viernes, 8 de junio de 2018

La atmósfera

Jean François Millet: Cazando pájaros de noche, 1874. Philadelphia Museum of Art, USA.
Al acercarse las cortas noches del verano, el cazador de sombras sentía una aprensión semejante a la del viejo marinero recién desembarcado que ignora si volverá a navegar.
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jueves, 7 de junio de 2018

Selfisombra: el origen

Selfisombra con paraguas. © AJR, junio 2017.

Seremos sombra, mas tendrá sentido. O no. Al menos, manchas nombradas que ordenan, de una forma tal vez irrepetible, la luz. Y el ojo.

Fidelidad

Maurice Prendergast: Children at the beach, h. 1896-1897. Col. Privada.
Cuidaba con esmero su dulce miopía.
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miércoles, 6 de junio de 2018

Resonancias


Una foto en el periódico del día enciende, «por abluciones», otra famosa portada del álbum Wish you were here (1975) de Pink Floyd, y con ella la composición musical de ese título con su enorme poder evocador. Escucharla es viajar en el tiempo por emociones contradictorias, revivir escenas de marcos borrosos, pensar en personas de las que hace mucho que no sabemos nada, vidas que fueron y se acabaron... Y todo, curiosamente, hasta desembarcar en ese mismo paisaje azotado por vientos en que la canción concluye. No nostalgia, afán aún por comprender, desde la memoria del presente, el sentido del camino andado. Si es que alguno hay. Ojalá estuvieras aquí.




La (e)moción

Tribuna de invitados del Congreso. Foto: Ángel Navarrete.
(Lecturas en voz alta, 95). El "tsunami" político de la pasada semana [con el triunfo de la moción de censura y el acceso del socialista Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno] aún dará mucho que hablar. Y creará su propia mitología. Ya lo está haciendo.
En tiempos tan enredados y con tanta diversidad de focos como los que vivimos, cada vez es más difícil disponer de información solvente. Y de identificar, sin dificultades, la maledicencia o la tontería. La tendencia, más bien inconsciente, a reforzar los propios prejuicios y la percepción estereotipada de los medios, unidas al bullicio interminable y al cotilleo como caldo habitual de cultivo, dificultan aún más la captación de las "líneas esenciales" de un realidad cada vez más compleja.
Uno tiene a veces la impresión de que se nos hurta lo que está pasando, no tanto por el empeño de los mil y un poderes de hacer prosperar ese descarado eufemismo de la mentira que es la famosa "posverdad" y sus múltiples máscaras, como por el hecho de que la verdad misma ya sólo es algo viable en aspectos muy personales y en momentos muy contados. Y unos y otros, sin relevancia pública alguna.
Así las cosas, lecturas como las de este artículo, a mitad de camino entre el análisis ejecutado desde el centro del ojo del huracán, por un lado, y la construcción ventajista de un relato, por otro, son experiencias que acaso merezca la pena rumiar para, más allá de los fáciles tópicos inanes, tratar de entender lo mejor posible lo que está ocurriendo ante nuestros propios «ojos cerrados de par en par», como la película de Kubrick.

Nuevos tiempos góticos

Zdzisław Beksínski: «Aa72», 1972. Historical Museum, Sanon.
«Créanme si les digo —nos aleccionó el guía al introducirnos en el corredor del fondo— que nuestros vampiros hacen kungfu».
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martes, 5 de junio de 2018

Entender lo que pasa


Pedro Sánchez, escrutando los signos que conducen la presidencia del Gobierno.
(Lecturas en voz alta, 95). El tsunami político de la pasada semana aún dará mucho que hablar. Y creará su propia mitología. Ya lo está haciendo.
En tiempos tan enredados y con tanta diversidad de focos como los que vivimos, cada vez es más difícil disponer de información solvente. Y de identificar, sin dificultades, la maledicencia o la tontería. La tendencia, más bien inconsciente, a reforzar los propios prejuicios y la percepción estereotipada de los medios, unidas al bullicio interminable y al cotilleo como caldo habitual de cultivo, dificultan aún más la captación de las «líneas esenciales» de un realidad cada vez más compleja.
Uno tiene a veces la impresión de que se nos hurta lo que está pasando, no tanto por el empeño de los mil y un poderes de hacer prosperar ese descarado eufemismo de la mentira que es la famosa posverdad y sus múltiples máscaras, como por el hecho de que la verdad misma ya sólo es algo viable en aspectos muy personales y en momentos muy contados. Y unos y otros, sin relevancia pública alguna.
Así las cosas, lecturas como las de este artículo, a mitad de camino entre el análisis ejecutado desde el centro del ojo del huracán, por un lado, y la construcción ventajista de un relato, por otro, son experiencias que acaso merezca la pena rumiar para, más allá de los fáciles tópicos inanes, tratar de entender lo mejor posible lo que está ocurriendo ante nuestros propios «ojos cerrados de par en par», como la película de Kubrick.