euros al mesa para mantener esta cuenta. Gracias a eso, puedo colgar los artículos que publico en El Cultural y que solo pueden leerse pagando 12 euros al año. A partir de ahora, dejaré de hacerlo. El escritor es un trabajador y es perfectamente legítimo que espere una retribución por su esfuerzo.
Imagino que si las ventas de mis libros continúan decayendo, la editorial comenzará a lanzar tiradas más pequeñas. No me preocupa demasiado. No soy de uno esos escritores resentidos y amargados de los que se burlaba Javier Cercas en un artículo. Eso sí, cambiaré mis prioridades. He pasado muchos años trabajando a destajo. He llegado a publicar más de 100 artículos al año, lo cual ha implicado llevar una vida extremadamente sedentaria, algo que ha perjudicado seriamente mi salud. Dado el desinterés de los lectores, no creo que merezca la pena vivir así. Diez años de trabajo intenso, mal pagado y con escaso reconocimiento han desembocado en una cardiopatía isquémica. En el futuro, cuidaré más mi salud y solo escribiré cuando realmente lo necesite.
El éxito no es sinónimo de excelencia. Los escritores que más admiro nunca han vendido mucho. Gabriel Miró, José Antonio Muñoz Rojas o Juan Gil-Albert nunca vendieron muchos libros. En cambio, autores sin un ápice de talento, como Ken Follet, Dan Brown o Danielle Steel han vendido millones de libros. Dejar de escribir no es una opción razonable, pero vivir para escribir tampoco parece sensato. En el futuro, me acercaré a la escritura como si fuera una plegaria, un acto íntimo y personal que se adentra en el misterio, esperando abrir un claro en mitad de la espesura. El espacio natural de la literatura no es el mercado, sino el terreno del espíritu.
Fotografía: Jeosm

lunes, 23 de junio de 2025

Mapa

 


MAPA
sobre los recuerdos de la noche veo
alzarse las alas de los abedules:
son esbozos sórdidos de aceros salvajes,
balbuceos roncos que no dicen ¡naaada!
N. n. 🔛

(Levedades)

El discurso de Chaplin

(CajaDeCitas, 79). Volvamos al discurso final de Chaplin en El gran dictador.

Podrían cambiarse y/o añadirse algunas palabras accidentales (los nombres de algunos objetos, tal vez el matiz de algún concepto), pero este vibrante y percutiente alegato del más grande de nuestros cómicos no ha perdido un ápice de precisión y pertinencia; antes al contrario: quizás sea este el momento para el que fue expresamente escrito.

Hay que, de verdad, (volver a) escucharlo.



sábado, 21 de junio de 2025

Cantata


 

CANTATA TATATÁ

(metáforas de la creación)
Crear es simplemente mezclar cosas:
hechos recuerdos ideas sentimientos.
Es muy útil también cerrar los ojos
e imaginar cómo sería el mundo
si tal o cual objeto no existiera
—y objeto es todo aquello
de lo que puede hablarse
con objetividad.
Crear es un periplo fulgurante
que siempre empieza más acá de las palabras
(o cualquier otro signo),
antes de que los rayos de luz hieran
—gozosamente o no—
la gruta milenaria donde habita
el instinto de vida de la especie,
ese sentido intacto que nos guía,
bajo el inmenso cielo de luces estrellado,
a través de la noche y entre las ciénagas
que a menudo ensombrecen
los misterios más crudos de nuestro corazón.
Crear es tender (¿extender?) puentes, abrir huecos, buscar luces…,
salir cada mañana con un poco de sol
en una mano y la semilla en otra
y mirar hacia el cielo por si llueve,
por si el rayo del dios nos acaricia,
y buscar a boleo y sin descanso
el surco y la vertiente donde brotan
—a veces sólo para
nosotros, multitud—
las siemprevivas del entusiasmo, el amor y la misericordia.
Crear es una forma de creer
en la vida, en sus misterios.
Y pararse a contarlo.
O no.
(Hojas sueltas del lunes», 70; «Metáforas y otras fuentes»).

viernes, 20 de junio de 2025

GaZa KZ


Les oía decir
cuando la manifestación ya terminaba:
«Somos
los últimos ilustrados».

 

Raudo
como del rayo
se me iluminó
un pensamiento:
«Los restos del naufragio
—y si acaso—
eso somos».

 

A la vista está.

(Levedades, variación 2)



 

jueves, 19 de junio de 2025

lunes, 16 de junio de 2025

Bloomsday 25, de la mano de Krahe

 (Al filo del día: Bloomsday 25). Y desde un tal Homero, pasando por Virgilio ‘elegans’, e incluso Per Abat o como fuere y, naturalmente, el conspicuo James, ¿que otra cosas podéis hacer, oh poetas troyanos y narradores errantes, que tratar de recuperar y seguir las osadas huellas de Ulises? Es lo que hace aquí Javier Krahe, el nunca olvidado. Ni que lo sea.