La Palestra
ALEGRÍAS DEL DOMINGO DE RAMOS (valga la redundancia)
Es una alegría compartir hoy, Domingo de Ramos, el éxito y reconocimiento de “uno de los nuestros”: mi sobrino (y ahijado) Miguel Ramos Carretero forma parte de equipo creador de La saga de Senua, un videojuego inspirado en leyendas celtas y vikingas cuya última entrega, Senua’s Saga: Hellblade II, acaba de obtener el premio BAFTA al mejor logro técnico. Hay que destacar, además, que la obra había sido nominada en otras nueve categorías, incluidas las más importantes de los muy valorados Premios BAFTA Games, en su edición de 2025.
Aunque mi conocimiento y frecuentación del mundo de los videojuegos es casi nulo (me quedé en las primeras aventuras de espejos cortantes y cuchilladas del Príncipe de Persia ), hace tiempo que, por el propio Miguel, estoy al tanto de algunas vicisitudes del desarrollo de esta aventura. Narra la historia de una intrépida guerrera celta que debe emprender un viaje lleno de peligros al inframundo para rescatar el alma de Dillion, su difunto amante vikingo.
La recreación de espacios tenebrosos y el dibujo de complejos estados de ánimo, entre la exaltación, la tristeza profunda y la locura, figuran entre las buenas aportaciones de una propuesta brillante que se caracteriza por su elaborada narrativa, su fantástico realismo y los sofisticados métodos de lucha. Estos últimos incluyen algunos combates con espada muy novedosos, a veces con reminiscencias del legendario Ray Harryhausen, el gran maestro de los efectos especiales y de la técnica de animación conocida como stop motion.
Sé bien que la creatividad y el minucioso trabajo de Miguel, tras años de aprendizaje e intensa dedicación, han sido fundamentales, y estoy seguro de que este importante reconocimiento colectivo tendrá continuidad.
La alegría prolonga otras satisfacciones familiares recientes: en el ámbito escolar, Cecilia Ramos Arriero, otra querida sobrina, triunfó con su papel protagonista en el musical Into the Woods, representado en Wilmington, Delaware: una Caperucita muy original y, también a su modo, de armas tomar.
De modo que, al hilo de los estrenos del domingo de Palmas, mientras me enfundo los nuevos calcetines de hilo que me han vuelto a tocar este año (bueno, otras veces fueron unos cálidos gayumbos), me van a permitir que lance al aire de nuevo el viejo grito de ida y vuelta convertido ya en una especie de eureka (o sirena) familiar y de andar por casa: «Es Ramos al asomarse» (y su variante «¡Somos Ramos: al asomar somos!»).
Que no decaiga.
(En la imagen, Miguel Ramos Carretero, con el BAFTA).
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