miércoles, 13 de junio de 2018
Hablarle a Borges (1)
(Hablarle a Borges, 1). «La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido», dicen que dijo Borges.
Y se me ocurre: «¿Y no valdría, maestro, echar mano de un metaplasmo de condición algo rotacista, y convenir en que también le cuadra a la literatura la condición de “sueño digerido”. No otra cosa acaso sea el escribir que una necesaria digestión del alimento más preciso: el soñar. Y ahí nos encontramos».
(Hablarle a Borges, 2). Y dicen que dice Borges: «La sencillez no es nada si no es una modesta y secreta complejidad».
Y, tras asentir, se me ocurre que, en sentido inverso, no hay complejidad digna de tal nombre que no tenga en su interior la pepita de la sencillez.
(Hablarle a Borges, 3). Y dicen que Borges dijo: «¿Quién soy yo? ¿Quién es cada uno de nosotros? ¿Quiénes somos? Quizá lo sepamos alguna vez. Quizá no...».
Se me ocurre sugerirle que acaso todo se aclarará cuando por fin logremos comprender —James y Amenábar mediante— que estamos destinados a ser Losotros, ese pronombre definitivo.
(Hablarle a Borges, 4). Dicen que Borges dejó escrito: «La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma».
Tras sobreponerme a la melancolía que la frase y su verdad me provocan, me atrevo a añadir: «Y, sobre todo, vuelve casi infinita o sempiterna nuestra condición de lectores».
(Hablarle a Borges, 5) «Si el espacio es infinito —dicen que escribió Borges—, estamos en cualquier punto del espacio. Si el tiempo es infinito, estamos en cualquier punto del tiempo».
«Y pese a todo —se atreve a añadir el que responde al pronombre yo—, no somos cualquiera. ¿O tal vez sí?».
Conversación
Henri Matisse: Conversación bajo los olivos, 1921. Col. Carmen Thyssen-Bornemisza, en depósito en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. © Succession H. Matisse / VEGAP, Madrid. |
—Sé que crees —me dice— que entiendes lo que piensas que dije...
—Sí —le contesto—, pero vas a añadir que no sabes si me doy cuenta de que lo que yo he entendido no es lo que tú querías decir...
—¡Eso es!
—¡Es eso!
—¡Eso es!
—¡Es eso!
...
martes, 12 de junio de 2018
Efecto llamada
Isabel Baquedano: Sin título [La huida a Egipto], 2011. |
Efecto llamada (o El precedente)
Acaso nadie de los que, sobre las aguas, esperaban el amanecer de un nuevo día podía sospechar que, en realidad, su peripecia era el más reciente capítulo de una larga y ominosa historia.
(Isabel Baquedano, in memoriam, 1936-2018)
lunes, 11 de junio de 2018
El canto del gallo
domingo, 10 de junio de 2018
O Brother!
(Cinemagias, 12). El afortunado remedo, en clave de política española, de una de las secuencias más conocidas de O Brother! (2000), la peli musical de los Coen en la que, con tanta libertad como gracia, los geniales hermanos recrearon a grandes rasgos la Odisea, me ha abierto el apetito por volver a verla.
Recuerdo la sorpresa que en su día me produjo, no tanto por lo inesperado de su factura como por lo afortunado de la manera de contar una historia acaso "oportunista" en su espectacular composición, pero llena de momentos felices, candidatos varios de ellos a figurar en esta muy personal antología de las magias del cine.
Una de las escenas cautivadoras de O Brother! es esta "lectura" del episodio de las sirenas en clave hipersensual y, a la postre, por completo desmitificadora de la capacidad de todo héroe para estar realmente a la altura de su destino.
Feria
sábado, 9 de junio de 2018
Testimonio
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