viernes, 14 de septiembre de 2012

Vuelve Revista de Libros (RdL)


Hay vuelta atrás, al menos en algún caso. Vuelve Revista de Libros. No en el papel, que cada vez más va pareciendo un producto de otra era, pero sí en edición digital y en abierto. Hojeando («zapeando por», quizás fuera más correcto)  el primer número de la nueva etapa, echo en falta el nombre de Amalia Iglesias en los créditos. Su función aparece ahora al cargo de Luis Gago. Sigue, naturalmente (y supongo que el retorno ha sido posible gracias fundamentalmente a sus gestiones), Álvaro Delgado-Gal, almamáter del invento desde sus inicios.  Y observo complacido que se incorpora como colaborador habitual Manuel Rodríguez Rivero. Hay un primer artículo suyo (Horticultura es su título) que debería ser leído en voz alta, y hasta recitado, por tanto ministro cenizo como nos gobierna, al menos un par de veces al día; o mejor, tres: desayuno, comida y cena, como la prescripción de ciertos antibióticos. La presentación de la «vuelta al tajo» por parte del director avisa de que vuelven sin perder un ápice de la exigencia anterior y que abordarán temas a fondo. En el primer número, la estrella es nada menos que el bosón de Higss, sin contemplaciones. Parece, pues, que la nueva RdL apuesta por la poesía pura y dura. Se ofrece, además, el archivo completo de la revista desde su aparición en 1996: más de 4 000 artículos entre los que figuran algunas piezas indispensables de la crítica ilustrada de los últimos años. Permaneceremos atentos.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Trendingtópic


Las matemáticas nos ponen a salvo de la insania colectiva, del ruido envolvente frente al que a veces es tan difícil encontrar amparo, de la lluvia de estupidez que no cesa: cualquier cifra, por alta que sea, multiplicada por 0 es 0. Así de sencillo.

R. Magritte: Golconde. Col. Particular. Tomada de Fondation Magritte.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

RuizGalán: ropa con nueva vida


Aunque no he podido estar presente, me consta que la presentación de New Life, la nueva colección de ropa de RuizGalán, en la sección EGO de la Fashion Week Madrid ha sido, además de un éxito, una sorpresa. Y no es para menos. No entiendo nada de moda, pero vengo siguiendo desde hace algún tiempo la carrera artística de Pablo (alguna huella de ello hay en la Posada) y, después de ver detenidamente el vídeo que dejo arriba, me complace comprobar cómo se van concretando en obras cada más reales y accesibles, en todos los sentidos, las mil y una sugerencias que bullen en la imaginación de su espíritu inquieto.

En alguna crónica del acto se habla de «moda con mensaje», tal vez por el peso que en los orígenes del proyecto ha tenido una especial valoración de aspectos solidarios (la colección ha sido posible gracias a una recolección de «prendas de amistad») y ecológicos (dar una «nueva vida» a los objetos es la esencia del reciclaje). Pero esa es una frase que, siendo verdad, puede resultar insuficiente y hasta confusa.

Las creaciones que Pablo ha echado andar en esta nueva colección (la tercera ya) no creo que quieran decir nada más importante que su propia naturaleza. O, dicho de otro modo, no quieren decir, dicen, visten: son una respuesta concreta e imaginativa a un tiempo concreto, a un mundo globalizado (la letanía de países que se oye en un momento del desfile lo subraya), a una urgencia que exige acción donde antes quizás bastaba con la meditación.

Entre los modelos paseados se suceden con naturalidad conjuntos de una sencillez que nunca naufraga en la monotonía --útiles por ejemplo para salvar un día gris-- junto a otros mucho más historiados, incluso barrocos y hasta con ecos de ilustraciones literarias (aunque puede que esto último sean solo figuraciones). En el taller interno de la muestra se adivina un afán por investigar en la superposición y los tactos de las telas recolectadas. Y se advierte una lucha valiente contra la tiranía geométrica, aunque la geometría siga siendo un patrón inevitable (cómo si no). También un deseo de no renunciar a ninguna de las posibles alternativas o soluciones combinatorias, tan variadas y ocurrentes, que a veces se diría que son fruto de la improvisación o del azar si, en su conjunto, no pusieran de relieve un indudable aire de familia, las sutiles líneas de fuerza de un sistema, la impronta de un estilo.

Concluido el desfile, se impone una voluntad de ligereza lograda, de belleza práctica, incluso de cordialidad envolvente. Aunque también hay un punto de gravedad o melancolía, si es que estas palabras son adecuadas para hablar de ropa. Son, en todo caso, prendas reinventadas, reencarnadas con la gracia suficiente para conservar la memoria afectiva de su vida pasada y ponerla al servicio de una nueva manera de ser útiles. Y bellas. La experiencia, no sé por qué (quizás por la penuria, también onírica, que nos rodea), me hace recordar unos versos de Fernando Pessoa:

No soy nada,
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Tengo la impresión de que con New Life RuizGalán ha dado un paso que puede suponer la clausura de una exploración adolescente y apasionada del mundo. La seriedad de esta propuesta, unida a un estilo personal cada vez más reconocible, permite vislumbrar que la travesía y un duro trabajo creativo le han situado en otra dimensión. O están a punto de hacerlo.

domingo, 12 de agosto de 2012

jueves, 9 de agosto de 2012

Aún MariLyn




                                                         --Un homenaje, o dos...

                       Mediodía de agosto:
                       sonrisas verticales,
                       cumbres nevadas.


Libro de la Aventura, pag. 99.

martes, 7 de agosto de 2012

JG, 1954



En el cine de la Posada no podía faltar este momento cumbre de Johnny Guitar, filme de 1954, obra maestra de Nicholas Ray.  Puede que sea una de las escenas más perfectas que se hayan rodado nunca, con un diálogo entre Johnny Logan (Sterling Hayden) y Vienna (Joan Crawford) tan verdadero que suena como pura música de lúcida sensibilidad. Por cosas así tiene sentido volver a repetir el conocido verso de Alberti:
«Yo nací —¡respetadme! con el cine.»

domingo, 5 de agosto de 2012

harOs



En Barcelona,
en el 92,
qué nuevo todo.

La ceremonia,
el arquero y la llama:
¡tiempos modernos!

Y la alegría
de las muchas medallas
y el entusiasmo…

El fin de siglo
parecía tan lejos,
¡quién lo diría!

(De aquellos fastos
a estos espesos lodos:
¿somos los mismos?

Tiene el deporte
esa melancolía
de lo que fuimos

y la esperanza
de que estar vivos sea
no solo un récord.)

Pero ya estamos
en el 96:
cita en Atlanta.

En los 100 metros,
un nuevo hijo del viento:
¡Donovan Bailey!

Y Michael Johnson,
200, 400:
otro doblete.

Logró lo mismo,
gala de Guadalupe,
la gran Perec.

Sídney 2000,
Atenas 2004…
Ayer, Pekín…

No mucho menos
rápido se suceden
las estaciones.

Hoy, 6 de agosto,
son ya las 20 horas,
de 2012:

todo está a punto
para la ¿gran hazaña?
de Usaín Bolt.