viernes, 22 de enero de 2021

El desorden que dejas

(En voz alta)El desorden que dejas (la serie), después de atraparnos en sus agradables localizaciones, en un par de giros hábiles de la trama, bien resumida en la sugerencia de un título que es a la vez cifra de un modo de contar, y en el gran mano a mano interpretativo de dos muy buenas actrices, Lennie vs Cuesta, finalmente acaba defraudando por lo disparatado del desenlace y, también, por la incomprensible tortura que supone ver el esfuerzo de algunos actores por hablar español (castellano) con deje gallego. Nubarrones, me temo, de esa mentalidad reductora que es el nacionalismo.

jueves, 21 de enero de 2021

La hora rohal

 

(En voz alta). 20:21 del 21 (1) del 2021.

Manolo Tena

(En voz alta). Algún día tendré que pararme a escuchar “de verdad” a Manolo Tena, un casi coetáneo, tempranamente desaparecido. Esta canción me gusta mucho: está compuesta con todos los tópicos que sabemos que son verdaderos, frases hechas de típicos estados mentales, sin que se sepa bien qué fue antes, el relato o la experiencia. Al encontrármela hoy y escucharla me ha parecido que tiene ecos de Triana, aunque puede que sea sólo el eco del tiempo, por sí mismo. Y sin más.

Amanda Gorman

(En voz alta). Para conocer un poco más a Amanda Gorman: esta entrevista.



lunes, 18 de enero de 2021

Rito


(Para Antonio y Carmen,
en un nuevo cruce de caminos:
que no cese la música.)
Venía en busca de palabras,
dispuesto a levantar el velo
o a remover el hielo
que a menudo las oculta,
también a descolgarlas de los altos andamios
donde a veces se esconden de la muerte.
Pero no fue necesario buscar más.
Casi todas estaban en la música.
Y las restantes aguardaban en silencio.

sábado, 16 de enero de 2021

A flor de piel

(En voz alta). Leyendo el valiente, divertido y por momentos muy intenso libro de Sergio del Molino La piel, llego a este “himno generacional”, o algo semejante, «cuyo peso en la cultura de occidente —enfatiza de corrido SdM— es muy superior a la mayoría (sic) de los artistas y escritores que se elogian en las secciones de cultura de los diarios importantes». Confieso que el título de Girls Want Just To Have Fun”, así a bote pronto, lo único que me evocaba era aquel “las chicas son guerreras” en el que alguna vez intuí, además de una verdad demostrable, cierto atisbo de un feminismo sin militancia ni pestilencia al que siempre me he sentido muy cercano y no sólo por solidaridad, sino por respeto a y valoración de —también— “la parte femenina que hay en mí”, como solía decir en mis tiempos mozos. Pero esa es otra deriva. Lo llamativo de este reclamo del libro de Del Molino es el “descubrimiento” de un hito cultural al que hasta ahora permanecía, si no del todo ajeno —cuando suena la música resulta que hay en ella algo muy familiar—, sí tan ricamente al margen. Va a ser verdad que las brechas generacionales están por todos lados y que la posibilidad de contrastarlas no cesa de salirnos al paso. Me regreso a La piel.

miércoles, 13 de enero de 2021

Perfiles de mujeres en el «Quijote»

(Al filo de los días). Una de las sorpresas más agradables del retorno a casa, en Madrid, tras días complicados en el Mar Menor, fueron algunos envíos postales acumulados en mi buzón o que Miguel, el conserje, gentilmente recogió y me entregó antes de que la nieve nos aislara. Aparte de algunas felicitaciones navideñas manuscritas —respuesta casi todas a mis envíos “militantes” a la antigua usanza— , había varias publicaciones. Entre ellas, el precioso ejemplar de Perfiles de mujer en el Quijote, un libro-objeto (joya) que reúne unos muy interesantes textos divulgativos de Manuel Ramos Méndez sobre las mujeres en la novela cervantina con los excelentes dibujos creados ex profeso por Ramón Pérez Carrió. Un ensamblaje singular editado con la solvencia y gracia con que Linteo presenta sus obras. Ahora, al recuperar este recuerdo del vigésimo aniversario de la fundación de la editorial, celebrado hace un año, compruebo que la promesa que el reportaje periodístico anunciaba en sus titulares ya es una muy palpable y espléndida realidad. Qué alegría produce, en estos tiempos mezquinos, comprobar que algunos hermosos proyectos se cumplen y, además, con tan alto grado de perfección. Noraboa de nuevo, querido Manuel: un sueño (otro) cumplido. Vendrán más.