martes, 4 de febrero de 2014
Déjà vu
Entre los muchos revivals que la nueva (es un decir) temporada política nos está deparando (ley del aborto, mendicidad galopante, brasas nacionalistas...), la penúltima se produjo este fin de semana en el cónclave que el Partido Popular celebró en Valladolid. Allí, la señora De Cospedal se subió al estrado para proponer a sus correligionarios y, sobre todo, a las cámaras y los micrófonos, un novísimo ultimátum: «¡O nosotros o la Nada!», vino a decir la afamada filóloga, capaz de los más ocurrentes zurcidos verbales. No sé si ustedes oyeron, entre el fragor de la mar embravecida y bajo el lento caer de la nieve, la respuesta que se podía percibir rebotando de esquina en esquina a través de un país malherido y exhausto. «¡La nada, la nada!», repetían aquí y allá las masas silenciosas, por fin escarmentadas de lo que en verdad significa ese «nosotros» tan exclusivo y un tanto apocopado (lo que en realidad quiere decir es: «nosotros, los de siempre, los que después de tanta orgía de burbujas, ni capaces somos de devolver los Cascos»). La cosa se iba francamente enredando hasta extremos de no fácil digestión semántica. Pero he aquí que el claro colofón lo puso el Ágrafo Rajoy: rumiando aún la última polémica de la prensa deportiva, tomó el micrófono de clausurar unanimidades y, después de agarrar por la pechera la efigie de Rubalcaba y zarandearla a placer, profirió por lo bajo, a modo de exorcismo (de ahí que no haya constancia sonora), un definitivo: «Es igual, españoless, también somoss nosotross...»
Pues bien, la crónica de estos sucesos, que serían cómicos si no se tradujeran en un rastro real de tragedias cotidianas, ya estaba escrita, y al pie de la letra, en la portada de Hermano Lobo, firmada por Ramón, que se puede ver sobre estas líneas. No sé si se alcanza a discernir la fecha, sobre el título de la revista, pero se la deletreo: 2 de agosto de 1975. Anteayer. Quiero decir: dentro de nada hará ¡cuarenta años! (¿de que nos suena esa cifra?).
Y el caso es que, bucle la vida al fin, recuerdo bien la mañana de un caluroso verano aún franquista cuando, saliendo por la esquina del pasaje Doré a la calle de Atocha, me topé con esta cubierta colgada en el kiosco donde, en días de trabajos más o menos becarios (en concreto, para la revista Creta Agrícola), solía leer los titulares y, si había suerte, comprar algún periódico. Hoy aquel kiosco y la revista han desaparecido. Pero el chiste, maldita la gracia, sigue ahí. ¿Hasta cuándo?
lunes, 3 de febrero de 2014
«La luz se calla», en Madrid
Martes, 4 de febrero, a las 19 h
Casa de Castilla-La Mancha en Madrid
Calle de la Paz, 4
(Más detalles pulsando en la invitación)
domingo, 2 de febrero de 2014
Muerte de poetas
Aún estábamos intentando salir del mes de enero, por ver si los dioses invernales se apiadaban y cesaba tanta muerte de poetas (Gelman, Pacheco, Grande, Ortiz y, a su modo, por libre, París), cuando Febrerillo el Corto, recién nacido, por no ser menos, añadió el nombre de Luis Aragonés. El duelo nacional por «el sabio de Hortaleza» es tan extenso, que resulta difícil no dejarse arrastrar por la marea unánime. Y más complicado aún añadir algo nuevo a las coronas fúnebres que se le dedican por todas partes. Por la mía, mi homenaje al hombre que, junto con Guardiola y Del Bosque, me devolvió el gusto por el fútbol después de muchos años (aunque no estoy muy seguro de que esa sea una buena influencia), consiste en considerar que para hacer posible tantos hermosos espectáculos como la selección española nos ha deparado en los últimos tiempos, tras toda una vida de fracasos y mugre, hizo falta una suerte de energía poética de orfebre: la sabia geometría del tiqui-taca. Y que fue precisamente Luis Aragonés quien, con sus algo toscas pero muy divertidas y eficaces maneras, logró estimular en nuestros jugadores la creencia en la fuerza de esa inspiración. Por eso mismo, el mejor homenaje que los cielos azarosos podrían rendir a Luis, y a los demás poetas muertos, es proporcionarle al Atlético, esta misma tarde, el liderato de la liga. Sería algo así como una jugada de justicia poética ante la que sin duda el genio de Luis asentiría allí donde se encuentre, quién sabe, tal vez una vez más vestido con el chándal de la Roja y dispuesto a la brega sobre los verdes campos del edén.
viernes, 31 de enero de 2014
Moebius, con su banda, a las 13:30
««Nueva York quiere aniquilar a sus cisnes. Fallece el poeta Félix Grande. El régimen sirio arrasa miles de casas para castigar a la oposición. Pedro J. Ramírez dice a su equipo que deja la dirección de El Mundo. «Si ese es su Alá, yo lo maldigo». ¿Para qué evitar la masturbación? Tío, apestas. ¿Y si dejan de llegar inmigrantes? Argentina intenta frenar las subidas de precios. La oposición ucraniana rechaza abandonar los edificios ocupados. «Fue como si me hubiera caído de un rascacielos». Google vende los teléfonos de Motorla a la china Lenovo. El Atlético asalta San Mamés. Kevin Durant vuela sobre el nido de LeBron James. Miles de personas piden que se expulse a Bieber de EE UU. EE UU acusa a Rusia de violar el tratado sobre misiles. La policia quiere que la infanta baje en coche la rampa de los juzgados. Alimentos 100% naturales llenos de química. La recuperación coge fuerza en el último tramo de 2013. Sáenz de Santamaría respalda al PP vasco ante los ataques de la derecha. Escraches con coches y `drones´. Alonso, estreno y parón. Finca Sobreño crianza 2010. Recibir al banco a mano armada. Una década tras J.D. Salinger. El sueño de discutir con Octavio Paz. El presidente de EE UU en busca de la credibilidad perdida. Imputado el director de un colegio por rechazar al hijo de dos gais. Tartaletas de kiwi y fresa. Tuenti pierde 23 millones en sus dos años como filial de Telefonica. El Ejército reorganizará tropas en Euskadi, Aragón y Cataluña....»»
