domingo, 25 de agosto de 2013

Arca Sacra



Días intensos de navegación. Ayer cruzamos la Puerta de Tannhäuser y hoy hemos puesto rumbo al Confín Génesis 7-23. Estamos a punto de dejar atrás el universo conocido. En las grandes bodegas de Arca Sacra todas las criaturas que pudimos salvar duermen sin pulso. Ya he activado el proceso de hibernación de Estela, tras revisar su cápsula y besar una vez más sus labios. Me dispongo a entrar en mi camarote para el largo sueño mientras escaneo estas líneas de mi pensamiento sobre la memoria central. El programa se pondrá en marcha en treinta segundos. Todo queda a partir de ahora en manos de GZK-95, el noeneón androclónido al que tanto debemos, y su cohorte de valerosos iceenes, los recién simbiotizados Iaes Cyborges Nanoexpertos, nuestra gran esperanza. Confío en que sepan conducirnos a un lugar donde... 

Arriba, El arca de Noé (detalle), ilustración de Eduardo Arroyo para La Biblia. 
Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2404.

viernes, 23 de agosto de 2013

La tierna espera

Otto Dix: Retrato de Sylvia von Harden, 1926.
en una sillita tomando un café
una en un café sillita tomando
sillita tomando en un café una 
tomando sillita en una un café
un café en una tomando sillita
en una tomando sillita un café


(De las declaraciones de Luis Bárcenas 
ante el juez Ruz.)

miércoles, 21 de agosto de 2013

La ruta natural


Le pregunté a mi ayudante Virgilio por el panel informativo que en plena ruta del Mar Menor señala el desvío a «Los Infiernos». Virgilio, que cabalga conmigo desde hace al menos media vida, me dijo que por allí se evitaba dar un rodeo, aunque la senda era más agreste y tendríamos que andarnos con cuidado porque sus laderas estaban infestadas de pobres criaturas execrables. 
«Todo encaja», pensé. Y al tiempo que arreaba mi mula en dirección a aquel camino, comprobé una vez más que llevaba en la alforja todos los instrumentos de mi oficio: la cruz, la estola, los óleos, el acetre...

Fotografía tomada de aquí.

martes, 20 de agosto de 2013

Con "z" de sueño (el último de la lista)




... ZZZZ
SOÑÉ USAR APARTE LA LETRA PARA SUEÑOS:
Z Z Z Z...

[AJR, 9:37;  Palíndromos ilustrados, XXVI]


Considerado como una sola frase que describiría la acción de, por ejemplo, un dibujante de cómic en el trance de darle vueltas a la forma de utilizar en sus viñetas la onomatopeya con que comúnmente se indica que un personaje duerme, este palíndromo bien podría ser el último de la lista. Quiero decir que en un repertorio ordenado alfabéticamente de estos juegos verbales sin duda ocuparía la última posición. Al menos, en lo que se me alcanza, y por el momento. Aunque nunca se sabe. Como suele ocurrir más de una vez, llegué a la frase central sin saber que ya otros habían ido y vuelto por la misma senda. Concretamente, en la recopilación de Carbajo, el palíndromo «Soñé usar, aparte, la letra para sueños» aparece firmado por TOX = Xavier Torres Farré. Atribución que se confirma en la página «SobreverboS» del portal del Movimiento Literario Palindrómico REVER. A cada uno lo suyo. Ahora bien, tal como lo publico aquí, no lo he visto en ningún sitio.



domingo, 18 de agosto de 2013

gag A gag


Escena tras escena, de chiste en chiste, vimos cómo la función recorría todos los registros dramáticos, dentro de su predominante tono de humor negro, con burdas derivas hacia el esperpento facilón, los quiasmos y retruécanos de la astracanada, los trucos (malos) del vodevil. Entre los espectadores, muchos de ellos provistos del antifaz narigudo que con su prístina condición simbólica subrayaba la evidencia del hedor, todos conteníamos la respiración, a la espera del gran gag final. No cabe descartar la posibilidad de que fuera así como nos ahogáramos.

