Te ven tus ojos si me miras. Mira:
la luz que nos envuelve siempre vuelve
para dejarnos ser, su cuerpo leve
apenas pesa más que una sonrisa.
la luz que nos envuelve siempre vuelve
para dejarnos ser, su cuerpo leve
apenas pesa más que una sonrisa.
Y apenas se demora, aunque reviva
en el jardín de las miradas, tenue
como ataujía oculta que retiene
tu olor, la inundación de tus caricias.
en el jardín de las miradas, tenue
como ataujía oculta que retiene
tu olor, la inundación de tus caricias.
Así me lleva el día de la mano
prendido en medio de una contradanza
que es la medida impropia de mi asombro.
prendido en medio de una contradanza
que es la medida impropia de mi asombro.
Y así me va sin ir un viento extraño
robándome las islas de mi alma
que están ya sumergidas en tus ojos.
robándome las islas de mi alma
que están ya sumergidas en tus ojos.
(Rescatado de los Arcones de la Posada, primera publicación: 9 marzo 2010)