martes, 19 de abril de 2016
No me gusta su estilo
Pues no, míster, no nos gusta su estilo. Que quede claro. El error cometido el otro día, al chafardear con el apellido de un profesional que había hecho una pregunta del todo pertinente, podría explicarse por lo profundo de la cornada, apenas disimulado su dolor con esa suficiencia dizque irónica, tal vez sólo risible, de que «me gustan los retos». Como si la caída libre casi inaudita de este Barça irreconocible obedeciera a un programado «más difícil todavía». Algo que, obviamente, no se lo puede creer nadie. Podemos entender la ofuscación del momento. Lo que es inexplicable, y acaso marque un punto de no retorno en la pérdida de prestigio de un entrenador hasta ahora sólo polémico, es este empecinamiento en el error, el profundo mourinhismo de la peor estofa, y que ya ni el titular del exceso practica, y que ahora, por esas cosas que tiene la vida, y más las que se dirimen en torno a los caprichos de una vejiga llena de aire, parece haberse aposentado en el banquillo blaugrana. No es sólo que no nos guste su estilo, míster: es que eso no es un estilo, sino pura zafiedad.
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2 comentarios:
Bueno, el estilo de Luis Enrique es el mismo desde que jugara en el Madrid. Ya me resultaba desagradable en el equipo merengue y el grado de desagrado (valga el juego verbal) alcanzó aún más nivel como jugador en el Barça, y no digamos desde que es entrenador. Ni es la primera ni será la última. ¿Que sabe de fútbol? Por supuesto. Pero está claro que, como decía aquel: "Ca uno es ca uno y tié sus cosas."
Bien traído, Alfredo.
Un abrazo.
Bueno, Antonio, es uno de esos balones que te llegan botando y no te resistes a darles un puntapié. Hasta ahora no le había visto al susodicho, al que tengo entendido que llaman «Lucho», tanta torcedura y aviesez (sirva el palabro). Será que no me había fijado mucho. Abrazo.
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