Es tan denigrante y vergonzoso, además de estúpido, el espectáculo que este primer sábado de octubre se está viviendo en Ferraz, en la sede del PSOE, que tengo que hacer grandes esfuerzos para no salir corriendo... hacia allá a soltar, ingenuo de mí, «cuatro verdades». Unos años atrás, quizás no muchos, sin duda lo hubiera hecho. Pero a estas alturas, y después de las aguas que han pasado bajo los puentes, he decidido que me voy a ir al cine, no sin un punto de inquietud y, sobre todo, meditando si merece la pena dar rienda suelta al cabreo interior y hacer una promesa, eternanamente provisional, similar al sentido de aquella palabra que tan repetida y enfáticamente suena en el famosos poema «The Raven», de Poe: nunca más.
Fotografía tomada de eldiario.es
4 comentarios:
Como diría Forges: "Pais, S.A." ¡Vaya tela!
Un abrazo.
Bueno, ahora al final del título del gran Forges tal vez le cuadraría mejor lo de «S.L.», habida cuenta de las muchas y evidentes limitaciones que nos cercan. Más abrazos.
Sabia decisión, Alfredo, esa de irte al cine. La realidad es tan irritante que va a ser cosa de coger un cuartito junto a la sede de la Filmoteca.
Y tanto. El problema, amigo Navajo, es que no la cierren, como al parecer ya se han planteado algunos cráneos privilegiados. Pero no todo van a ser malas noticias: al parecer, vuelven a abrir los cines Morasol, aquí al lado. La decisión fue sensata, aunque no redonda: la peli de Padura-Viscarret-Perugorría mo me gustó demasiado.
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