lunes, 6 de septiembre de 2021

EL FARDEL

Balthus: Thérèse (detalle), 1938. The Metropolitan Museum of Art, Nueva York.
Donado por Mr. et Mrs. Allan D. Emil, en memoria de William S. Lieberman, 1987
© Balthus Photo : The Metropolitan Museum of Art/Art Resource/Scala, Florence.

La niña Clea, desde muy pequeña, estaba acostumbrada a compartir todas sus cosas. Si tenía manzanas, repartía manzanas; si caramelos, caramelos; avellanas cuando era la época y figuritas de mazapán por Navidad. No solo por eso, pero también por eso, tenía muchos amigos. Y casi todo el mundo la quería. Había algo, sin embargo, que nadie había conseguido averiguar: qué llevaba dentro del fardel que siempre portaba consigo y acerca del cual se rumoreaban las más variadas y peregrinas suposiciones, pero sin llegar a ninguna conclusión convincente y sin que apareciera nadie que a ciencia cierta supiera lo que quizás solo yo pude descubrir un día, pero que no pienso revelar nunca. O al menos no mientras permanezca en la cárcel.

(LUN, 996 ~ para Carmen Laforet~100 años)

domingo, 5 de septiembre de 2021

Paradojas de cara al otoño (de la civilización)

«Paradojas», Daniel Díez Trigo.
(En voz alta). Una muestra clara del “colapso objetual” en el que naufragamos es la multiplicación de los cascotes de la Torre de Babel, esa continua lluvia de meteoritos, entre una abundancia descomunal de neutrinos indetectables, que son las mil y una informaciones de todo tipo que cada día y en cada Ida están cayendo sobre nosotros. Por eso hay que agradecer a los maestros zahoríes como Miguel Ángel Curiel, su habilidad para detectar los cursos de agua que de verdad tienen algo que decirnos y sus formas tan atinadas de no cesar de estimularnos la sed. Y es que, en efecto, septiembre está lleno de paradojas, de citas acaso inconscientes como campos de amapolas blancas, de temblores esenciales y de encuentros breves como en las películas. A las personas les pasa lo que a las estaciones del año: por sus frutos las conoceréis.

LA TABERNA FANTÁSTICA

Representación de La taberna fantástica, de Alfonso Sastre, en Falces (Navarra).

Percutían los dedos sobre el barril del tabernucho con un ritmo tan perfecto y alegre que todo aquel decrépito escenario se transfiguraba, e incluso las personas, unos pobres desechos de humanidad dejada al margen, alcanzaban un aura de elegancia tan excepcional que parecían estar diciendo: «¡Píntame!». Y siempre había un Velázquez, un Kafka, un Grosz o un Valle que se aprestaba a hacerlo. Y muchos sastres, claro.

(LUN, 997)

sábado, 4 de septiembre de 2021

AL POR MAYOR

Calle en Eburia, noche. Foto AJR,2020.
Siempre la cantidad conseguía engañarle. Apenas necesitaba un grano, pero sin saber cómo se veía avanzando por la calle de cantos puntiagudos arrastrando el saco entero. ¿Se deberá a eso su oficio de charlatán? Y ese andar tan desmadejado, patarrete, como quien acaba de salir de la cuadra con las cántaras de la leche recién ordeñada, ¿se deberá a eso? Nada sabía a ciencia cierta. Bastante tenía con tratar de encontrar la tienda de ultramarinos para hacer el recado. De lo contrario, se vería obligado a salir del sueño por la puerta falsa.

(LUN, 998)

viernes, 3 de septiembre de 2021

EL DESTINO

Pieter Bruegel: «Meando contra la luna», de la serie Doce proverbios flamencos, 1558.
Museo Mayer van den Bergh, Antwerp (Bélgica).

Hacía tiempo que el cuentista sabía que su empeño era por completo inútil. Nunca conseguiría acompasar la micción de sus relatos con el sonido lunar de las noches, el desconcierto de las maniquíes o la destreza manifiesta de los pudibundos fabricantes de cachirulos onomatopéyicos. Pero insistía: la to’zudez, cultivada en las áreas más feraces de su dilatada heredad, era su única virtud. Tal vez incluso ya su única muestra real de vida. Y a ella se aplicaba como si no hubiera ayer.


(LUN, 999)

jueves, 2 de septiembre de 2021

Adiós a Mikis Theodorakis


(En voz alta). In memoriam, Mikis Theodorakis. Aunque es mucho más conocida la banda sonora de Zorba, el griego, indisolublemente unida al sirtaki bailado por Anthony Quinn, el peculiar estilo compositivo del músico que acaba de morir brilla en otras muchas obras, entre ellas en esta excelente película de Costa-Gavras. Que la tierra le sea leve.

UNA VIDA DE PELíCULA

 

Entrada tapiada de los antguos cines Duplex. Foto AJR, 2021

Se había mudado a aquel coqueto loft de General Oraá, construido en lo que habían sido los cines Duplex. Lo hizo movido por cierto fetichismo cinéfilo y por el eslogan de la promoción, que prometía “una vida de película”. Lo que no sabía era que el edificio estaba también levantado sobre las ruinas de un viejo monasterio dominico, cripta incluida, del que además se rumoreaba que habían sido inhumados algunos inquisidores. El caso es que no tardaron en producirse lo que él denominó “fenómenos paranormales”, si bien, por lo que contaba, eran sucesos terribles y de absoluto canguelo: sangre saliendo a borbotones por los grifos, enervantes alaridos a altas horas de la madrugada, continúas interferencias televisivas con escenas monstruosas... «Aunque, tío», me dijo, «¿sabes qué es lo que de verdad me saca de quicio y me parece la mayor putada?… Pues que, si hay un género que detesto, es el de las pelis de terror».
(LUN, 1000)