Foto: Luis Sevillano. Tomada de elpais
sábado, 2 de junio de 2012
¡Adiós a la Eurocopa?
Gafe, gafe. Entre los retratados está el que puede hacer imposible que España gane la próxima Eurocopa, que a estas alturas parece el único baluarte donde el euro resiste sin grandes quebrantos (aparentes). ¿Una pista?: no viste de azul.
viernes, 1 de junio de 2012
Perspectivas
Como, por ejemplo, el placentero recorrido que les propongo por caminos del fin del mundo de la mano de Luar na Lubre (vídeo bajo estas líneas: mejor si ya lo van pulsando).
El grupo gallego está a punto de desembarcar en Madrid con su nuevo tesoro celta, Mar Maior, una muy inspirada exploración de los rastros que unen el Finisterre con las costas de Irlanda. Actuarán en el Círculo de Bellas Artes del 6 al 9 de junio.
Con revelaciones así, cómo no carcajearse de la prima de riesgo y de sus zopilotes.
Como siempre, todo suele ser cuestión de perspectivas.
Imagen: Composición fotográfica del choque de la Vía Láctea y Andrómeda.
NASA-El País.
sábado, 26 de mayo de 2012
Vuelos
Una tarde prodigiosa de mayo. La caída del sol sobre la laguna salobre llamada Mar Menor. El sonido de un punto de luz en el cielo que no tarda en revelarse como un avión dispuesto a tomar tierra en el cercano aeropuerto de San Javier. La impericia del cámara sorprendido en un oficio inesperado. Y el milagro del segundo 35:00. Imágenes así anidan en la mente y desembocan en recuerdos brillantes. A veces incluso son el germen de un poema. Los nuevos artilugios y su sencillo manejo vuelven fácil apresar emociones visuales y expresarlas. Y, aunque solo sea por un instante de tiempo compartido, alimentan la ilusión de volar juntos. Es el primer vídeo propio que cuelgo en la Posada. Disculpen el temblor.
jueves, 24 de mayo de 2012
Tendil
Panorámica del Mar Menor. © AJR, 2012 |
Este poema carece de intenciones.
No busca ni desea lectores gratuitos.
No implora en el mercado su ración de tristeza.
No admite condolencias ni aguanta carantoñas.
Este poema tiene voluntad propia.
(Y una extraña tendencia a la asonancia.)
Desafía el recuerdo que quiere reducirlo.
Lucha sobre la raya misma del sinsentido.
Retrocede si alguno de sus huesos suena a hueco.
Y después de ponerse derecha la corbata,
este poema escupe limpiamente
lo que sobra.
Y se calla.
Definitivamente, no sé qué hacer con él.
Tal vez lo mejor sea
dejarlo.
A ver si aprende quién...
¿quién manda aquí?
(«I wonder what an 'intention' means», T. S. Eliot, cit. por M. Oakeshott, cit. por J. A. Valente, Diario anónimo, 44.)
lunes, 21 de mayo de 2012
Inenarrable FFG
No sé bien por qué este vídeo en el que Fernando Fernán Gómez recuerda su participación en El espíritu de la colmena logra, siempre que lo veo (y lo hago a menudo), alegrarme el día.
Anda perdido por algún rincón privado de la Posada, y es posible que de extranjis algún huésped veterano ya lo conozca. Pero creo que merece ser proyectado en primer plano. A ver si entre todos los adictos averiguamos algún detalle significativo capaz de resumir el gozo.
*******
Estas pistas son citas, creo que literales, de lo que FFG dice en la pieza (por si alguien no dispone de algo más 10 minutos).
«Me encontraba donde nos solemos encontrar los actores casi siempre...: esperando trabajo.
»No entendí nada... No solo no entendí el desarrollo de la historia, sino que no entendí tampoco bien mi personaje...
»Decidí decir la verdad...
»... Y que no necesita él para nada que lo entiendas tú...
»... Uno de los trabajos más importantes que he hecho y, sin embargo, vista la película mi trabajo tiene muy poca importancia... Una de las cuatro o cinco [películas] más importantes que me ha tocado en suerte.
»... Para un público posterior, que entonces era inexistente.
»Una profunda sinceridad.
»Yo no sé cuál es el espíritu de la colmena, no es que no sepa lo que quiere decir ese título, es que ni siquiera sé a qué se refiere el espíritu de la colmena... Este no saber, percibir solo de la película su belleza, su poesía, es lo que le da su singularidad.
»No saber lo que estaba sucediendo... sabía lo que estaba sucediendo, pero no sabía para qué.
»Lo que había conseguido hacer Erice es eso tan difícil que puede considerarse cine poético.
»La enorme seguridad con que se atrevió el director...
»Uno de los escasísimos ejemplos en que el director de cine ha conseguido, no con la palabra sino con la imagen, hacer poesía...»
domingo, 20 de mayo de 2012
sábado, 19 de mayo de 2012
Deriva (o avired*)
Christine Keeler en 1963, foto de Lewis Morley. Victoria and Albert Museum. |
Que los medios de comunicación (mass media) eran extensiones de nuestros sentidos ya nos lo temíamos. Ahora empieza a tomar cuerpo la especie de que la red y su nube y su futura constelación en trance de crear un universo paralelo (o muchos: ¿para lelos?) y en expansión continua son una prolongación de nuestro sistema neuronal, el estallido sináptico de mil burbujas brujeriles por segundo sometido a la catarata imparable de la gota cayendo en la clepsidra y a la sospecha previsible de lo duro que es vivir. Un ejemplo: ¿quién le manda a usted tener memoria propia? En la noticia del atentado de tintes mafiosos contra un instituto italiano que hoy repican todos los medios, el ojo de la mente se queda detenido en un nombre: Francesco Profumo, el actual ministro de Educación italiano, de cuyo apellido surge imparable el aroma de una historia que permanecía oculta en algún pliegue cerebral desde quién sabe cuándo o cuánto (los cuántos cuándos, ¡tiene bemoles!) y que ahora se estira, alza el cuello, revive y por la propia red nadaletea y se hace dueña, no solo de la fachada de este muro, sino de una parte crucial de la mañana que acaba por revelar lo azarosa que es toda insistencia en la existencia, y lo difícil que resulta salirse de la vía franca que los tópicos jalonan como una calzada que siempre conduce —a dónde si no— al mismo sitio. Sea éste o ese, ubicuo lugar, el que usted, perplejo, morboso o solo hipócrita e improbable lector, está maquinando, quién sabe, acaso en trance de cogitar por cuenta propia. Que el ojo salve lo que el día nos niega.
* Avired o avirred: ansia, codicia cibernáutica; tendencia al consumo compulsivo de contenidos en internet.
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