miércoles, 18 de julio de 2012

Ocaso o Tour



La ausencia de líderes con fundamento y de pasión en lucha, amén de la (casi) carencia de héroes propios, le han quitado mucho interés y presque toda la épica a este Tour del 2012, que parece perdido en una tierra deportiva de nadie, entre el final de los fastos de la Eurocopa y el umbral de los Juegos de Londres. 
Mantiene pese a todo su belleza intacta, aunque sea las más de las veces belleza sonámbula o directamente de sofá derrengado.
Se inician las jornadas decisivas. 
Y hay, entre los girasoles, una especie de acentuado temblor heliotrópico, síntoma favorable de que va a haber batalla. 
Tal vez aún escuchemos campanas tubulares.



2 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

Este año, ni una sola vez me he asomado a la ventana para ver eso que llaman muchas veces "la serpiente multicolor". Es cierto que, más que ningún otro año, el Tour ha dejado de ser esa gran aventura épica de otros tiempos. Supongo que la belleza a que te refieres, lejos de la proporcionada por las evoluciones de la carrera, será la de los paisajes montañosos de Alpes y Pirineos...
Yo, mientras tanto, sigo atento las evoluciones de una selección de baloncesto que engrasa maquinaria, cara a los Juegos.

Un abrazo.

Alfredo J Ramos dijo...

Pues sí, está siendo un Tour flojito, para que nos vamos a engañar Ahora bien, el paisaje no es una mera circunstancia de este deporte: las bicicletas lo leen de otro modo y le dan un sentido. Eso es lo que quería decir con lo de que conserva intacta toda su belleza . Cuando además se añade la emoción o incluso la pasión, sin olvidar las estrategias y los recursos propios de los juegos de equipo (un aspecto que a veces se minusvalora), es el no va más. Para comprobar la plasticidad del binomio paisaje+bicis basta echar un vistazo a los miles de impactos visuales que circulan estos días por la red, aparte claro está de las soberbias imágenes que ofrecen las cada vez más sofisticadas retransmisiones en directo.

Lo del la selección de baloncesto tengo entendido que está siendo un paseo gratificante y la mar de prometedor. La seguiré en los Juegos y confío en que reedite, como mínimo, el éxito de China (aunque no será fácil).

Un abrazo deportivo.