La dimisión tardía pero finalmente imposible de evitar de este hombre que suele levantar nerviosamente los hombros cuando entre lo que dice y lo que sabe se produce la discordancia de la mentira, me ha recordado, también a mí, le vieja canción de Gabinete Caligari. A su título bien podríamos darle una vuelta para confeccionar un letrero y ponérselo delante de los ojos a más de un político y política, para que tomaran nota: «Soria, tu ejemplo nos señala el camino». Entre las consecuencias favorables de esta dimisión no es la menor esta oportunidad que nos brinda de regresar al siglo pasado y a melodías que siguen conservando su frescura, y a imágenes de nuestra aún palpitante juventud. Por esto, exclusivamente por esto, señor exministro, gracias. Y buen viaje.
3 comentarios:
La piñata panameña trae premio. Poco a poco van cayendo. ¿Toman nota sus votantes?
¿Nota, los votantes? Pa' mí que no.
Un abrazo.
Roto el cacaharro, todo es posible. Aunque apenas haya motivos para confiar... (excepto si eres atlético: ;-). Abrazos dobles.
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