lunes, 4 de mayo de 2020

Adagia andante (7)

«No hay diferencia entre Dios y su templo», dice Stevens en la cláusula 96 de sus «Adagia». Tiene razón, aunque no siempre sea fácil percibirlo.
Y más a menudo aún no es fácil entender que tiene todo esto que ver con la guerra y el dinero.
La poesía se funda en las palabras. Un poema no es más que un intercambio de palabras. Pero a menudo, incluso casi siempre, los poemas se hacen de rogar.
No siempre acuden las musas a las mesas. Algunas, caprichosas, incluso prefieren el arte caminado o la proximidad del agua.
Tampoco está siempre a punto la imaginación. La imaginación es la invención de lo real: un hallazgo.
El poeta es siempre el primer lector del poema. A veces o a menudo —pero quién puede saberlo— el único.
De lo que no hay duda, en cualquier caso, es de que cada poema muere su propia muerte.
Y en esto —¿veis?— no hay diferencia entre poemas y personas.

Versos para comérselos

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

(Al filo de los días). Aunque hace ya varios días que está en casa, a partir de hoy llega de hecho a las librerías la última obra de Sagrario Pinto: Versos para comérselos, un libro de poemas para niños de 5 a 99 años con «las cosas del comer» como telón de fondo. Viene, además, en compañía y de la mano de los deliciosos dibujos de Teresa Novoa, que potencian con sugerentes propuestas animales la imaginación de las lecturas. Así que, ¡hala!: todos los que tengáis hijos, nietos, sobrinillos, parientes, vecinos, amigüitos y amigüitas, en general, no os podéis perder un menú tan apetitoso. Está asegurado el servicio sin corona. Y, como ya se ve por la singular cubierta, todo parece indicar que su lectura favorece la «inmunidad de rebaño»; es decir, la que se puede lograr mediante la preocupación solidaria y responsable por la salud de todos, lejos de los balidos borreguiles con que no dejan de dar la barrila los incombustibles validos y heraldos de la muerte. ¡Buen provecho!

El Sirena

La imagen puede contener: una persona, primer plano
Antonello da Messina: Ritratto d’uomo (‘Ritratto Trivulzio’)», 1476.
Museo Civico d’Arte Antica, Torino. Foto: Studio Fotografico Gonella.
Me llamó un día pero no me contó apenas nada de su vida en los últimos meses. Tan sólo que había decidido volver a las profundidades y a su tesis sobre “los prolegómenos a toda metafísica futura y su hipotética influencia en la diversificación sexual de la especie humana en las postrimerías”, un asunto en el que bien puede considerársele la primera autoridad mundial, tal vez la única. Siempre ha sido muy reservado con sus cosas.
...

domingo, 3 de mayo de 2020

Miña nai...



(Al hilo de los días). Viejas melodías, viejas calles, viejas costumbres, viejas sensaciones, viejas sugerencias. Y el mismo calor. Feliz día de la madre.

El invisible (t)

La imagen puede contener: calzado, exterior y agua
Foto de Daniel Tate.
Antes de salir a dar su paseo nocturno, me dejó escrito unos mensajes con la tinta simpática que él mismo se fabrica. Aquí los cortipego:
...

sábado, 2 de mayo de 2020

Deslumbramiento

No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Giuseppe Pellizza da Volpedo: Il sole, 1904.
Galleria Nazionale d'Arte Moderna e Contemporanea, Roma.
Y entonces se hizo la luz...

Entonces la luz y se hizo...
Se hizo y la luz entonces...
La luz entonces se hizo y...
Hizo y entonces la luz se...
Luz y entonces se la hizo...
...


viernes, 1 de mayo de 2020

¿Quién mata a quién?



(Al filo de los días). Si al final (o al hilo) de un intercambio de mensajes con un amigo —tocayo, por más señas— comparece este vídeo del año 79 urdido en torno a una canción no sólo resonante sino casi ya redundante, por el enorme juego que su mensaje nos brinda para entender (y no) el tiempo que vivimos, ¿qué menos puede 1 hacer sino compartirlo? Por fortuna, ciertas “cosas de época” no sólo siguen estando vivas y operativas sino que tienen la virtud de erigirse en baluartes de una cierta continuidad... tan incierta. Por lo demás, ¡viva la Radio!