Octubre, que se va tan a destiempo,
tan sin saberse otoño ya vencido,
se lleva de la mano a un buen amigo:
Pancho Valiente, un alma en ser de perro.
Fueron plenos sus días y fue pleno
el afecto a su lado, siempre vivo,
siempre dispuesto a festejar contigo
o a soportar la espera con sosiego.
Pancho llegó al final entre el cariño
de la manada que creó en su entorno
y nos dejó el ejemplo de sus días.
Cuánta viveza en forma de ladrido.
Cuánta ternura en su animal de fondo.
Cuánto echamos de menos su alegre compañía.
Pancho murió el pasado 10 de octubre, tras unos días muy difíciles a causa de un progresivo pero veloz deterioro de su salud. Le faltaban poco más de cuatro meses para cumplir 16 años, así que la suya se puede considerar una vida cumplida. Ha sido una suerte compartirla con él. Y aunque ya le estamos echando de menos, nos ha dejado tantas vivencias agradables, que estoy seguro de que su recuerdo no tardará en ser uno de los motivos más gratificantes de complicidad familiar.
13 comentarios:
Un abrazo grande, Alfredo. :(
Ay, qué bonito y qué penita nos queda de estas ausencias.
Un gran abrazo,
(ya te contesté a lo del Camino, espero te satisfaga)
que pena, que no lo hayas vuelto a traer a Galicia. Cuanto siento su pérdida. Abrazos para todos.
Gracias, Cristaliña. Siempre es muy grato tener noticias tuyas. No pierdo la esperanza de «que el viento nos devuelva el fulgor de tu mirada». Ahora que le han dado el Nobel a Dylan, tal vez sea el momento de volver. Besos.
Gracias, Virgi. Y también por tomarte la molestia de documentar con tanta precisión tus estelas del Camino. Me ha sido muy útil, además de gratificante, la información. Besos.
Gracias, Anónimo o Anónima. Alguna idea me hago de tu identidad, pero son sólo barruntos. En todo caso, te sacaré de una confusión: Pancho nunca viajó a Galicia. Era un forofo del Mar Menor y solía pasar allí sus vacaciones, y a veces también las nuestras. Quizás lo estés confundiendo con su mediohermano Lucas, que sí estuvo algunas veces por la Ribeira Sacra, e incluso tuvo que afrontar, junto a viejos cruces de caminos, algún episodio semisalvaje. Abrazos.
Haciendo memoria, con apoyo externo, querido Anónimo Mtnez😜, resulta que Pancho sí estuvo en Galicia, en concreto en Viveiro (y alrededores), donde pasamos unos días de verano en el Pazo da Trave, quizás hacia 2004 o 2005. Pero creo que después no fuimos por Ourense, aunque pudiera ser que sí. Seguiré indagando. Abrazo grande.
Cuánto lo siento, Alfredo. Ahora se abre el tiempo del recuerdo.
Un abrazo
Gracias, José María. Así es, así está siendo.Otro abrazo.
Muy emotivo el homenaje... Le mantendremos vivo en nuestro recuerdo, un abrazo.
Gracias, Nando. Con Dimas, Lucas, Lupo y Lúa, además de Chipi, Benji, Rocky y tal vez algún otro más o menos allegado, forman ya una manada de viejos amigos fieles e inolvidables. Un abrazo.
¿Hace más de seis días que no entro en tu blog? Imperdonable. Ayer, cuando nos vimos, estuve a punto de preguntarte cómo es que no habías hecho referencia a la pérdida de Pancho en la Posada. Ahora veo que ese homenaje que yo imaginaba ya estaba escrito, con la belleza, emoción y generosidad que el amigo merece. Qué viveza se le ve en la foto.
Un abrazo.
Gracias, Antonio. Le dediqué un recuerdo en Twitter, con la inmediatez de los 140 caracteres, aunque no fue fácil, nunca lo es, dar con las palabras adecuadas. Lo de los blogs está claro que sigue en una marcada decadencia, aunque curiosamente el contador de visitas de La Posada mide en las últimas semanas un extraño repunte de visitas que no sé bien a qué pueda deberse. Misterios de las redes sociales. Cualquier año de estos me dejo caer por Feisbuk. Un abrazo.
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