miércoles, 30 de octubre de 2024
Ullán llegaría a los 80
(En voz alta). Hoy hubiera cumplido José Miguel Ullán la improbable —increíble asociada a él— edad de 80 años. Murió hace 15, cuando aún no había cumplido los 66. Hace un par de años o tres que tengo extraviado el volumen de su poesía completa, que editó Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores bajo el título de Ondulaciones. Algo me dice que hoy puede ser un buen día para recuperarlo. Removeré baldas y a ver si hay suerte,
sábado, 26 de octubre de 2024
Caparrós y Leila: dos maestros
(En voz alta). A su maestría verbal de siempre Leila Guerriero ( a la que algunos, metatésicos, llaman a veces Lelia Guerrero ) suma aquí una fina y estricta generosidad, nada gomosa ni impostada, y esculpe una pieza de suma delicadeza y cercanía. Leída en el papel (sin foto) y donde solo lleva por título La teoría del todo, no tardó en dibujárseme en la mente el nombre de Martín Caparrós, bien es verdad que tras algún titubeo y al ritmo del feliz trenzado de las imágenes que, como quien descorre lentamente un velo, iba mostrando el rostro y la figura. Creo que es mejor título el del papel, porque añade algo de suspense e intensidad a la lectura. Y su alternativa, escueta, central, reveladora, bien podría ser un rotundo Caparrós. En todo caso, y aunque uno tenga preferencias marcadas, dos maestros. Ambos un lujo de la vieja lectura del periódico, esa tan querida costumbre —acaso una manía— en claro peligro de extinción.
jueves, 24 de octubre de 2024
Ángel Sánchez de la Fuente, in memoriam
La Palestra
ÁNGEL SÁNCHEZ DE LA FUENTE, en la memoria
Talabricense militante (Talavera de la Reina, 1946), helmántico de formación y barcelonés de larga estancia, ha sido un muy destacado profesional de la prensa escrita, con hitos en su larga trayectoria como su decisiva participación en el barcelonés Mundo Diario (1974-1980), de Sebastián Auger, o en la creación de Punto y Hora de Euskal Herria (1976-1990), entre otros medios que tuvieron un papel de importancia en las postrimerías del franquismo y los inicios de la Transición.
En 1978 Ángel formó parte del equipo fundador de El Periódico de Catalunya, antecedente de El Periódico de ámbito nacional, al que se mantuvo vinculado el resto de su carrera y del que llegó a ser subdirector y una firma de referencia, con secciones de gran éxito.
Antes de todo eso, hacia 1973, sus múltiples colaboraciones en La Voz de Talavera, bajo la firma de Ansafu —entre otras varias: puede que en ocasiones entre él y el inolvidable Eladio Martínez Montoya escribieran todo un número del semanario— y con secciones en verdad míticas como El catalejo de Carmelo o sus muy imitados “semáforos” (aún vigentes), fueron un estímulo para un grupo de jóvenes de la ciudad de los grandes puentes sobre el Tajo cautivados por la confianza en el valor de la escritura y el olor de la letra impresa. Su ejemplo fue determinante en mi decisión de estudiar periodismo. Y en diversas vicisitudes de mi actividad profesional, ha sido un consejero siempre atento y perspicaz, y un amigo.
En los últimos años, a través de las redes y los nuevos medios de mensajería, pude mantener con él algunas conversaciones sobre asuntos muy diversos (por lo común con Talavera al fondo) y siempre fue muy grata y estimulante su cercanía en la distancia, además de muy generosas las palabras que a menudo dedicaba a mis escritos.
He seguido, a través de parientes cercanos suyos (el querido y admirado Ismael, y mis cercanos Ángel o Barri) y buenos amigos (Agustín), el declive de los últimos meses hasta el temido desenlace, que se produjo en la noche del miércoles 23. Por el periodista y amigo Agustín Yanel, que en tiempos estuvo muy cercano a su quehacer profesional, he sabido la oscura noticia de su muerte; y su primo el escritor Ángel Sánchez Luengo, compañero de trabajos y escrituras, desde Barcelona me ha puesto al corriente de las últimas horas, de paz íntima en medio del inmenso dolor. Todos nos hemos conjurado para mantener vivo su recuerdo.
Buen viaje, maestro Ansafu, querido amigo. Ha sido un honor.
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27César Rodríguez de Sepúlveda, Francisco Caro y 25 personas más22 comentarios
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martes, 22 de octubre de 2024
Rilke y sus círculos
La Palestra
LOS CÍRCULOS DE RILKE
Aquel impulso me llevó a comprar una antología del poeta, con traducciones de Jaime Ferreiro Alemparte publicada por Austral; más tarde conseguiría la edición bilingüe de las Elegías duinesas y los Poemas a la Noche, del mismo traductor, editado en Adonais. Y seguí luego la pista rilkeana no solo en sus poemas, también en sus escritos diarísticos, sus reflexiones y consejos, su correspondencia… O los muy singulares Los apuntes de Malte Laurids Brigge, vertidos por Francisco Ayala en la edición de letra piojosa y no pocas erratas de Alianza.
Y, muy especialmente (por el impacto visual), recuerdo la lectura del Testamento, con edición facsimilar del manuscrito y versión española de Feliú Formosa.
Frecuentado en mayor o menor grado, según momentos, y siempre pendiente —como tantos— de una lectura completa y reposada que quizás nunca llegue, sí sé que Rilke es un ángel tutelar de lo que escribo, un referente insoslayable que aúna la belleza imprescindible y el comienzo de lo terrible que todavía podemos soportar de la vida, acaso porque sabemos que está más allá de toda comprensión y, en última instancia, confiamos en su benevolencia.
Esta foto editada que hoy me regala por su cuenta y riesgo el iPhone (viene del iCloud de no sé bien que mediador digital) me ha traído entre sus giros y sugerencias la presencia de Rilke. Que siga aquí.
domingo, 20 de octubre de 2024
Otro Casino
(Sonetillo desenmascarado)
cargados de dudas
corrían por los tapetes.
Y los negros cubiletes
movíanse raudos. Mudas
de serpientes por las mesas
con viejos venenos, fichas
de las apuestas y un verte-
dero de iras, entre espesas
nubes de humo. Las desdichas
de almas sin suerte. Y la muerte.
sábado, 19 de octubre de 2024
Mientras suena "Angie"
(Deletreando mientras escucho Angie)
Pensando en el amor que nos tuvimos
de todo lo que un día nos dejamos
olvidado entre asombros y caricias.
Y había una canción que nos sacaba
de los ojos un brillo y nos ponía,
criaturas venidas desde el hielo,
al borde del aullido o de las lágrimas.
De todas esas sábanas que el viento
agita en la distancia cual fantasmas
solo sabemos que una vez nos dieron
el rayo de su gracia y su ternura.
Hoy esa luz es ya solo una errante
estrella que se pierde en las tinieblas.
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