(Tiempo cortado, 30 enero 2014, 13:30)
(Tiempo cortado, 30 enero 2014, 13:30)
miércoles, 29 de enero de 2014
Lago traduce ríos
texto que sentido tenga al exigir
que tenga sentido exigir al texto
que tenga sentido exigir al texto
tenga que exigir al texto sentido
sentido que tenga texto al exigir
[Creo que ya lo he explicado alguna vez, pero lo inventaré de nuevo. Un dado, como el que figura sobre estas líneas, es un artefacto verbal que parte de una frase encontrada por azar (un texto dado), que debe tener seis palabras o caras (parece lógico) y a la que se somete a una serie de tiradas o enunciados (generalmente, con seis envites o múltiplos de esa cifra) para que, de forma más o menos mallarmeana (un coup de dés), pueda mostrarnos que, pese a todas las apariencias y esfuerzos, el azar no puede ser abolido... pero tampoco resulta ingobernable. En el mejor de los casos, la frase, con su giro derviche, engendra algo parecido a un poema. Aunque la mayoría de las veces puede que sólo nos deje entre los dedos un polvillo de alas de mariposa que se resiste a ser disecada.
Este dado sobre el texto y el sentido parte de una frase encontrada en un comentario a la traducción en marcha (in progress) que el escritor Eduardo Lago realiza de Anna Livia Plurabelle, el fragmento más famoso y difundido
de Finnegans Wake, esa obra a través de la cual el fantasma de Joyce no cesa de reírse desde el otro mundo viendo los tremendos esfuerzos con que toda una caterva de bípedos implumes, de ambos sexos, se afana en discernir imposibles encrucijadas verbales. El trabajo de Lago sobre la novela y, en concreto, sobre la enumeración de ríos y larvas de ríos corriendo en todas direcciones que reúne el fragmento citado (hay nombres que señalan destinos), es realmente digno, más que de simple admiración (que también), de auténtico asombro: el que produce darse cuenta de que no sólo hay gente que todavía cree en los milagros sino que es capaz de producirlos (o reproducirlos). Siempre que me he perdido entre las líneas de la traducción de Lago, y en sus jugosos comentarios (por ejemplo, en la quinta entrega), he encontrado alguna pepita de oro. Este dado, entendido en el sentido que señalan las muescas del texto (esto es, como negación, que es como lo formula su autor), quiere ser un pequeño y lúdico homenaje por lo mucho que disfruto cada vez que me doy una vuelta por allí. Por cierto, la aventura va por su octava entrega (fechada en diciembre de 2013) y está alojada en la por tantos motivos muy interesante web de Enrique Vila-Matas.]
En la foto, escultura de Anna Livia Plurabelle en el Cropples Memorial Park de Dublín.
lunes, 27 de enero de 2014
Gracias, marea blanca
La sanidad no se privatiza. Fotografía tomada de eldiario.es. |
El gran triunfo conseguido por los profesionales y trabajadores sanitarios, al forzar al Gobierno de la Comunidad de Madrid a dar marcha atrás en su intento de privatizar seis hospitales madrileños, es una de esas noticias que devuelven la confianza en la capacidad de la razón pública para frenar los desmanes de la codicia privada. Tiempo habrá de valorar la verdadera importancia que este logro puede tener sobre otros problemas y contenciosos en liza, así como de pedir las responsabilidades políticas oportunas. De momento, creo que es de justicia dar las gracias a los profesionales del sector sanitario que, con una resistencia realmente heroica, han conseguido paralizar y revertir un proceso que no sólo era uno de los mayores ataques a lo que queda del estado de bienestar, sino la embestida más seria contra un baluarte que, de haber sido derribado, abocaba a toda la sanidad del país a un peligro cierto. Gracias, marea blanca. El esfuerzo ha merecido la pena. Vuestra resistencia es un ejemplo a seguir.
viernes, 24 de enero de 2014
eXcritura
La escritura se parece mucho al sexo:
el deseo la mueve y la imagina,
le descubre posturas y fronteras
que parecen estar
al borde de la zona respirable
y más allá del horizonte.
le descubre posturas y fronteras
que parecen estar
al borde de la zona respirable
y más allá del horizonte.
Pone en marcha caravanas de dioses
y de cuerpos
sombreados por la misma calígine,
luz dispersa girando
sobre el mar
de la página
y los rostros.
Se inventa descubriendo
sus propios manantiales
y otras fuentes
que deben ser calladas.
Se extravía en los signos
y en los símbolos:
un botón sonrosado, un dulce lóbulo,
la palabra que vale su misterio,
promontorios y abismos insondables.
Alza los velos últimos
del templo oculto en la espesura
y descubre los ojos transparentes
de la pequeña muerte
con que el dios de la dicha
oculta su sonrisa.
Y al igual que el amor –o solo sexo–,
revelación del tiempo irrepetible,
memoria poderosa de la fugacidad de todo paraíso,
la escritura a menudo naufraga en la tristeza.
Imagen tomada de El escondite de las palabras.
Entrada recuperada de los baúles de la Posada.
Primera publicación: 21/07/2009 20:04.
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