(En voz alta). Casi todo ha pasado por la voz de Jesús Quintero. Y por sus silencios. En el eje de este programa de memorias (un hermoso recuento y homenaje) aparece con Iñaki Gabilondo, que ahora está también de retirada. Dos maestros. Dos modelos. Inimitables. Irrepetibles.
(En voz alta). Vuelven a recrudecerse las amenazas contra las lenguas clásicas y, en concreto, contra el griego. Se multiplican también las reivindicaciones para que no se perpetre un nuevo disparate. Oigo en la radio a una joven estudiante andaluza aportar una razón vital y poderosa: «Es que cuando vas aprendiendo griego te das cuenta de que las cosas encajan». Difícil explicarlo con mayor precisión. Y urgencia. Todos estamos concernidos.
(Al hilo de los días). El triunfo de la @ o arroba, su liderazgo entre los signos más usados de nuestro tiempo, ejemplifica el ascenso hacia el éxito rotundo de lo que parecía marginal. Como si se hiciera verdad aquella hermosa metáfora del salmista: «La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular». Un ejemplo fértil de lo que cabría entender por justicia poética.
Creo que ha contribuido también a ello, por un lado, la estética material del grafismo, impulsada por el poder hipnótico del giro en espiral como representación del movimiento (tal vez un esquema del mundo interior del átomo, pero también del “baile” de las constelaciones). Y por otro, el no menor poder simbólico de su concreción gráfica: no es difícil ver en la arroba una representación esquemática de esa “tela de araña” que es la Red (Net), y no sería raro que algún precedente de ella, a modo de balbuceo rupestre, se encontrara entre las pinturas parietales de nuestros ancestros.
Desde un punto de vista cabalístico, es también relevante que el trazado en espiral del signo funda en un solo carácter el “alfa y omega”, señalando su condición de resumen (principio y fin) del “relato” esencial. Mucho en tan poco.
Curiosamente, si se parte de su significado inicial como abreviatura de unidad de medida, hay que concluir que, en realidad, no ha variado su destino: ahora, en cierto modo, mide el peso de la comunicación en nuestro mundo.