martes, 26 de junio de 2018

Hablarle a Borges (2)

Borges & White Little Tiger. Tomada de acá.

(Hablarle a Borges, 6). Dicen que dijo Borges: «Lo divino, lo terrible, lo incomprensible es saberse mortal». 
Tras el asentimiento, se me ocurre añadir: «Y, muy probablemente, saberlo en ese orden».

(Hablarle a Borges,🐅7). Dicen que Borges dijo: «Nos hemos acostumbrado a los espejos, pero hay algo de temible en esa duplicación visual de la realidad». 

Y, tras pensarlo, se me ocurre decirle al compatriota de don Juan Filloy: «¿Y qué pensar de los palíndromos, esos espejos de la escritura cuya prodigiosa naturaleza retornable parece que nos esté señalando el camino de vuelta a casa?».


Foto: «Nocturno en Buenos Aires». ©️      Juan Di Sandro.
(Hablarle a Borges🌃8). Dicen, y me lo creo, que Borges dijo: «Ahí está Buenos Aires. El tiempo que a los hombres trae el amor o el oro, a mí apenas me deja esta rosa apagada, esta vana madeja de calles». 
Y se me ocurre, desde una esquina más o menos rosada, añadir: «Y las sombras de los cuerpos que van por sus encrucijadas abriéndole caminos a la noche».

(Hablarle a Borges🌹🌝🌚🥀9).
Dicen que Borges escribió: «Yo tengo para mí que todo amor y toda amistad no son más que un justo vaivén de la aproximación y de la distancia. El querer tiene su hemisferio de sombra como la luna». 
Y, tras prestarle asentimiento, al lector del lector (Héctor in pectore) se le ocurre apostillar, mitad en serio y completamente en son de farra, y de un tirón, lo que sigue: «Así es, maestro: cuestión de fases, plenitudes, eclipses. Y en cuanto al margen entre amor y amistad, tal vez sea el énfasis del vaivén lo que marque la diferencia. Aunque todo, o la parte más clara, cuantiosa y sobresaliente, suele ser según y cómo. Que no en vano uno de los más conocidos viajes de ida y vuelta (o primigenio vaivén pendulatorio) es el que resume las hazañas del sol de cada día en una fórmula simple y tajante: “Anula la Luna”. Y quien pueda, etecé, eceté...». 
Y luego, un vasito.

(Hablarle a Borges, 10). Dicen que Borges escribió: «Vendrá alguna generación que se asombrará de que en nuestro siglo se tolerase la fabricación y el comercio de herramientas para el homicidio». 
Al leerlo, suponiendo que la frase sea correcta, se me ocurre pensar que a veces al maestro, tal vez ingenuamente, le gustaba citar las apócrifas «Memorias de Caín».

Cosmos

Clara Peeters: Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre, 1611.
Museo del Prado.
Aquella mujer nos legó tanta sabiduría que, en caso necesario, podríamos reconstruir el mundo con sólo examinar bien una de sus lágrimas.
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lunes, 25 de junio de 2018

El olvido de sí mismo

Jack Butler Yeats: The night has gone, 1947.
Aquella noche Leopold Bloom se demoró tanto en los laberintos de la ciudad en sombras y en sus alcoholes, que cuando quiso darse cuenta se le había pasado el Blommsday. ¿Sería por fin libre?
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domingo, 24 de junio de 2018

Agua

La imagen puede contener: 2 personas, personas sentadas
Picasso: Tres mujeres en la fuente [también conocido como Tres mujeres en Primavera],
Fontainebleau, 1921. MoMA, Nueva York.
En el eje del año, una fuente. 
En la fuente, la luz de la mañana. 
En la mañana, el animal del día. 
Y en el día el cauce de la noche. 
Esa es la historia.
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sábado, 23 de junio de 2018

Vísperas

La imagen puede contener: planta y exterior
 Isabel Quintanilla: La higuera, 1995. Col. Particular.
Se sabía caminando sin prisas y con ciencia hacia la sombra de la higuera del día en que las horas estarían completas.
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viernes, 22 de junio de 2018

27 horas



(Cinemagias, 13). Uno de los varios méritos de 27 horas (1986), la película en la que Montxo Armendáriz hizo una de las mejores y más emotivas crónicas de los estragos que la heroína causó en la juventud vasca, es la naturalidad, no exenta de un veraz lirismo, con que describe el paso del grupo de amigos que se reúne para echar el rato en «los billares» a la soledad mortal del pinchazo en vena. Un cambio de usos sociales juveniles de funestas consecuencias y que, en más de un caso, se produjo casi sin advertirlo, en medio de una gran ingenuidad y con graves errores de bulto, incluidos los políticos.
Otro hallazgo de la peli, de naturaleza bien distinta aunque también adictiva, es que nos descubrió, ya para siempre, a Maribel Verdú, casi nada.

(Primera publicaciòn en Facebook, 22.06.2017)

Mensajero

«Selfisombra con busto romano», en el MAN, Madrid.
©️AJR, 2018.

El diario ejercicio de conciencia
—yo me mi me conmigo y tú contigo—
que pone en marcha el mundo es la paciencia
de ser cada mañana y la inconsciencia

de no temerle al salto ni al testigo
interno que convierte su castigo
en otra forma más de permanencia
junto al cosmos rotundo de su ombligo.
Y yo sé bien —mi bien— que esto que digo,
a fuer de impertinente o chocarrero,
tiene escasa fortuna y poca ciencia.
Pero es el hilo que hoy un viejo amigo,
sabedor de mis cuitas, mensajero
del azar, me ha tendido, en su inocencia...