lunes, 16 de marzo de 2015

La Rioja, revisitada

Desde hace algunas semanas está disponible en librerías una nueva edición (ya la sexta) de la Guía Total de La Rioja, publicada por Anaya Touring. En esta ocasión, además de actualizar por completo las informaciones prácticas, he ampliado considerablemente la excursión de la Ruta de los Dinosaurios y las entradas referidas a la comarca de Los Cameros, el Nuevo y el Viejo, que en los últimos años ha conocido cierto desarrollo turístico, además de incrementar las posibildades de conocimiento y disfrute de su impresionante naturaleza. Las informaciones referidas a Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Calahorra, Alfaro (excelente la restauración del interior de la colegiata de San Miguel), Briones o los monasterios de San Millán, entre otras, han sido reelaboradas, así como la amplia ruta por La Rioja alavesa, ya incluida anteriormente. También la semidesconocida comarca de Las Viniegras, fronteriza con las altas tierras sorianas y con los mencionados Cameros, es objeto de atención.

Durante unos intensos días del pasado mes de agosto volví a recorrer la región, de este a oeste y de norte a sur, y pude comprobar que, bajo el dédalo de autopistas y autovías notablemente ampliado o mejorado, mantiene sin grandes cambios sus principales alicientes. Los signos de modernidad son perceptibles, además de en algunas localidades, en el tradicional ambiente de las bodegas, una de las grandes novedades de los últimos años, y que ha dado pie al desarrollo del llamado enoturismo, con el vino y la gastronomía como principal argumento viajero. Aunque es cierto que, como en el resto del país, la crisis de los últimos años ha dejado huellas visibles en la comunidad riojana, no lo es menos que sus principales atractivos, tanto paisajísticos como monumentales y, sin ningún género de dudas, gastronómicos, siguen siendo muy poderosos. La aspiración de esta guía, todavía impresa pero ya muy atenta a las nuevas formas y tecnologías  viajeras, es la de convertirse en una herramienta útil para comprobarlo. Transcribo a continuación el prólogo que he escrito para la nueva edición. 


Siete viajes al país de los siete ríos

La Rioja es la comunidad autónoma más pequeña de la España peninsular: solo ocupa el uno por ciento del territorio. Sin embargo, su espacio geográfico es muy rico y variado, en gran parte debido a los siete ríos que configuran otros tantos valles. Ya solo los nombres de estos cursos fluviales (Oja, Tirón, Najerilla, Iregua, Leza, Cidacos y Alhama) cifran sugerencias que bien pudieran convertirse en poderosos argumentos viajeros. Todos ellos, además, son afluentes del gran padre Ebro, cuyos profundos meandros dibujan los perfiles fronterizos de la comunidad respecto a las tierras castellanas, vascas, navarras y aragonesas.

Seguir el curso de un río tal vez sea la metáfora más perfecta del viaje. En el caso de La Rioja, no sería difícil organizar un recorrido completo y ordenado por la comunidad guiándonos por esos siete ríos. Aunque naturalmente implicaría idas y venidas por itinerarios poco prácticos para los usos viajeros actuales. Pero, si no pegados de forma estricta a esos siete trayectos fluviales, sí podemos resumir los principales atractivos que la comunidad riojana ofrece al viajero de hoy identificando siete viajes posibles, cada uno guiado por un argumento bien preciso.

Es inevitable comenzar por el viaje al reino del vino, sin duda lo primero que se nos viene a la cabeza con solo oír el nombre de una región que ha convertido el fruto de sus viñedos en su mayor signo de identidad y de reconocimiento en todo el mundo. El Ebro bien puede ser el guía de un recorrido que, desde Haro y Briones hasta Calahorra y Alfaro pasando por Logroño, nos permitirá visitar un sinfín de bodegas. Muchas de ellas han sido renovadas con una apuesta tan firme por la modernidad, que incluso parecen naves espaciales recién aterrizadas sobre los viejos campos de labor.

El propio Ebro y el Najerilla dan pie para el viaje al corazón del Camino. Hablamos, claro está, de la ruta jacobea. Y es que la principal vía de peregrinación a Compostela tiene en la Rioja estaciones tan principales como Navarrete, la propia capital, Nájera y, sobre todo, Santo Domingo de la Calzada, patria del gran constructor de puentes, caminos y hospitales. Un desvío de esta ruta, imprescindible por su valor simbólico y por su encanto paisajístico, es el que nos acerca al Monasterio de Valvanera, en pleno corazón de la serranía.

