De nuevo nos quedamos sin palabras.
(LUN, 478 ~ «De la vida misma, de la muerte»)
Ilustración de Javier Serrano. |
Levanté la vista y vi en la ventana a alguien que me hacía señas. Parecía estarme hablando desde un poema que había leído muchas veces. «¡Come chocolate, niña, come chocolate!», oí una voz en mi interior. Luego supe que era mi abuelo Manuel y que le estaba hablando a mi padre Antón, para recordarle algo. Aunque quizás lo había confundido conmigo. En el séptimo cielo de Nosa Terra no es fácil saber si uno sube o baja. Tampoco acá las cosas son fáciles.
Caspar David Friedrich: En el velero, 1819. Museo del Hermitage, San Petersburgo. |