martes, 31 de julio de 2012
Cine pm: resonancias
Sin más comentario (de momento), dejo proyectándose en el cine de la Posada esta pieza "resonante", con tanto sabor de época, y de clima apropiado, me parece, para los tiempos que vivimos. Y, naturalmente, no me refiero solo a lo meteorológico.
Aprovecho para desearles a todos un buen verano.
lunes, 30 de julio de 2012
Romper cadenas...
Es hora de romper las cadenas.
¿... Y por qué no empezar por las que más visiblemente, pero también a lo tarzán (o sea, a la chita callando, perdón), están enrareciendo de tal modo las comunicaciones entre ciudadanos cibernautas, que hacen que muchas veces no haya más que ruido de añicos por doquier?
Me refiero a esas cadenas de internet, formadas por mensajes que se rebotan sin ton ni son, incluso muchas veces sin que sus emisarios sepan bien lo que envían, y que hacen ir de aquí para allá tantos bulos y tantas memeces... Sí, es hora de romper las cadenas.
El bulo se sabe de base soluble.
Pero muchos que lo propagan, no.
jueves, 26 de julio de 2012
La sal
La sed de sal aviva la sed de sal.
Imagen: fotograma de Blackthorn. Sin destino (2011), de Mateo Gil.
[AJR, 9:25 Palíndromos ilustrados, 13]
Postdata. Pensé titular esta entrada «Prima por riesgo» (expresión que me parece más exacta que la habitualmente en uso), pero una vieja norma de redacción periodística, y también literaria, aconseja evitar las redundancias.
Postdata. Pensé titular esta entrada «Prima por riesgo» (expresión que me parece más exacta que la habitualmente en uso), pero una vieja norma de redacción periodística, y también literaria, aconseja evitar las redundancias.
martes, 24 de julio de 2012
A la vista de Hopper
He leído en diversas reseñas que el pintor americano muestra a sus personajes como si estuvieran en el purgatorio de las almas (y los cuerpos). Es creíble. También que sus escenas son anunciaciones, revelados de una parte oscura del ser humano que se manifiesta en su aparición súbita ante los ojos del espectador. Sin duda. El itinerario por las salas está organizado de modo tal que subraya la dimensión escenográfica de los puntos de vista del pintor. Razón de ser, tal vez, de la gran afinidad que este modo de mirar tiene con el cine y que pudiera explicar la huella que los cuadros de Hopper han ido dejando en tantas películas. También las que el cine pudo dejar en sus cuadros.
Me detengo un buen rato ante Railroad sunset (arriba), un cuadro que utilicé aquí para ilustrar un poema, y que al verlo "de verdad" me permite diseccionar el contenido de una intuición: la de que la palabra «eternidad», el tiempo pensado como un absoluto, es solo un «tren de ida» con los mismos vagones trastocados.
Y caigo en la cuenta, feliz, de que Soir bleu, toma su título, y tal vez algo más, de un verso de Rimbaud.
Soir bleu |
Dos cómicos. |
Una gran sala está dedicada toda ella a exteriores, paisajes y edificios apenas "interrumpidos" por figuras humanas que el ojo a veces tarda en descubrir y que no tienen una naturaleza distinta a la de los escenarios que las engullen. Otra gran sala, la más colorista e inquietante, se puebla con la galería de personajes, con predominio de mujeres, sorprendidos en su intimidad misteriosa, fogonazos narrativos que tan fácilmente prenden en la imaginación. Entre ellas, claro, se echa de menos el gran icono de los bebedores nocturnos clientes de Phillies (Nighthawks).
Hay rincones especiales para los grabados, muchos de ellos a la manera de Rembrandt, y para unas muy originales acuarelas que demuestran las grandes dotes del artista como ilustrador, al igual que las numerosas portadas de revistas que se exhiben mediante la proyección de un vídeo, un trabajo sin duda alimentario pero que tiene un inequívoco "toque" hopperiano. ¿Y de dónde ha salido ese azul tan intenso que.... ?
Pero no es fácil concentrarse entre la multitud que deambula por las salas, personas como nosotros y tan diferentes, cada una marcada con el rictus mascariento que se nos está poniendo a todos y que vuelve hiperreal un simple paseo por las calles. Envidio la posibilidad de ver la exposición de forma sosegada, esas descripciones de testigos privilegiados que han podido gozar de este paseo en óptimas condiciones. Pero me conformo y disfruto de lo que hay. Y mientras observo la instalación-homenaje del fotógrafo Ed Lachman, que insiste en la perspectiva cinematográfica y plantea además un juego para llevar la exposición a las redes sociales, procuro retener un pasto mental de sensaciones que podré rumiar después en soledad, como hago ahora.
Instalación de Ed Lachman recreando Sol de la mañana. Foto AJR |
domingo, 22 de julio de 2012
Mariposas del azar
Tautologías
El dado
Seis es seis: ese, si es, sé si es.
Las mariposas
Allí Ramazul usa luz. A Zule di mariposa con ocaso. Pirámide: luz azul a su luz amarillA
Al Lir ama zulú. Sal, Uzazu. Le di, Mari, po saco. No casó Pira. Mide luz azul. A su luz ama RillA
Allí, rama zulú, Saluza Zule. Dí mar i posa con ocas. Ópia mide luz, azula su luz a mar. I llA
[AJR, 9:23; 17:69; 23:66; 19:69] Palíndromos ilustrados (12)
sábado, 21 de julio de 2012
La marca españa
Más de cinco siglos de historia para llegar a esto.
No cabe duda de que hemos tocado fondo.
Solo nos queda seguir excavando.
Montaje con la equipación del equipo olímpico español, superhéroes y astados incluidos.
Fuente de la imagen: http://ceciliobenito.blogspot.com.es/
viernes, 20 de julio de 2012
Ojos de cine
El ojo en llamas, ardiente de explosivas imágenes, que aparece entre los primeros fotogramas de Blade Runner puede considerarse como un ejemplo claro de profecía autocumplida: pocas películas han conseguido colonizar hasta ese extremo nuestra visión, nuestra manera de ver cine, incluso ciertas formas de contemplar el mundo. Aunque no creo que haya referencias buscadas (al menos no tengo constancia alguna de que así sea), es difícil no poner ese ojo al lado de aquel otro que Buñuel, al inicio de Un chien andalou (y de toda su carrera cinematográfica), nos muestra sajado en vivo por una navaja barbera, con la misma limpieza que una nube guillotina la luna. Es uno de los principios más radicales de la historia del cine, tal vez el más sensiblemente insoportable. Esa presencia en primer plano del órgano necesario para que una expresión artística sea posible es, en una y otra película, un ejercicio de extrema lucidez y el síntoma de una aguda conciencia del medio expresivo que se tiene entre manos. Un subrayado que nos lleva a considerar que nada en estas obras de arte está dejado al azar, a no ser el preciso desarrollo de una lógica que, de tan perfecta, engendra sus propias exclusiones. Y el azar mismo. Ambos filmes, cuya visión es realmente inagotable, están marcados por un estado de gracia peculiar que no consiste en otra cosa que en cumplir en todo momento lo que prometen.
Y este tercer ojo, de Vértigo, que añado tras conocer que se ha encaramado al primer puesto de los mejores filmes de la historia, donde siempre había reinado hasta ahora Ciudadano Kane. Listas discutibles, claro. Pero el ojo está ahí, aquí (fotogramas de los segundos 19 a 23). Y también nos mira.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)