Desde Valvanera es fácil derivar hacia otro recorrido que la Rioja nos propone: el viaje a la cuna de la lengua. Tiene su epicentro en los monasterios de San Millán de la Cogolla, declarados Patrimonio de la Humanidad. Tanto en el fundacional de Suso, donde el monje Berceo comenzó a utilizar con soltura y gracia el «román paladino en el qual suele el pueblo fablar a su vecino», como en el Monasterio de Yuso, en el que se rinde tributo a los orígenes de la lengua castellana y se impulsa su estudio, son numerosos los placeres viajeros que ofrece una singular unión de cultura, arte y filología. Y todo ello en el sensitivo entorno del valle del río Cárdenas (afluente, por cierto, del Najerilla), frente a paisajes sobre los que parece estar flotando el mismo aire que inspiró una nueva forma de nombrar el mundo.

Una cuarta propuesta, de la que pueden ser guía adecuada los cursos del Iregua y el Leza, es el viaje a la tradición. Admite rumbos muy diversos, pero no nos equivocaremos si lo centramos en el recorrido de los dos Cameros, viejas tierras de trashumancia y de oficios ya extinguidos que ahora buscan, y con cierto éxito, nuevos impulsos de la mano del turismo rural y el disfrute de sus paisajes privilegiados. Es una senda que ya han recorrido poblaciones como Ezcaray, uniendo naturaleza, deporte, tradición y gastronomía.

Y ya que surge esta última palabra, no podemos olvidar que todo recorrido por La Rioja acaba siendo, tarde o temprano, una ruta del buen yantar. Las posibilidades en este apartado son muchas, pero las más peculiares y suculentas son las que dan pie para realizar un viaje a la verdura. Lo podemos situar en las bajas tierras que riega el Cidacos, en torno a Calahorra, donde no en vano se ha inaugurado un museo que tiene este mismo cometido.

Con su evidente herencia romana, Calahorra es un buen punto de partida para llevar a cabo un intenso, imprescindible, viaje a la historia. Numerosas son las posibles etapas del mismo a través de una zona llena de nombres como Clavijo, Sajazarra o Viguera, pero no hay duda de que ha de tener uno de sus principales hitos en Nájera, antigua corte y panteón de los reyes de Pamplona.

Y, por último, más allá de la historia, el viaje a la prehistoria. El Cidacos, junto con el Alhama,  su afluente el Linares y el tramo medio del Leza, reúnen en su entorno el conjunto de yacimientos de huellas fósiles y otros rastros de dinosaurios más importante de Europa. Cornago, Enciso e Igea son las poblaciones de referencia de este séptimo y definitivo viaje al Cretácico, que se ha convertido en uno de los grandes reclamos de la zona. Es, además, un adecuado colofón para comprender que todo viaje (ese río que nos lleva) es siempre una suma de sensaciones, de emociones, de imágenes y de imaginación.

Alfredo J Ramos © Grupo Anaya, 2015.

Alfredo J. Ramos © Grupo Anaya, 2015

viernes, 13 de marzo de 2015

El coleccionista de enciclopedias

Bin Laden en su refugio de Tora Bora.
Imagen cedida por la oficina del Fiscal de Nueva York y tomada de el_país.

El hombre del turbante blanco, el rostro aceitunado y la negra barba piramidal, posa ante las cámaras sentado en postura yóguica, ataviado con vestimentas disímiles, como si hubieran sido recolectadas en un baratillo para hacer un teatro de aficionados o, simplemente, para andar por casa en pie de guerra. Y de esa guisa, lanza una mirada levemente perdida, o ensimismada, mientras pronuncia, acaso de memoria, una sentencia que quiere que suene como amenaza creíble para unos y como canto hipnótico para los próximos. Sin embargo, por detrás de toda esa representación, mitad desmintiéndola y mitad corroborándola, lo que se pone de manifiesto es una oculta o desconocida condición del personaje: parece alguien que ha dedicado la mayor parte de su vida a coleccionar, fascículo a fascículo y tapa a tapa, todas esas enciclopedias que se alinean a su espalda, sobre el diván y el lecho (aquí duerme el arma), y cuya temática no costaría mucho adivinar, si fuera necesario. Es probable que todas ellas sean solo encuadernaciones de una misma y reiterada idea. Y es posible, también, que algunas contengan técnicas útiles para algún tipo de bricolaje, el manual del muyahidín autosuficiente, tal vez unos cursos de aeromodelismo. Y no ha de faltar, en un lugar destacado de la pulcra y escuálida biblioteca, un breve tratado del juego de ajedrez que incluya, entre sus infinitas variaciones, esa estrategia básica que pasa por el derribo de las torres del rival.

