viernes, 13 de enero de 2023

TE LLAMARÉ VIERNES 13

Imagen del cartel de la película Hellraiser, puerta al infierno (1987),
de Clive Barker.

Te diría todo eso que esperas oír y volverías de nuevo a estremecerte. Pondría a tu alcance la luz negra que te estalla por dentro cuando te adentras en las ciénagas del terror puro. La inmensa alegría siniestra de quien, con un cortejo de criaturas adorables, se pasea por los bosques lácteos, mientras las madres temblorosas cierran los postigos y los niños mutantes apenas pueden recoger sus vísceras bajo las duras y repulsivas escamas que cubren sus cuerpos. Y metería, oh sí, metería con suma delicadeza mis dedos sarmentosos en el agujero negro de tu corazón. Todo eso y más te haría sentir en este viernes 13, el último de tu vida…, pero te me has convertido en una cucaracha y, tan cobarde como eres, has ido corriendo a esconderte detrás del waterclos. A mí no me la das. Tú y yo sabemos bien de qué pie cojeas. Y cuál es el secreto. Fin de la cita. Firmado ChattGTP como respuesta a: «¿Podrías escribir un cuento de terror con las palabras “Viernes”, “ciénaga”, “vísceras”, “postigo”, “corazón”. “cucaracha”». El título corre de mi cuenta.

(LUN, 502)

jueves, 12 de enero de 2023

MATERIA VIVA


Selfisombra paseando por la zona de El Viso,
entre la Resi y el Ramiro. Lunes, 9(1/23)20:19.

No conseguía explicarse qué era aquello. Ni por qué le causaba sensación tan extraña. Sólo podía verlo y decir que lo veía. Demorase en los pliegues de sus muchas facetas. ¿Un poema vertido a su paso en la calle? Se diría que todo, las palabras, su música, la percusión danzante y las enredaderas (¡esas enredaderas!), la luz difusa, el tronco, la sombra del testigo…, todo formaba un uno y, si era inexplicable, sólo sería porque hay un misterio en todo. Luego vino el ahora. Que ya se iba. Vértigo. ¿Queda fijado éste? Pare usted de contar.
(LUN, 503 ~ «Selfisombras»)

miércoles, 11 de enero de 2023

CON LA X de XENÓFOBO

Washington Cucurto: La conquista de América, 2019.
Acrílico sobre papel montado en lino, 183 x 233 cm.
Fotografía de Gustavo Lowry. Gentileza de Galería Sendrós, Buenos Aires.
Tomado de la web de Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.

Siempre me venía con el mismo cuento. O, por mejor decir, con el viejo chiste: «Mirá, boludo: cho no soy rasista; a mi se me dan por un igual los blanquitos que los putos pelaos, sean o no morenos, o tíñanse la cresta con la colorina que les dicte el papo… Y eso no más has de saber, güevón». Él era así. Quizás porque de niño se había leído entero el Martín Fierro y se la pasaba bien dándoselas de experto boleador y soñando la Pampa. Pobrecito: no sabe que están a punto de echarlo del país de la imaginación, que de hecho sus días a salvo se acaban acá, y es casi seguro que nunca más nadie se lo recuerde y ni siquiera por merita chimba vuelvan a mencionarlo…

(LUN, 504 ~ «Cuentos absurdos: Serie Z/A»). 

martes, 10 de enero de 2023

AHORA LO LLAMAN EMPATÍA

Antoine Watteau: Embarque para Citerea (detalle), 1717.
Museo del Louvre, París.
A L M A
L E A L
M A N A
A L A S
(LUN, 505 ~ «Amo idioma»)

lunes, 9 de enero de 2023

Sobre el diario de Hilario Barrero

(En voz alta). Mi comentario sobre el más reciente diario de Hilario Barrero en las páginas culturales de ABC.

MESTER DEL DESPERTAR

La serie «Los figurantes de Javier Serrano» está ilustrada con obras de
Javier Serrano,como parece obvio, pero para que conste. No son ni serán
tanto textos ilustrados como ilustraciones textuales. Conste también.

Iba siendo esa costumbre un hito de los que no pueden obviarse ni rodearlos tampoco. Ni el sueño, ni la ira, ni el agobio, ni las menudas dolencias que a menudo lo atarantaban como si fuera un retruécano podían nada contra la voluntad que cultivó, y a conciencia, durante los años que laborara duro como minero en las piedras giradas del Norte, entre las rojizas cresterías, y donde la conquista de una mísera pepita áurea bien podía suponer toda una jornada de penoso embalsar tiempo, acumular potencia líquida y proceder a sucesivos episodios de ruina montium que más de una vez se llevaron por delante a compañeros de desgracia y apenas servían para llegar al día sucesivo y reiterar el desempeño de un nuevo mester del despertar.

(LUN, 506 ~ «Los figurantes de Javier Serrano»)

domingo, 8 de enero de 2023

UN JUEGO DE LA IMAGINACIÓN

La “pintora de los papas” Natalia Tsarkova trabajando en el retrato de Benedicto XVI.
Foto 
©️Daniel Ibáñez/ACI Prensa.
Llevaba horas, días, ya más de una semana, y sin cesar, dándole vueltas a sus vagalumes sobre la figura de aquel papa expapa, exgraninquisidor, eximio intelectual, extraordinario exégeta…, el sexto de los siete que hasta ahora (aunque ya se anuncia el octavo pasajero) habían extendido sus pontificados en el transcurso de su vita vitæ, y no dejaba de marear la perdiz —“con una notable falta de santa inspiración columbaria”, se reprochaba sarcástico a sí mismo—, que si esto o lo otro, metiendo en el saco de la posible reflexión o noria mental el peso de la púrpura, la presunta omisión por abuso del misterio, el esplendor abolido de los latines incensarios y botafumeiros, la infinita liturgia siempre aggiornada y nunca desvelada ni abolida, el peso de la culpa, las divinas palabras con todo su cinismo y su misericordia, la palpitación nocturna de los grandes misterios, la teología de la muerte de Dios, el brillo y la soberbia de las intelecciones… y, en fin, toda la proverbial biblia en verso de las cosas sagradas, con el Cantar de los Cantares en primer plano como tabernáculo bajo el que demorarse hasta yacer definitivamente. Y en esas y otras parejas y retóricas cuitas se enredaba en derredor del óbito cuando vino a caer en sus manos, cual columna salómonica del día y pecio librado del naufragio en las costas del país de la niebla impresa, la fórmula cabal de aquel vaporoso runrún. Cual pieza excelente de terra sigillata encontrada en un montón de brozas y cascotes, no pudo por menos que rescatarla y exponerla tal cual: «Aunque el nombre de Ratzinger parece el de un interior del Bayern de Múnich, en realidad fue un teólogo que en medio de los lobos voraces hizo de Dios, como Pelé, un juego de la imaginación».
(LUN, 506 ~ «Terra sigillata», con un texto de Manuel Vicent)