miércoles, 7 de noviembre de 2012

Trío

Respiro. El suspiro de alivio que se ha escuchado en medio mundo al conocer los resultados electorales de Estados Unidos debería convertirse en un tsunami bueno: una corriente de energía colectiva capaz de remover los obstáculos que impiden hallar las vías de cordura necesarias para salir de tanto atolladero. Por optimismo que no quede. Pero no me negarán que ha sido como volver a respirar después de haber visto abierta bajo los pies la trampilla del foso de los cocodrilos.

Sentidiño. Se lo escuché el otro día a la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la Conferencia de la Fundación Barreiros. Es una expresión gallega que hacía mucho tiempo que no oía y que resuena como una de esas palabras de la tribu capaz de obrar milagros. A lo mejor puede servir de estímulo para que crezca la flor del seny, que tal vez no sea lo mismo aunque sin duda apunta en la misma dirección: capacidad de obrar con cordura (de nuevo) y sensatez.

Paralelismos. «El aforo estaba sobradamente sobrepasado», dicen fuentes de la Policía en relación con la tragedia del Madrid Arena. ¿Y cómo no acordarse de aquello de la generación JASP que sacaba pecho a favor de los «Jóvenes, Aunque Sobradamente Preparados»? Son paralelismos acaso extraños y sin duda dolorosos. Sobre todo ahora que sabemos lo que de verdad quería decir "pre-parados": ya más del 50 por ciento de los jóvenes españoles menores de 25 años carece de empleo. Insoportable.

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