Imagen:  Payaso Nariz Larga. Tomada de aquí.

sábado, 17 de agosto de 2013

Un viernes

Día despejado. Foto AJR, 2012.

La lectura del periódico
Uno vuelve de
A varios planetas exteriores
Como si hubiera
Y no encontrara
Realizado un viaje
Entre las cosas de cada día
Los mismos acordes
Junto a cierto desorden
Regresa a la quietud
De lo que poco a poco
Y el mundo que creemos natural
Con este fardo de experiencia
El día se nos precipita


(Tiempo contado. Apunte del 27 enero 2012, 10:57. Hay una nota al margen, sin fecha: «¿Es posible encontrar un poema en el desorden de las frases?»)




jueves, 15 de agosto de 2013

Ribeira Sacra

Hacia San Xoán de Cachón. Foto XR, 26 julio 2013
Hace solo unos días, a  finales de julio, paseaba en familia por las frescas corredoiras de la Ribeira Sacra, abruptos caminos en penumbra que se adentran en los bosques de robles, castaños, verdes helechos arborescentes y espesa madreselva, al pie mismo de las terrazas levantadas en cuidadosos estratos sobre el Sil, en el cañón de aguas embalsadas que el río recorre justo antes de su desembocadura. Es el paisaje que desde niño llevo en los sentidos y en la memoria. Y más aún: las imágenes que primero se encienden en mi cabeza cuando pienso u oigo decir la palabra «paisaje». 

Ya en los días pasados en el Monasterio de Santo Estevo y en sus alrededores (en Cerreda, sobre todo, la aldea familiar, y al final en Santa Tecla, en Tierra de Caldelas), se comentaba lo peligroso que podía ser el resto del verano en cuanto a los incendios. Los temores no tardaron en cumplirse. Primero se produjo un fuego, por fortuna rápidamente controlado, en las cercanías del embarcadero del que parte el catamarán que permite hacer un paseo turístico por el Sil en dirección a Abeleda. Hace tan sólo unas horas ha podido ser controlado otro incendio, más grande, que ha arrasado la extensión equivalente a unos 75 campos de fútbol en las proximidades de la aldea de Pombar. Aún está por hacerse el balance de daños.

Ojalá me equivoque, pero no parece que estos vayan a ser los últimos desastres candentes en la zona. A los que, además, deben añadirse otros muchos fuegos declarados en diferentes puntos de Galicia. Y en el resto del país, en tierras como las del valle del Tiétar, que también me resultan muy cercanas. Es la misma canción de todos los veranos. Desde aquellos tiempos ya remotos de la publicidad del «cuando el monte se quema, etc., etc....», raro ha sido el año en que no hemos tenido que rebuscar en el cajón de los tópicos para librar de la chamusquina del aburrimiento algunas palabras contra el fuego, contra los intereses inmobiliarios o madereros o industriales que son capaces de cualquier cosa para extender sus negocios, contra la incuria pública y política que abandona los montes y le pone a las llamas una alfombra altamente inflamable, contra... Es tedioso seguir. Aunque no haya más remedio que hacerlo.

Yo no sé si ustedes conocen la Ribeira Sacra. Sé que algunos lectores de este blog, muy cercanos, sí. Y que la aprecian tanto o más que yo. Para quienes aún tengan ese déficit grave en su existencia, y como antídoto, y hasta sortilegio, contra la aún vigente amenaza incendiaria del verano, les dejo este hermoso reportaje fílmico de Juan Manuel Blázquez. Es uno de los capítulos de su estupenda serie Cuadernos de paso, que puede verse completa en los archivos de RTVE. El documental, con un magnífico guion y espléndidas imágenes, da cuenta de las principales claves paisajísticas, históricas, artesanales, humanas y hasta mágicas (o solo folclóricas) de una comarca que, generosamente, admite como hijos adoptivos a todos cuantos se dejen cautivar por su belleza. Tarea, por lo demás, sumamente fácil. A las pruebas me remito.