jueves, 10 de febrero de 2011

Goya 25, otra apuesta


Pese al descenso de espectadores y a trifulcas vidriosas como la surgida en torno a la ley Sinde, con la dimisión diferida de Álex de la Iglesia, creo que puede decirse que la de 2010 ha sido una buena cosecha para el cine español. Así lo prueban las cuatro películas (Balada triste de trompeta, Buried-Enterrado, Pa negre y También la lluvia) que compiten como favoritas a los premios Goya que se entregan el domingo 13, precedidos de la mayor expectación que este evento haya suscitado nunca.

Sin ser ninguna de ellas una obra redonda, cualquiera de las cuatro será una digna vencedora. Y todas juntas (sin olvidarnos de alguna más como, por ejemplo, El gran Vázquez) prueban que, aunque hacer cine en España sea cada vez más difícil, hoy conviven varias generaciones de directores, actores y técnicos capaces de dar continuidad a nuestra mejor tradición cinematográfica. E incluso de resolver sin complejos el viejo dilema entre arte (esa noble pretensión) e industria (esa carencia) que tantas veces ha marcado las vías enfrentadas y hasta inencontrables por las que ha discurrido el cine español.

Como quien más quien menos, todo el mundo anda haciendo sus apuestas, también en la Posada nos hemos puesto manos a la obra y aquí está un listado parcialmente razonado de mis favoritos.

Mejor película: También la lluvia. La obra de Icíar Bollaín es una muestra del verdadero cine en “tres dimensiones”, con su capacidad para fundir en un relato sin fisuras una historia sobre el salvajismo de la conquista, un conflicto social de nuestros días (la lucha por el agua en un pais andino) y el proceso de rodaje de la propia película. Una ocurrencia: si Avatar hubiera contado con un guión semejante (el trasfondo de la historia es similar), no se hubiera quedado en un mero despliegue de efectos fantasiosos… y se podría hablar con toda propiedad de cine en 3D.

Mejor dirección: Álex de la Iglesia, por Balada triste de trompeta. Me decepcionó la última película de uno de los directores españoles que más admiro. Creo que en la pugna entre las dos almas (al menos) que conviven en su cine, aquí gana con creces la alocada veta tarantiniana, que en varios momentos lleva a la película por derroteros no solo disparatados sino redundantes. Pero hay otros momentos -y muy en especial el soberbio arranque de la obra, con Santiago Segura y Fernando Guillén Cuervo en un inolvidable mano a mano- en los que Álex de la Iglesia, como ya hiciera en El día de la Bestia o La comunidad, exhibe su maestría para retratar los tics más pertinaces del carácter ibérico, además de ciertos aspectos enrevesados de la psicología humana, siempre vistos desde una peculiar clave grotesca muy reveladora. La obra es además un homenaje a toda una tradición del cine español (desde Buñuel a Borau pasando muy especialmente por el Berlanga de La escopeta nacional) y se enfrenta a numerosas dificultades narrativas; y en este sentido el trabajo de Álex, cuyas peripecias de rodaje seguí fascinado a través de su blog, es impecable.

Mejor actriz protagonista: Nora Navas, por Pa negre. La memoria sin maniqueísmos de Emili Texidor, perfilada y filmada con mano maestra por Agustí Villaronga, tiene en el elenco de actores que le da vida en la pantalla uno de sus platos fuertes. Nora Navas hace un gran trabajo y me parece que puede ser una de las elegidas para que la obra, pese a su gran calidad y sus muchas candidaturas, no se vaya (me temo) de vacío.

Mejor actor protagonista: Javier Bardem, por Biutiful. La película de Iñárritu es tan hermosa y poética como desoladora y tal vez hiperbólica y hasta descompensada. Un retrato muy duro pero también real de la Barcelona actual. Y que tiene en la interpretación perfecta de Bardem su mejor baza: él lleva toda la película sobre sus hombros (y creo que también debería ser reconocido con el Oscar, aunque Colin Firth será duro de pelar).

