De nuevo en la corriente
de la vida que sigue
fluyendo y nunca vuelve
sobre sus propios pasos.
Palabras por sorpresa
para cerrar los ojos
de las fieras, los ojos
que no descansan nunca.
Y de nuevo el embrujo
de la mañana, el humo,
la lejanía, el polvo.
Y la cinta de seda
de la noche que vuelve
sobre mis propios pasos.
(Sobre la línea en sombra
del horizonte flota
el cadáver del cielo.)
.
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