sábado, 17 de marzo de 2012

Reflejos

«El instante decisivo».
Fotografía de Cartier-Bresson, 1932.

Alla
odnof fondo
deed
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YOSOYEVAYAVEYOSOY 
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YOSOYODIOSOIDOYOSOY
YOSOY
*

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setnaeuqobboqueantes 
omoccomo
 pecessecep
somrefneenfermos.


Palíndromos ilustrados (5).

viernes, 16 de marzo de 2012

Adiós a la Británica


El pasado 14 de marzo de 2012, con el anuncio de la desaparición de la edición en papel de la Enciclopedia Británica, bien puede decirse que ha llegado a su fin la llamada Edad Contemporánea, ese periodo que según los antiguos manuales de historia iba desde la Revolución Francesa (1789) «hasta nuestros días».

El empeño de la Enciclopedia francesa, con su colosal esfuerzo por desterrar con la luz de la razón el poder opresivo del oscurantismo, tuvo en la caída del Antiguo Régimen su máximo logro. La Británica, junto con la Universalis francesa, ha venido siendo la más valiosa heredera de ese afán enciclopédico e ilustrado de poner el saber de forma ordenada al alcance de todos.  No es exagerado decir que el mundo contemporáneo, tal como lo hemos conocido hasta ahora, es hijo del espíritu de la tinta, es decir, de la divulgación de los conocimientos humanos por medios capaces de hacerlos accesibles al «público general».

Está claro que esa virtualidad no se cierra con la desaparición de las enciclopedias en papel, todo un tótem cultural cuya sombra acogedora se plantaba hasta hace poco en los hogares como símbolo ilustrado. Pero lo que está viniendo después, la ya emergente sociedad wikipédica y twitterizada, sin duda será, está siendo ya, otra historia.

Aunque sigamos atentos a las pantallas e incluso hiperactivos a uno y otro lado de ellas, esta desaparición de la Británica del ancho mar del papel impreso marca un hito. Me parece que somos muchos los que no podemos evitar sentir  que algo así como una bruma melancólica se va apoderando de nuestro ánimo. Y, siendo conscientes de lo mucho que aún queda por hacer (ojalá), también hemos empezado a sentirnos un poco póstumos.

Así lo cuentan los espídicos muchachos del SourceFed Channel:


  

jueves, 15 de marzo de 2012

El Athletic, esa emoción


La emoción del fútbol, más que la de ningún otro deporte (aunque haya otros de mayor plasticidad y belleza), tiene estas cosas: no sabes por qué pero te llena de una alegría que parece infinita. Infinita y acaso deleznable, por lo gratuita o injustificada e incluso intempestiva. Desde que tengo uso de razón, el Athletic es mi club, una afición que heredé directamente de mi padre, y es de él de quien hoy más me he acordado en esta noche memorable. Es la mía una afición que ha superado vicisitudes y confusiones, incluidas las políticas, largas travesías del desierto, incluso algún que otro periodo bostezante..., por no hablar de esas miradas conmiserativas que en más de una ocasión ha habido que soportar de los hinchas de los equipos «grandes» (ya sé que volveremos a vivirlas). En fin, unas sensaciones que, al ver hoy el espectáculo incomparable de San Mamés, me han llevado de lleno a las mismas emociones de aquellos años, mediada la década de los sesenta del pasado siglo, en los que soñaba  con los goles de Fidel Uriarte (¡también él metió una vez 5!), las paradas y el saber estar  de José Ángel Iríbar, la elegancia de Chechu (o Txetxu) Rojo, apellido este último que era también el de Antonio de Rojo, el añorado cronista del Carrusel deportivo que daba noticia de los goles desde «la Catedral» y sobre el que ya he contado aquí alguna anécdota personal. Precisamente en la Cadena Ser oigo al gran Forges recordando una alineación mítica del club (Carmelo, Orúe, Garay, Canito...), que también yo me sé de memoria. En su buen sentido me amparo para disfrutar aún más de estos momentos.
¡Aúpa Athletic!
.
Los «leones» de mi infancia
en cromos que yo también coleccioné:
imágenes desvaídas en la pantalla
pero frescas en la memoria.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Kony 2012: ¿una infoxicación?

César González Delgado, Instante (1979).