Mejor guión original: Paul Laverty, por También la lluvia. El bien medido trabajo de ensamblaje de historias, con un ritmo extraordinario y un cuidado especial en las intersecciones, es uno de los aspectos más notables de la película de Bollaín. Su mérito se debe sin duda al excelente guión elaborado por uno de los guionistas habituales de Ken Loach. No obstante, el premio se lo podría disputar Chris Sparling por el guión de Buried-Enterrado, el tour de force de Rodrigo García (como es sabido, toda la película transcurre dentro de un ataúd) que a mí me pareció, en sus más intensas secuencias, una durísima denuncia de los peligros del trabajo estabulado.

Mejor guión adaptado: Agustí Villaronga, por Pa negre. Villaronga ha sabido extraer de diversos relatos y novelas de Emili Texidor (y principalmente de la obra que lleva el mismo título) una historia terrible, implacable y necesaria, con la guerra civil como telón de fondo. Me alegraré mucho también por Emili, con el que compartí largas, divertidas y hasta intensas (cuando no disparatadas) reuniones editoriales en los tiempos de Salvat Libros (hacia 1987-89…).

Mejor actriz de reparto: Pilar López de Ayala, por Lope. Su actuación me parece de lo más destacable de una película tan bien intencionada como finalmente fallida (aunque supongo que le caerá algún premio menor).

Mejor actor de reparto: Karra Elejalde, por También la lluvia. Me sorprendería mucho que alguien se lo pudiera disputar. Unas oscilaciones tan creíbles entre el personaje de Colón y el actor borrachín y decadente que lo interpreta (Antón) solo están al alcance de actores en estado de gracia.

Mejor actriz revelación: Marina Comas, por Pa negre.

Mejor actor revelación: Juan Carlos Aduviri, por También la lluvia. Será un placer verlo subir al escenario del Teatro Real con el colorido poncho para convertirse en el primer actor boliviano que recoja un cabezón.

Mejor canción original: «Que el soneto nos tome por sorpresa», de Jorge Drexler en Lope. En cierto modo, sería también un reconocimiento a la música de los poemas de Lope. Y que Lope pudiera recibir un Goya sería una magnífica ucronía.

Mejor dirección novel: carezco de opinión, porque no he visto ninguna de las candidatas. Me parece que el favorito es David Pinillos (por Bon Appétit), si bien supongo que se lo darán a Jonás Trueba, que ya ha sobrepasado los 20 años (por Todas las canciones hablan de mí), sin olvidar que también compite Emilio Aragón (con Pájaros de papel).


Y, en fin, por completar la apuesta…:
Mejor música original: Alberto Iglesias, por También la lluvia.
Mejor dirección de producción: Cristina Zumárraga, por También la lluvia.
Mejor dirección de fotografía: Eduard Grau, por Buried-Enterrado.
Mejor montaje: Ángel Hernández Zoido, por También la lluvia.
Mejor maquillaje y/o peluquería: Quetglas-Pedrati-Sánchez Torres, por Balada triste de trompeta.
Mejor dirección artística: César Macarrón, por Lope.
Mejor diseño de vestuario: Tatiana Hernández, por Lope.
Mejores efectos especiales: Abades-Piquer, por Balada triste de trompeta.
Mejor sonido: Garai-Orts-Muñoz, por Buried-Enterrado.
Mejor película de animación: Chico y Rita, de Trueba & Mariscal.
Mejor película documental: María y yo, de Félix Fernández de Castro, a partir del cómic de Miguel Gallardo.
Mejor película hispanoamericana: sin criterio.
Mejor película europea: La cinta blanca es mi preferida, pero creo que ganará El discurso del rey.

aciertos


Imagen de la gala de los Goya tomada de que.es.

domingo, 6 de febrero de 2011

El sol entero


Lo sospechábamos, pero las imágenes, como nunca hasta ahora, lo confirman: el Sol es un huevo. En su centro, como manchas de vida, se perfilan los cauces de la sangre de los que, en un futuro inimaginable y en un tiempo de imposible predicción, emergerá el ser que ya no seremos y que sin embargo habremos sido o soñado.

Criaturas solares, con lo fácil que es dejar de respirar, qué inmensa grandeza gravita en nuestra nada.