lunes, 9 de marzo de 2015

La belleza que cura

Aquí debería verse una noticia de RTVE1 en la que se cuenta, con imágenes, como un enfermo terminal pidió ver de nuevo los cuadros de Rembrandt como último deseo antes de morir. Este lienzo blanco en que se ha convertido el presunto enlace ofrecido por la pestaña «ponlo en tu web» tal vez esté mostrando un signo de la gran contradicción de estos tiempos en los que el exceso de información y de imágenes, buena parte de ellas secreciones purulentas y hasta cancerígenas del yo, empieza a ser un verdadero problema: el problema del vertedero. Los últimos autorretratos de Rembradt muestran el que si duda es uno de los estados de mayor transparencia alcanzado por la expresividad humana. Son la vida con toda su luz. Y el mayor consuelo. 

martes, 24 de febrero de 2015

Rosalía, aniversario



Se cumplen hoy años (178, si no hago mal las cuentas) del nacimiento de Rosalía de Castro. Como es sabido, a ella le debe la lengua gallega el inicio de su renacer como lengua de cultura. Un resurgimiento enraizado en la cultura popular y que, a lo largo del último siglo y medio, ha logrado traducirse en una gran riqueza de obras, movimientos y nombres, hasta culminar en un presente brillante en lo literario, pese a que todavía haya que batallar para lograr la plena normalización del uso del gallego y frenar el relativo descenso de hablantes que se ha producido en los últimos años. Hace sólo unos días, las calles de Santiago acogían un clamor popular para reclamar de las autoridades de la Xunta el cumplimiento de sus obligaciones al respecto. Las tantas veces vidriosas cuestiones nacionalistas, siempre en trance de convertirse en una pelea de gallos, en lo relativo a la defensa de la lengua tocan aspectos muy sensibles, cruciales en su razón de ser, y nada parece más justo y razonable que garantizar a los ciudadanos el derecho a conocer y utilizar la forma de nombrar el mundo más cercana a su propia tradición y a sus querencias. Pero, además, no vendría mal que el Gobierno central se preocupara un poco de potenciar la presencia de las lenguas peninsulares en el resto de España, pues son el vehículo del conocimiento y disfrute de una riqueza cultural cuya valoración y difusión adecuadas parece la mejor manera, junto con la justicia económica, de asegurar la cohesión del Estado. Es una lección que, entre otros, ya nos enseñó García Lorca con su especial aprecio de la figura de la escritora y del idioma gallego. Esta Salutación elegíaca a Rosalía, que Amancio Prada interpreta con su habitual cuidado y devoción, es una buena prueba.

lunes, 16 de febrero de 2015

Trabes


Hay frases que prefieren seguir vivas
Y lápidas carentes de sentido
Los huesos del poema son elásticos
Pueden sobrevivir a la catástrofe
El poeta se mueve entre dos mundos
Entre dos muros  En medio de las aguas
Como Ulysses atado en la cubierta
Sabe que son sirenas engañosas
las que roban su espíritu  Descifra
sus infinitos nombres sombreados
Las ama con pasión  Clama por ellas
Siente cómo se alejan con su carga
De veneno inmortal y nudos corredizos
Pasa la tempestad  La calma extiende
su sombrilla de tópicos amables
Las lápidas arropan a sus muertos
Y hay frases que prefieren seguir vivas



Imagen 
Ruinas de la ermita de San Xoán do Cachón, posible primitivo enclave del Mosteiro de Santo Estevo, en Nogueira de Ramuín, Ourense. 
En el dintel puede leerse esta inscripción: 
«+ CUM DEI ADMINICLO / FRANKILA ABBA CONDIDIT OPUS / ERA DCCCCLVI»
Foto © AJR, 2007.



Rescatado de los Arcones de La Posada.
Primera publicación: 30/07/10 16:50.

domingo, 15 de febrero de 2015

Hoy mismo, acaso ayer, cada mañana

Raoul Dufy: L'Atelier.
Para creer en ti
sólo hace falta
abrir los ojos.
La fe no es eso.
Lo sé. Pero no creo
que me haga falta
ni siquiera la fe
para creer 
                     en ti
como ahora creo.