Pónganse en guardia, lo que sigue tal vez forme parte de una infoxicación, palabra que la Fundéu acaba de recomendar como adecuada para designar la «sobrecarga informativa» a que estamos sometidos. El vídeo meme que figura bajo estas líneas (es probable que ya lo conozcan o al menos habrán oído algún rumor sobre él) tiene  una corta pero dilatada historia por detrás. Dentro de un mes será ya un clásico de la tecnología informativa, tan olvidado como remoto. En 30 mememinutos pueden ocurrir muchas cosas, muchos nacimientos y muertes, sería fácil calcularlo, pero las cifras ya son solo cifras, la vida está en otra parte...

Lo comparto no sin dudas, memenudas dudas, podría decir. Porque lo cierto es que mememe parece que hace pensar (naturalmemente, dudas incluidas). Y meme lleva a preguntarme: si hubiera estado escuchando la radio cuando el famoso programa de Orson Welles sobre la invasión marciana de la Tierra, ¿hubiera llamado a mis amigos para comementárselo?  No está muy claro, sin embargo, que las situaciones sean comparables, salvo por ese incondicionado temblor de la novedad que nos lleva a considerar el estallido del instante como una descarga atómica.

Pero coherencia (o decoro) obliga: lo memejor será convertirlo en una nueva entrega de la serie de palíndromos ilustrados.
Que algo tiene que ver.
Mememe parece.


A mi "MEME" me mima:
«Kony, no K»


[AJR, 5:13 - 3:7] Palíndromos ilustrados (3). 

lunes, 12 de marzo de 2012

Solpor


Imagina que en el momento último
cuando ya no es posible ningún aplazamiento
ni hay coartadas ni sueños ni deslices balsámicos
que puedan socorrerte
tienes que elegir una
y solo una
palabra
para
morir en paz.

¿De qué sirve pensarlo?
De nada, quién lo duda.
Pero puedes pensarlo.
No lo olvides.

Porque tampoco tiene ningún significado
especial esa luz violenta
de sangre derramada
y belleza infinita
con la que el sol
se despide
cada tarde.


Fotografía:  Óculo del palacio de Diocleciano, Split (Croacia). © AJR, 2011.


jueves, 8 de marzo de 2012

Del dicho al hecho


Yerno con rey


(Viñeta de El Roto, en El país, 7 marzo 2012)

[FIL, 3, 11] Palíndromos ilustrados (2).



martes, 6 de marzo de 2012

Una vieja guía nueva


Con mis disculpas previas por el indudable cariz publicitario de esta entrada, es un placer comentaros que acaba de llegar a mis manos, envuelta en el siempre agradable olor de la tinta impresa, la nueva edición (ya la 9ª) de la Guía Total de Castilla y León, publicada por Anaya Touring y de cuyos textos soy el principal autor, si bien una obra de estas características siempre es fruto de un amplio equipo.

Al buen quehacer editorial ya habitual de la editora Mercedes de Castro, en esta ocasión se ha sumado el excelente trabajo de Javier Muñoz: a ambos y al grupo de profesionales de Anaya Touring hay que atribuir todo el mérito del cuidado de la edición.

Esta guía,  mi preferida entre cuantas he realizado para Anaya Touring, es  una vieja cita que desde su primera salida, en 1993, hemos ido actualizando tanto desde el punto informativo como gráfico. Ello nos ha obligado a  recoger y valorar, en las sucesivas ediciones, cuantas novedades se han ido produciendo en el patrimonio artístico y museístico, así como en el urbanismo y en la vida cultural y festiva de los pueblos y ciudades de la más extensa de las comunidades autónomas, también la de mayor riqueza monumental.

Son algo más de 500 páginas de apretada información  ilustradas con numerosos mapas, planos, plantas de monumentos y una amplia selección de fotografías, a las que hay que añadir 70 páginas más con informaciones prácticas sobre alojamientos, restaurantes, comercios y otros lugares de interés.

Reproduzco a continuación el texto preliminar que he escrito especialmente para esta edición dando cuenta de algunas de las novedades incluidas. Ojalá que la obra siga gozando del favor del público.

Castilla y León: un viejo rostro nuevo 
El balance de tres décadas de autonomía en Castilla y León ofrece valoraciones discrepantes según los aspectos que se contemplen. Así, mientras unos ponen el acento en constatar la mejora del nivel medio de vida de la población, otros subrayan el despilfarro de recursos que la inflación burocrática parece implicar. Hay quienes ponen de relieve la modernización de los núcleos rurales o el nuevo empuje de las ciudades intensamente remozadas, pero también abundan los lamentos por el deterioro o incluso la destrucción de algunos entornos naturales bajo la presión de la misma fiebre del ladrillo que está marcando la historia reciente de España.