Pálida lápida de Dalí en su Museo. |
¿Hábil ADN en Dalí? ¡Bah!
Yo, Dalí, la doy.
(AJR, 5:17; 4:11 - Palíndromos ilustrados, LXV, LXVI)
(AJR, 5:17; 4:11 - Palíndromos ilustrados, LXV, LXVI)
Como un Cid que hubiera descubierto en el bucle del tiempo al mejor señor, galopando sobre no se sabe bien qué truco alazán de magia poderosa, el gran Dalí, irrepetible hasta la saciedad e irreductible, vuelve por sus fueros y por los forros de sus gorros géneticos de mago.
Uno se queda mudo, de asombro y hasta de espanto, al ver cómo perdura la broma de la vida más allá de la muerte.
Postdata: tras un leve intercambio de tuits con mi amigo Alejandro GT (@Al59redux), le tomo prestado el palíndromo del título que me parece fija en al menos dos direcciones pertinentes este juego. Gracias.
Uno se queda mudo, de asombro y hasta de espanto, al ver cómo perdura la broma de la vida más allá de la muerte.
Postdata: tras un leve intercambio de tuits con mi amigo Alejandro GT (@Al59redux), le tomo prestado el palíndromo del título que me parece fija en al menos dos direcciones pertinentes este juego. Gracias.
1 comentario:
Palíndromos certeros,
clara apostilla,
Combates el verano
con Musa viva.
Abrazos.
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