Cielo de Madrid, junto al Retiro y al borde de la primavera. Foto ©️AJR, 2018. |
Azul es siempre el cielo que refleja
la luz marina azul en sus espejos.
Azul es la celada que, de lejos,
pinta de azul los ojos de la vieja
la luz marina azul en sus espejos.
Azul es la celada que, de lejos,
pinta de azul los ojos de la vieja
costumbre azul de ver. Y la madeja
que el viento azul arrastra, en sus manejos
cara al sol, vuelve azul los aparejos
de la mañana azul: la arrastra y deja
cara al sol, vuelve azul los aparejos
de la mañana azul: la arrastra y deja
su cuerpo azul tendido al pie del muro
donde el día culmina su azul sueño.
Porque siempre el azul tuvo por dueño,
donde el día culmina su azul sueño.
Porque siempre el azul tuvo por dueño,
por santo y seña y por azul tropismo,
ese su ser azul del cielo mismo
el nombre, que es también azul oscuro.
ese su ser azul del cielo mismo
el nombre, que es también azul oscuro.
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