domingo, 25 de septiembre de 2022

Presentación de «Rumbos»

Este próximo jueves (29 septiembre 2022, 18:30), en la antigua Casa de Fieras del Retiro (Biblioteca Eugenio Trías), le daremos la bienvenida a una hermosa criatura: un libro de arte y poesía que puede y debe contemplarse y leerse de arriba a abajo, al derecho y al revés, y en otras direcciones. Una obra de muy atinados Rumbos.
Hay que seguirle la pista

LAS LÁGRIMAS

Qué fácil es a veces rendirse a la evidencia: estos dos caballeros llorando como niños son la prueba tangible de que el supremo esfuerzo, el don de la excelencia y la voluntad firme de burlar el aciago discurrir de los días son aún formas posibles de demostrar a todos que se puede llegar a la cumbre con los pies en el suelo. Un ejemplo en verdad conmovedor. Dos leyendas en una. Y un canto a la amistad. ¡Gracias, muchachos!

(LUN, 614 ~ «Fotos quedan. Pie») 

sábado, 24 de septiembre de 2022

UN CUENTO INTERACTIVO

Me asomo a la ventana y lo primero que me llega es la ráfaga inconfundible del chiflo del afilador, que ha vuelto al barrio. ¿Cómo se llama la película? Aquí van algunas opciones: se admiten apuestas y, por supuesto, otras respuestas.


Escultura dedicada al afilador por el artista Buciños
en la plaza principal de Luintra (Nogueira de Ramuín, Ourense).

1. Relámpago sobre agua.
2. En el estanque dorado.
3. Dos cabalgan juntos.
4. Al oeste del Edén
5. Cuando ruge la Marabunta…
6. El filo de lo imposible [Benjamin FG y Maria B]
7. Cuando la rueda suena [Antonio dCG]
8. La afilada sombra de la duda [Miguel CR]
9. Despertares [Pilar A]
10. Amarcord [Maria Jesus FF]
11. El afilador de sonidos [Maite N]
(LUN, 615 ~ «Cuentos absurdos»)

viernes, 23 de septiembre de 2022

El Mar Menor, sujeto juridico

(

En voz alta). No está claro que, pese a su novedad y su indudable importancia institucional, el reconocimiento del Mar Menor como sujeto jurídico consiga ser algo más que un brindis al sol. Pero también cabe ver en esta iniciativa legislativa llegada a buen puerto el síntoma de que algunas cosas pueden empezar a cambiar de verdad. Y tal vez no sea desdeñable extender sus efectos en otras direcciones. Mi firma está también dispuesta para, por ejemplo, proporcionarle al padre Tajo algún tipo de protección que haga posible paliar y revertir su penosa agonía.

CAMBIO CLIMATÉRICO

La arañá del azar sobre la noche feriada. Foto AJR, 22

Andaba sólo un par de pasos por delante, calle arriba, tal vez camino de la Feria, que ya se está montando en el Parque. Justo en el momento en que la sobrepasé le estaba diciendo al móvil:

—¿Y con óvulo y espermatozoide donado, tía?

No sé si dijo “donado” o “donados”. Sí marcó, de forma bien clara, el signo de interrogación de cierre. No parecía andaluza ni creo que al teléfono lo llamara “celular”, aunque quién sabe. En la tele anuncian más inundaciones. Incluso un ciclón.
(LUN, 616)

jueves, 22 de septiembre de 2022

EN EL TREN DE LA MEMORIA

Niño en tren. Foto de autor no identificado.
Lo recuerdo tan vagamente que ni siquiera soy capaz de inventarlo. Pero sé que el primer lugar que conocí de Madrid, la ciudad en la que resido desde septiembre de 1974 (pronto hará medio siglo), fue la antigua Estación del Norte, o de Príncipe Pío, tal vez hacia 1958 o 59. Puede que incluso algún año antes. Por pura lógica narrativa y objetividad biográfica, debería corregir ese recuerdo y concluir que, en realidad, el primer sitio madrileño en el que puse el pie debió de ser la antigua parada de autobuses de La Sepulvedana, vía Talavera-Madrid, que se encontraba en la calle Cadarso, justo enfrente de donde después abriría la Sala Cadarso, uno de los lugares básicos del teatro independiente ya desde los años previos a la movida, cuando Madrid era un corral de comedias y quienes estábamos al tanto de ciertos lances dramáticos nos movíamos por un circuito bien preciso que tenía en los colegios mayores, con el San Juan, el añorado Johnny, a la cabeza, sus principales escenarios. Pero por encima del lugar de arribada de aquellos paquidermos lentos y estruendosos que eran los viejos autobuses de línea, a los que, curiosamente, por entonces todos conocíamos con el nombre de «la Rápida», el Madrid más antiguo que recuerdo es el de la maravillosa Estación del Norte, con las marquesinas de hierro de las altas naves que coronaban sus andenes y que a menudo estaban envueltas en el humo de las viejas máquinas de carbón. Y con los gigantescos convoyes entrando o saliendo por las vías, o parados como si durmieran un sueño de meses, con aquellas leyendas grabadas en su puertas, “Companhia International das Carruagens Camas”, o “Compagnie International de Wagons-Lits”, que iba deletreando con dificultad, trabado en sílabas desconocidas que en sí mismas eran una sugerencia de la atmósfera de novedad y hasta aventura con que vivía aquellos viajes veraniegos hacia el Norte..., aunque más bien fueran (sobre todo en los primeros años) viajes hacia la Edad Media de las películas de Bergman o Bresson. Un asunto, otro, de largo recorrido.

(LUN, 617)

miércoles, 21 de septiembre de 2022

UNA TUERCA DEVUELTA

Fotograma de Frankenstein (1931), de James Whale.
En escena, los actores Boris Karloff y Marilyn Harris.

Cuando Frankenstein entró en la sala de disección se dio cuenta de que se había equivocado de libro. Trató de llegar por un atajo a la portada, pero tropezó en el colofón y quedó sepultado al final del índice. Allí lo encontré esta mañana, casi tapado por una flor seca y con el tornillo intratraqueal fuera de sus anclajes. Había ido yo a comprobar una cita en el Melmoth y se me vino encima todo el estante de la novela gótica. Me miró con la ternura aquella de la escena del río con la niña y sentí por él una infinita compasión. Le ayudé a volver a casa. Y, agradecido, me regaló una de sus tuercas de repuesto. ¡Qué criatura tan sensible! Lo que pasa —aunque quién sabe de verdad nunca lo que de verdad pasa— es que no sé bien, ni mal, qué hacer con ella.

(LUN, 618 ~ «Clásicos profanados»)