jueves, 7 de abril de 2016

Gónghoras


Con tan sólo decir: «música oculta»,
salen como de un gong horas sonando
contra el fragor del día por ver cuándo
hiere a la aurora la hora más inculta.

Y poco más que carne aún insepulta
quedará vivo si se va secando
al aire y sus secuelas el nefando
circunloquio de tanta voz estulta.

Ya sólo letanías o rarezas,
fervores que se visten de antiguallas,
se escuchan a las puertas del Congreso.

La Realidad murió con los canallas.
Y tú, votante insomne que aún le rezas,
la ves hundirse por su propio peso.

Fotografía de autor no identificado. Tomada de aquí.

6 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

Gongorino soneto, preciso y oportuno. A verlas venir estamos, casi sin horas, casi sin esperanza.

Un abrazo.

virgi dijo...

Pasa el tiempo y lo que creíamos podría cambiar, sigue inamovible. O quizás peor.
Un beso (con poca esperanza)

Alfredo J Ramos dijo...

Gracias, amigos. Seguiremos atentos, de todos modos, a ver si el gong en algún momento anuncia una buena hora. Abrazo y beso.

Navajo dijo...

Es de suponer que, como viene siendo habitual, el gong sonará a la hora de comer, en el último minuto y antes de que se enfríe la sopa boba. Mientras tanto, como bien dices, voces estultas. ¡Qué hastío!

Isabel dijo...

Como vayamos a elecciones estará justificada la tremenda abstención que se producirá.

Navajo dijo...

Los votantes del PP no se abstienen ni se desencantan. Así que, todos a las urnas.