Paco Pomet: Había una vez, 2016. Serigrafía. |
La albañila, aficionada a la electromovilidad y defensora del neonegacionisno, sorteó como pudo los efectos de la DANA y con un poderoso cúbit influente buscó el emoji del seriéfilo huachicolero y lo apostó todo al superdesempate de la desglobalización. Y se sentó a esperar el resultado.
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**Algo debe de estar cambiando
poderosamente en el subsuelo del idioma para que la lista elaborada por la Fundéu de términos candidatos a “palabra del año”, todos ellos presentes en esta NUL, sea tan insulsa, por no decir obtusa. ¿Estaremos tan adentrados en la costumbre de hablar en neolengua que ya somos incapaces de percibirlo? Si se quita “albañila”, el muy localista “huachicolero” (ladrón de bebidas o combustible adulterado), la noticiosa “exhumación” y, si acaso, ese “cúbit” ya necesario por exigencias de la cada vez más presente realidad cuántica, los demás vocablos parecen más bien enfáticas criaturas desplegables o vulgares adaptaciones miméticas. Signo de los tiempos y de la mera burocracia. Puede que haya por ahí circulando palabras más necesarias y creíbles.