domingo, 23 de abril de 2023

LEER Y SER LEÍDO

Miquel Barceló: El pequeño amor loco, 1984. Colección Lambert, Aviñón (Francia).

«Leer es ser leído», dice el poeta loco en su corazón, mientras vuelve a acariciar su muy querido ónfalo y mira por si en sus estanterías le quedará aún algún orgasmo que llevarse a su muy atribulado y cansado corazón delator, tal vez el mismo que se escucha en el cuento de Poe, sin duda el que se esconde en el interior inaccesible de la jungla de Conrad, y puede que también aquel que el pintor Barceló tan bien representara en un jolgorio de su juventud mostrado en un palacio. «Leer es ser leído, desleídos, disueltos… migados con el pan del desayuno en el café nuestro de cada día, amén».

(LUN, 402 ~ «Imágenes que dan pie/ Día del Libro ‘23)

viernes, 7 de abril de 2023

LA EVAPORACIÓN (10)

Picasso: Las dos hermanas, 1902. Museo del Hermitage, San Petersburgo.
Antes de que ocurriera todo, ellas ya estaban allí, esperando. Luego, fueron las últimas en marcharse. Y en el día nuevo las primeras en acudir. Si queréis saber lo que de verdad pasó, tendréis que preguntarles. Son las verdaderas dueñas del misterio. De hecho, es muy probable que sean el misterio mismo.
(LUN, 423 ~ Picasso azul)

MEMORIAL DE AGRAVIADOS O TRES

Stephen Oliver: Crucifixión II (after Graham Sutherland), 2011. 
Copyright © 2011 Stephen Oliver – All rights reserved.
La pintura original de Graham Sutherland fue pintada 
para la iglesia de San Mateo de Northampton y se realizó en 1946.

Llegados a este punto, y mientras emergían con fuerza los restos de un acaso pretérito esplendor, la Ciudad toda se había convertido en un inmenso memorial de agravios en el que no faltaba vecino que no tuviera a flor de piel su querella, más o menos vetusta o flamante, con otro, y éste con un tercero, y el del centro con la periferia, el de la tramoya con el de las caballerizas, los alguaciles con los maceros, el corregidor con los corregidos, los cultos con los ágrafos… y así hasta completar el puzle entero de las vecindades. Así que llegado el día Viernes y cuando se acercaba la rompida de la hora, a nadie le extrañó que la multitud se acercara como un solo ser al cerro negro del Gólgota, y allí entre todos buscaran el modo de dirimir y lavar sus frustraciones y, por sobre todas las demás cuitas, el minucioso trabajo secular de la murria en sus ánimas y más aún en sus ánimos, y decidieran exorcizar todo junto cruxificando a aquel forastero al que al unísono, como por un efecto mágico, convinieron en considerar el verdadero culpable de todos sus males pasados, presentes y aun del porvenir. Y así lo hicieron. Luego, como en función de disimulo, y sosteniendo que era uso hacerlo desde época que decían inmemorial, llevaron el carrito de los borreguillos hasta el altar mayor. Y el tiempo siguió su curso.

(LUN, 422)

miércoles, 5 de abril de 2023

DADO DEL 5 de ABRIL

Maestro Venceslao (atribuido): Representación del mes de abril
correspondiente al Ciclo dei mesi» colección de frescos
de la Torre dell’Aquila, Castello del Buonconsiglio, Trento (Italia).


Abril con su luz más clara.
Con más clara luz su abril.
Su luz con abril más clara.
Luz más clara con su abril.
Más abril con su luz clara.
Clara con su abril más luz.

(LUN, 424; para Clara, por su cumpleaños)

martes, 4 de abril de 2023

TRES EN LÍNEA


Edvard Munch: La ruleta (‘Ved ruletten i Monte Carlo’), 1892. 
Rasmus Meyer Collection, Bergen (Noruega).


No el azar sino la suerte.
El no azar la suerte sino.
Azar la no suerte el sino.
Sino la suerte el no azar.
La sino suerte el no azar.
Suerte la azar sino el no.
(LUN, 425 ~ Dados)

lunes, 3 de abril de 2023

ESE ADN, ANDA, ESE

Resultado de imagen de ADN hormigas
Los eslabones de la vida.

MOLA PESE AL ADN DALA ESE PALO M
ESE ADN, ANDA, ESE
EN ESA MOTA DEL ADN, ÁNDALE: DATO MÁS ENE.


El código genético es nuestra primera lengua. y también la última.
Es curioso reconocer la existencia de secuencias palindrómicas en el ADN: 
algunas tienen un especial valor en los mecanismos auoinmunitarios.


El GOLEM

(O EL LENTO CRECIMIENTO DE LA PRIMAVERA)



Ilustración: Javier Serrano
Quizás porque no hacían más que proyectarse a través de nuestros ojos, y parecían capaces de aprovechar hasta el más pequeño resquicio de nuestros sueños, las nubes de la gran ciudad habían recuperado sus viejas formas vagamente corporales y no sólo transitaban sobre nuestras cabezas, como de costumbre, sino que se mezclaban con las muchedumbres solitarias y a menudo se dejaban ver como grandes ídolos en los rincones más concurridos.
—Esto no es lo que parece —dice Jack.
—Sí —responde Lytton—, no lo es.
—El lento crecimiento de la Primavera nos ha vuelto a superar.
—Ya no es posible estar preparados.
—Pudimos haber creado antes el Golem.
—Es el Golem quien nos pudo haber creado antes.
—¿Sin las palabras necesarias?
—Las palabras ya no sirven.
—No tenemos otra cosa.
—¿Y qué hacemos con la claridad?
—Puedes defecarla.
—Sigues masticando agujas de hielo.
—No espero que puedas entenderme.
—Tus voces se cuelan en mis sueños.
—Y tú eres la peor de mis quimeras.
—Tendríamos que rezar juntos.
—Hacer cualquier cosa juntos.
—Lo siento, olvidé tu nombre.
—Me llamo Jack. ¿Tú eres Lytton?
—Lo siento, olvidé mi nombre.
—Nos ha convocado él.
—Solo veo este paisaje.
—La casa del pararrayos helado.
—No soy capaz de salir de mi cerebro.
—Ya están a punto de llegar.
—Bah, seguro que es otra falsa alarma.
—Chisss, ¿no lo oyes?
—Hay demasiado ruido.
—El zumbido de fondo.
—Parece como si alguien se hubiera dejado la luz encendida.
—El zumbido de fondo.
—Chissss, chissss…
—Calla, calla…
Hay una crónica que aún puede consultarse en el Templo en la que se cuenta cómo el Golem se echó a andar y pasó el resto de sus días, que aún son estos, buscando a alguien que lo desenchufara.
(LUN, 426 ~ «Los figurantes de Javier Serrano», XI)