Imagen de los dos hemisferios del Sol tomada por las sondas de la misión Stereo de la NASA, reproducida de el país.com

lunes, 31 de enero de 2011

Eve in dado


La primera caída de la nieve

La primera caída de la nieve

La primera caída de la nieve

La primera caída de la nieve

La primera caída de la nieve

La primera caída de la nieve


Ѡ


la Primera caída de la nieve

La primera Caída de la nieve

La primera cAída de la nieve

La primera caíd Adela nieve

La primera caída de la Nieve

La primera caída de la ni Eve


(La frase, con los nombres que contiene, es el primer verso de un conocido poema de J. A. Valente, en Mandorla.)


Imagen superior: First snow in MM. ©AJR 2007


viernes, 28 de enero de 2011

Amancio Prada en La Abadía


Desde el pasado día 20 y hasta el próximo día 6 de febrero, Amancio Prada está actuando en La Abadía, ese espacio teatral madrileño dedicado al «placer inteligente» que dirige José Luis Gómez. Prada trae bajo el brazo su trabajo de composición más reciente: las Coplas de Jorge Manrique, a las que con su acreditada maestría para "leer" a fondo grandes textos poéticos ha puesto otra música (la elegía manriqueña ya es en sí misma un prodigio de sonoridad).

El trabajo de Amancio Prada, que en esta ocasión combina la plenitud de su fraseo con la alegre seriedad de un coro flamenco (con la voz de La Shica en primer plano), consigue que el texto clásico llegue a la sensibilidad actual de una forma directa y auténtica. A su actuación hay que atribuirle al menos un doble mérito: por un lado, muestra la plena vigencia de las estrofas de Jorge Manrique y, por otro, hace palpable que su interpretación (en todos los sentidos) aún mantiene el margen de misterio inagotable propio de los grandes poemas.

La obra ya apareció publicada hace unos meses en un libro-disco, con ilustraciones de Juan Carlos Mestre, y parece destinada a convertirse en la compañera natural de la inolvidable versión del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, que Prada también interpretará, en días alternos, durante sus actuaciones en La Abadía.


jueves, 27 de enero de 2011

Laude


Hay palabras que llegan ¿desde dónde? para poner las cosas en su sitio.

Nos asedian con cercos luminosos y no es raro confundirlas, en medio de la noche, con sutiles estrellas de buen agüero o con destellos de ciudades naufragadas.

Hay palabras sensatas que no saben qué es la contradicción ni el contrabando.

Otras tienen el peso de la lluvia: por donde pasan dejan un rastro de tristeza.

Hay palabras de afán aventurero que gustan demorarse al pie del precipicio, acróbatas de un aire cada vez más espeso, quizás porque no quieren saber nada de redes aunque no ignoren que con frecuencia no hay nadie debajo de las máscaras.

Hay palabras, palabras y palabras.

Muchas son solo exceso. La mayoría se abstrae para no congelarse. Unas pocas tienen la fortuna de encarnar en cuerpos que respiran: sientes sus dientes blancos cuando tu sangre fluye.

Pero solo son de verdad imprescindibles las palabras que no pueden decirse.


***


Imagen: inscripción frente al castillo remozado de Orgaz (Toledo).
Foto ©AJR 2010

lunes, 24 de enero de 2011

Sitio


En una especie de adelanto de la semana santa, impulsado quizás por la sugestión del escenario (Sevilla) y alentado sin duda por ese humano espejismo que consiste en confundir los apetitos propios con las necesidades del común, el líder político conservador se sintió concernido por el espíritu de las siete palabras de Valladolid y dio con una nueva y efectista fórmula del sermón que lleva rumiando desde hace tanto: «España tiene sed de urnas», ha dicho. Lo que todo el mundo ha venido a entender parece claro: «Tengo sed de poder». Quien sabe si al líder conservador y presunto candidato popular, hombre si no culto sí leído y buen cristiano, lo que estaba diciendo no le resonaba en su interior en conciso latín: «Sitio» (la quinta palabra de Cristo en la cruz). No es difícil pensar, viendo a su lado a quien veía a su lado, que la afirmación tuviera además el énfasis de una súplica: «¡¡Sitio!!» Divinas palabras.
En la imagen, la silla gigante de Moaña que durante unos días se alzó sobre la península de O Morrazo, en Pontevedra. Foto de abc.es, tomada de paisajismodigital.com