domingo, 17 de abril de 2022

LAS CUATRO ESQUINAS







Llegados a este punto, decidimos explorar el contorno de los cuatro sinfines: el Corte, el Mur, el Veste y el Farwest. Lo cierto es que “teníamos muchas ganas de volver a la normalidad”, pero nos embargaba el ánimo la ligera sospecha de que el centro inmantado del planeta, una vez removida la piedra, se había desviado de su eje y las brújulas tenían despeluchadas todas las escóbulas. Así que con esos mimbres nos dispusimos a encarar lo porvenir.

(LUN, 773)

sábado, 16 de abril de 2022

SIETE PALABRAS

Michelangelo Buonarroti: Pietà (‘Pietà per Vittoria Colonna’), hacia 1546.
Carboncillo sobre papel. Isabella Stewart Gardner Museum, Boston.


Entre que cada vez andaba más duro de oído y que las en verdad difíciles vibraciones atmosféricas del Lugar de la Calavera no eran las más idóneas para experiencias cumbre, Páter se hallaba muy despistado en aquellos momentos. Sí alcanzó a oír su nombre, o lo que creía su nombre, y la construcción aquella que tanto le gustaba: ‘in Paradiso’. Pero todo lo demás, suponiendo que fuera algo con sentido, le llegaba como una mezcla ronroneante de sílabas guturales apenas discernibles, nada extraño, por otro lado, si se tiene en cuenta que estaban siendo emitidas por un condenado a muerte pendiente de una cruz. Así que tuvo que conformarse con ver el gesto del facineroso de la derecha, probablemente acorde con un movimiento de labios que estuvieran emitiendo un mensaje de conformidad, incluso de agradecimiento, y apenas se sobresaltó al oír lo que creyó un ‘Mulier’, que no supo bien cómo interpretar. Sin embargo, percibió con total claridad aquella especie de ruego desmayado pero cargado de intención, tal vez de urgencia:
—Sitio!
Desde los ya lejanos días de BAbel, cuando no tuvo más remedio que confundir las piezas sobre el tablero para evitar que el último envite del jugador de la escalera le pudiese ganar la partida y desalojarlo de la Torre, Páter no se había sentido tan directamente concernido, a la vez que —cómo decirlo— ¿bienhumorado? Sea como fuere, decidió creer que la expresión era —como era— sobre todo una súplica y, echándose a un lado en el trono celestial —un a modo de cómodo diván que no desentonaría en un episodio de las Mil y Una noches—, se avino a conceder:
—Bueno, venga, sube, que donde caben dos…
Antes de que se rasgara el velo del templo y cuando ya había brillado el primer relámpago anunciador del primer y atronador trueno, alguien de oído atento bien pudo oír, escuchar y hasta tomar nota de esas siete palabras. Y gracias a él, y al Maestro del Rito Inmarchitable, cuyo verdadero nombre tal vez nunca conozcamos ni lleguemos a ver nunca su rostro, ahora puedo yo, humilde amanuense, transido de fervor —¡y de frío!— en la soledad de este scriptorium, recogerlas y referirlas aquí para general conocimiento. Que nadie las eche en saco roto. Ni en el cesto equivocado.
(LUN, 774)

viernes, 15 de abril de 2022

DÍAS CABALES

Isabel Pérez: Diente de león. Acuarela.
El boj y el disco. Juntos.
(LUN, 775 ~ Claves secretas)

jueves, 14 de abril de 2022

RITOS SOLARES

Atardecer sobre un campo de olivos. Fotografía de autor no identificado. Editada.

Vio un destello de luz no usada por entre los olivos y una línea de sangre cubriendo el horizonte. No había escapatoria. Ningún lugar adonde ir. Nadie a quien pedir consejo o poner como excusa. Era, de nuevo, el eterno retorno de la idéntica voluntad.

(LUN , 776)

miércoles, 13 de abril de 2022

EL PASE

El vuelo de las grúas sobre el Estadio Santiago Bernabéu,
desde la calle del Padre Damián.
Foto: SPM, 11/04/22; 20:35.
Todo el mundo vio, frente al televisor o en el propio estadio, que el momento decisivo del combate fue el prodigioso pase que el gladiador Luka Modrić consiguió inventarse justo en el momento en que empezaba la cuesta arriba. Su aparente sencillez —el arte perfecto goza de esa prerrogativa— no podía esconder sin embargo el complejo cálculo de fuerzas, tendencias y posibilidades a las que venía a dar solución aquel toque sutil: una salida airosa para el problema que la teoría de grúas estaba planteando en aquel mismo instante sobre el Bernabéu. Qué sabe nadie de qué lugar surge la inspiración y desde dónde sopla el viento de la gracia.
(LUN, 777~ Fotos que dan pie)

martes, 12 de abril de 2022

Hitchcock: los autocameos


(En voz alta). Un gozo llamado Hitchcock: eso es lo que nos proporciona esta recopilación de los autocameos del gran director en sus películas. Están engarzados en un “corto” de poco más de five minutes, muy oportunamente compartido por nuestro cinéfilo de cabecera y si embargo amigo, el gran Chuba Duruba, en su retorno a la pequeña pantalla (del móvil). Ahí están casi todas las pelis del genial director, no todas obras maestras (sería imposible), pero sí todas con algunos (o muchos) detalles que las hacen inconfundibles. Se suele afirmar que el cine de Hitchcock fue durante muchos años tachado de excesivamente comercial y carente de ambición artística. El famoso libro de las conversaciones con Truffaut, en 1962, puso bien a las claras la miopía de ese juicio e inició el imparable ascenso de don Alfred a las cimas del reconocimiento artístico, un lugar del que ya no ha vuelto a descender y en cuyo vértice algunos (con Vértigo o De entre los muertos a la cabeza) lo sitúan como gran maestro del “cine que sabe que es cine”, por así decir, del mismo modo que la Alta Magia no se ignora a sí misma. Es un placer demorarse en los muchos detalles que contienen estas imágenes y más placentero aún sería pararse a conversar sobre ellos y ellas. Y no digamos ya revisar, una a una (o casi), las grandes obras de una filmografía que forma parte de la misma médula del arte séptimo, ese que ya desde hace casi un lustro o más viene presentado síntomas de haber entrado en otra etapa de su aún joven evolución como disciplina artística tal vez insuperable porque es capaz de reunirlas todas. Y dentro de la cual hay sobrados motivos para lanzar un verdadero grito de euforia: Hi, hi, hit, Hitchcock!

LA HORA AZUL

Raoul Dufy: El estudio del artista, 1935. The Phillips Collection, Washington.

Nunca vísperas es tarde si nada de mucho la dicha de días es buena.

(LUN, 778 ~ Nuevas intropías)