Mural en un comercio del barrio de Prosperidad. AJR, 2014 |
¿A dónde van las horas robadas? ¿De dónde salen las horas añadidas?
Por si no fuera bastante lío el tiempo en sí —¡el tiempo en sí!—, los que tienen en sus manos la manija se empeñan en demostrarnos que pueden manejarlo a su antojo.
Más allá de las nunca demostradas razones de eficiencia, no es descabellado pensar que el motivo principal de los cambios horarios estacionales sea una mera, reiterada, contundente exhibición de poder.
Alguien nos quiere hacer saber que "ellos" están ahí y, como Cronos, en cualquiera de sus reencarnaciones, pueden devorarnos.
Pero, aunque nuestros sentidos ya algo fatigados lo sufran, es tarea inútil.
El Sol y, sobre todo, la Luna —¡menuda es ella!— seguirán a su ritmo.
Y en la plenitud de la noche y en la sospecha del amanecer, seguiremos sintiendo que lo que de verdad nos importa no está al alcance de ningún instrumento de tortura.
Reloj modelo «corte de mangas». Gif tomado de acá. |
(Tiempo des/contado, 29.03.17; 11:05)
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