domingo, 6 de febrero de 2011
El sol entero
lunes, 31 de enero de 2011
Eve in dado
La primera caída de la nieve
La primera caída de la nieve
La primera caída de la nieve
La primera caída de la nieve
La primera caída de la nieve
La primera caída de la nieve
Ѡ
la Primera caída de la nieve
La primera Caída de la nieve
La primera cAída de la nieve
La primera caíd Adela nieve
La primera caída de la Nieve
La primera caída de la ni Eve
(La frase, con los nombres que contiene, es el primer verso de un conocido poema de J. A. Valente, en Mandorla.)
Imagen superior: First snow in MM. ©AJR 2007
viernes, 28 de enero de 2011
Amancio Prada en La Abadía
jueves, 27 de enero de 2011
Laude
Hay palabras que llegan ¿desde dónde? para poner las cosas en su sitio.
Nos asedian con cercos luminosos y no es raro confundirlas, en medio de la noche, con sutiles estrellas de buen agüero o con destellos de ciudades naufragadas.
Hay palabras sensatas que no saben qué es la contradicción ni el contrabando.
Otras tienen el peso de la lluvia: por donde pasan dejan un rastro de tristeza.
Hay palabras de afán aventurero que gustan demorarse al pie del precipicio, acróbatas de un aire cada vez más espeso, quizás porque no quieren saber nada de redes aunque no ignoren que con frecuencia no hay nadie debajo de las máscaras.
Hay palabras, palabras y palabras.
Muchas son solo exceso. La mayoría se abstrae para no congelarse. Unas pocas tienen la fortuna de encarnar en cuerpos que respiran: sientes sus dientes blancos cuando tu sangre fluye.
Pero solo son de verdad imprescindibles las palabras que no pueden decirse.
***
lunes, 24 de enero de 2011
Sitio
sábado, 22 de enero de 2011
Anacronismos
Babelia, el suplemento cultural de El país al que aún soy adicto (de otros me he ido quitando: no porque los considere ni mejores ni peores, sino porque no hay tiempo ni paciencia para tanta reseña aleatoria), llega a su número mil y se dedica a hacer inventario de los 20 años transcurridos desde su aparición. El evento da pie a las inevitables listas de títulos y autores, novedades y acontecimientos más destacados en las diferentes especialidades y según los criterios de la nómina de colaboradores habituales.
El repaso de las selecciones me lleva desde la admiración a la perplejidad, sin excluir cierto complejo de culpa por las numerosas lagunas que percibo en mi formación como lector (no tantas en cuanto espectador), sólo compensado por la satisfacción de ver reconocidos en la opinión ajena pareceres o pálpitos que uno cree personales sobre tal cual autor u obra. O sea, lo habitual en estos casos.
Además, el número incluye un artículo de Vargas Llosa, prólogo de su nuevo libro, con lúcidas y pesimistas (¿realistas?) reflexiones sobre la sociedad del espectáculo. Antonio Muñoz Molina dedica su habitual sección a enunciar «20 lecciones» aprendidas en estos años, en un texto lleno de sensatez y altura de miras. Lledó, Gelman y Juliá se ocupan de los balances de poesía, pensamiento e historia, respectivamente. El cine se resume en listas y más listas: habría mucho para discrepar. Y, en fin, Marcos Ordóñez, suponemos que por exigencia del guion (sin acento), tiene que conformarse con elegir cuatro estrenos teatrales de la doble década. Veo con agradable sorpresa que entre ellos sitúa (apoyado por el azar, como él cuenta) La función por hacer, la muy lograda adaptacion libre de Seis personajes en busca de autor, montaje que, después de haberlo perseguido sin suerte por escenarios de Madrid y alrededores, finalmente pude ver el pasado día 15 en el singular (y para mí iniciático) Teatro Victoria de Talavera. La tenacidad mereció la pena. Y mucho.
A falta del artículo de sillón orejero de Manuel Rodríguez Rivero (tantas veces entre lo más enjundioso que Babelia ofrece y que, en este caso, me imaginaba lleno de oportunas concurrencias), quiero llamar especialmente la atención sobre la conversación mantenida por Umberto Eco y Javier Marías en el restaurante Balzac, lugar que alguna vez fue escenario de celebraciones espasiles postenciclopédicas. Ahora acoge una charla distendida y superpuesta entre estos dos grandes nombres de la cultura europea, que se tratan con cortesía doblemente real (por Redonda) y se autocalifican como «anacronismos» al pasar revista al signo de los tiempos y a los efectos de la Red.
La conversación, pese a su carácter entrecortado, acaba siendo ilustrativa y está refrendada por dos buenas fotos de Luis Sevillano, una de ellas, la que se reproduce arriba; la otra, que es la que me hubiera gustado incluir aquí, sólo aparece en la edición en papel. Contemplándolas, me asalta la fugaz impresión de que Umberto Eco, con permiso de Tabucchi, bien podría pasar por el hermano grueso y alegre de Fernando Pessoa. Y en cuanto a Marías, si bien ha vuelto definitivamente anacrónico el nombre de «el Joven Marías» con que solía o suele mentarle su amigo y también académico Francisco Rico, ha ido adquiriendo un perfil gestual que lo asemeja un poco al todavía joven Borges.
Han pasado 20 años. Inane medida. Todo aniversario es, por definición, algo anacrónico.
martes, 18 de enero de 2011
Dados con verbo y penumbra
Transparencia del verbo en la penumbra.
Del verbo, la penumbra en transparencia.
Transparencia en penumbra, la del verbo.
La transparencia del verbo en penumbra.
Del verbo en transparencia, la penumbra.
La penumbra del verbo en transparencia.
Este envite va con un brindis por el poeta Antonio del Camino, amigo entrañable que hoy, 18 de enero, cumple años, una cifra de dos dígitos cuya suma impar rima con el año en curso. Los enlaces sobre algunas "caras" (palabras) de los dados permiten visitar, a modo de mínima antología no del todo aleatoria, diversas páginas de su blog, Verbo y penumbra, un rincón acogedor donde pueden leerse excelentes poemas (entre ellos, un buen número de sonetos de factura impecable), ráfagas inspiradas, reflexiones al hilo de los días, un extenso inventario de fragmentos de época y notas de actualidad sobre actividades culturales en Talavera de la Reina, su pueblo, que es también el mío.
Aunque nuestra amistad se remonta a tiempos casi legendarios y dura toda una vida, no llega a hundir sus raíces tan lejos como este revelador vídeo de Youtube, un hallazgo tan azaroso como (me parece) oportuno: en cierto modo, anticipa el color del tiempo en que nos conocimos e incluso evoca o sugiere escenas compartidas, con una guitarra (en su manos) de por medio.