lunes, 14 de junio de 2021

Mediodía metal


Dónde encontrar refugio
cuando el hueco del día
te oprime la columna vertebral
y el asombro
—como un felino por el bosque en llamas—
huye hacia las laderas
de la noche.
Sorbos de luz ardiente
para quemar mi sed.
Figuras rotas.
Alucinaciones
de la memoria antigua
que brotó del agua
y presagia raíces
clavadas en la atmósfera.

martes, 8 de junio de 2021

Atraco

 


Magnífico poema visual de Teo Serna

Me pone a la vista este palíndromo:
ATRACA LA LUZ AZUL A LA CARTA

lunes, 7 de junio de 2021

Un bicho raro

 

Antílope está siempre muy muy muy enfadado.
No le gusta la sopa, no le gusta la seño.
Cuando hay que irse a la cama, él nunca tiene sueño.
Antílope es un bicho muy muy mal educado.
Es invierno y el día está muy muy muy frío.
Antílope no quiere ponerse el chubasquero.
Se empeña en ir a clase ¡vestido de torero!
Y está montando un pollo con mucho pío pío.
«Anti, escuche —le dice su padre, ya cansado—:
si usted no va al colegio vestido como debe,
no iremos el domingo de Pascua a ver las nieve».
Antílope se queda muy muy muy callado…
Pero le dura poco y vuelve a portarse mal:
¡ahora dice que quiere vestirse de esquimal!

sábado, 5 de junio de 2021

Amarillismo en RTVE


(En voz alta). Se equivocan, y a mi juicio gravemente, los responsables de esta información deportiva de RTVE al amplificar e incluso subtitular el comportamiento insultante de un nutrido grupo de espectadores (bien alimentados de inquinina mezclada con un alto grado de estupidez) en el partido amistoso de la selección española contra Portugal (del viernes 4 de junio 2021). Los absurdos gritos contra Morata no digo yo que no sean dignos de relato y de condena, pero ‘recrearse’, aunque sea indirectamente, en ellos como si se tratara de un karaoke y con un cuidado despliegue técnico, casi a ritmo de VAR, es una deleznable forma de amarillismo. No beneficia a nadie y da altavoz a la mala leshe. En mi opinión, claro.

jueves, 3 de junio de 2021

Folklore, folclóricas

(En voz alta). En este artículo que Luz Sánchez-Mellado dedica a Rocío Jurado no me cuesta nada ver reflejada mi propia experiencia respecto a Lola Flores, auténtica “bestia negra” de cierto progresismo tardofranquista, e icono de fervorosos cultos posmodernos cuando, Ullán y otros mediante, ciertas valoraciones sobre las esencias patrias y sus manifestaciones comenzaron a tener otros sentidos. Y es que el arte, sea cual sea, no conoce más límites para su reconocimiento y disfrute que las barreras de las pequeñas mentes prejuiciosas. A Rocío Jurado, con todo, se la está moviendo tanto y tan escandalosamente en su tumba de madre, abuela, hermana, suegra, etc. que a uno le entran muchas dudas sobre el terreno que se pisa en según qué manifestaciones del folclore y aledaños. Para verlo más despacio. Si eso.

martes, 1 de junio de 2021

Hilario Barrero: poesía del Tiempo y el Deseo



(En voz alta). Esta mañana he recogido en El Buscón la poesía dizque completa, a lo largo de cincuenta años (1971-2021) de Hilario Barrero. Un bellísimo volumen, de título mitad cernudiano (realidad), mitad elotiano (memoria), y completamente HB, Tiempo y Deseo, esa luminosa y también terrible cruz. Es muy poderosa la imagen de cubierta (no se dice por ningún lado que es un grabado de Taddeo Zuccaro) y muy elegante la edición. Dentro, entre el prólogo de García Martín y el epílogo de Carlos Alcorta, el orden posible de una vida en la que la poesía ha sido —es— luz y lumbre, guía y querencia, visión y derrotero, pasión y herida... O, por decirlo con la precisión del título (que para eso está), Tiempo y Deseo. Un libro que sin duda va a situar a su autor en el lugar que le corresponde entre los poetas de la tribu. Y a nosotros, sus lectores y amigos, en las cercanías de una voz que ya se nos ha vuelto imprescindible. Noraboa, maestro. Corro a perderme entre estos rumbos.

lunes, 31 de mayo de 2021

Puls(ac)iones



—O «La luz del mediodía en tiempos de bonanza». (Nonsense)
Iría nuevamente por el camino aquel
que me llevaba al centro de la vieja Alameda,
mezclaría en mi cuenco carne salada y miel
de nuevo, como entonces, y tocaría la seda
de las hojas del árbol, escondido en el hueco
del sueño, en sus lianas de ficción poderosa,
en la misma pradera de aquella Ponderosa
que era el eco de un eco... (según Umberto Eco).
Y, antes de redimirme del eslabón perdido
y de las bascas agrias que en la boca sentía,
olvidar procurara los espejos sin luna.
Dame, si quieres, algo de tu sexto sentido
para poder ponerme en la piel del que fía
su corazón al viento y al azar su fortuna.