Maruja Mallo: Espantapájaros (Épouvantails), 1930. Col. Particular. El cuadro fue adquirido por André Breton a raíz de exposición que hizo la artista en la Galería Pierre de Paris, en 1932. |
lunes, 4 de abril de 2022
OTRO AMANECER
domingo, 3 de abril de 2022
LO QUE ORDENA EL AMOR
sábado, 2 de abril de 2022
VERLO & DECIRLO
viernes, 1 de abril de 2022
Toma genoma
(En voz alta). El artículo en el que Manuel Ansede da cuenta de la primera secuenciación completa del genoma de un ser humano, incluyendo las “frases” redundantes que hasta ahora se consideraban poco menos que basura, aunque pueden contener algún tesoro, tiene toda la apariencia de un comentario de texto; en concreto de un poema, y con mayor precisión, de unos versos bien conocidos (tal vez los que más) de Machado, don Antonio. El hallazgo, como explica el artículo, al parecer abre incalculables posibilidades para la comprensión genética de los humanos y permite vislumbrar insospechados caminos de actuación biomédica y terapéutica en un futuro inmediato. Cuando algo parecido se logre en relación con el cerebro y su funcionamiento es posible que el salto evolutivo de nuestra especie sea en verdad incomparable. Quien viviera para verlo. Y disfrutarlo, claro. Aunque, quién sabe: quizás intuirlo, imaginarlo con la sólida información puesta a nuestro alcance sea ya una forma de vivirlo. Lo innegable es que, mientras por un lado estamos sumidos en una desconcertante crisis múltiple de dimensiones casi inéditas, por otro nos asomamos, no sin vértigo pero con inmensa pasión, a unas fronteras del conocimiento que no dejan de asombrarnos. Tiempos, además de crudos y difíciles, también raros, insólitos, y llenos de expectativas y esperanzas.
EL POEMA DEL ADN
M.C. Escher: Bond of Union, 1956. National Gallery of Art, Nueva York. Cornelius Roosevelt Collection. |
jueves, 31 de marzo de 2022
En torno a Eärendel
Regreso a "Los Intocables"
(Al filo de los días). Pocas teleseries, entre las clásicas, tan poderosas y memorables como Los Intocables.. Puede que fuera la primera aproximación al cine de gangsters (o gánsteres) de la que pudimos ser algo conscientes y, en consecuencia, el verdadero germen de nuestro interés por un género cinematográfico en el que se han producido algunas de las joyas indiscutibles del séptimo arte, con la trilogía de El Padrino, que acaba de cumplir 50 años, a la cabeza. Un gran momento de la última ceremonia de los Oscars, bofetadas aparte, fue la aparición y presencia en el escenario de Coppola, De Niro y Pacino, mientras sonaba el tema musical de la obra, una de las bandas sonoras más pavlovianas y sugerentes que se hayan compuesto nunca. Un dato curioso de la versión española de Los Intocables es que su narrador, al parecer, era nada menos que Álvaro Mutis. Al menos eso es lo que comentó en este mismo muro Mariano Antolín Rato. Parece que así es. Presten atención.