Calle Claudio Rodríguez
(Al paso, 28). Una sencilla calle, no muy lejos de donde pasó los últimos años de su vida, en el madrileño barrio de La Prospe (en el 140 de la calle Santa Hortensia), homenajea al grandísimo poeta y singular persona que fue —en el primer caso, que es— Claudio Rodríguez. Un tramo pequeño pero bien arbolado y aireado, en una esquina de la calle Clara del Rey, con vistas a la Avenida de América, y al pie mismo de las Torres Blancas, que asoman sus platillos voladores por encima del muro. Paso a menudo por aquí, pero el azul de esta víspera primaveral, aunque fría y clara, me ha parecido que ponía el marco adecuado al recuerdo de alguien que hizo de la palabra un canto de lucidez y respeto a la vida, su dolor, su abarcadora ternura, su irrepetible aliento. Claudio Rodríguez nos dejó un puñado de poemas inmortales. En ellos, y en nuestra memoria, sigue vivo.
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Fotos AJR |
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