domingo, 9 de noviembre de 2014

Rácano nácar


Al volver sobre sus pasos,  mientras contemplaba el abismo sin fin de su morada, la Ostra comprendió que su perla no era otra cosa que la apoteosis de un círculo vicioso.

4 comentarios:

Antonio del Camino dijo...

Atinada voz capicúa, y atinada reflexión: muy oportuna.

Un abrazo.

Alfredo J Ramos dijo...

Gracias, Antonio. Y otro abrazo.

virgi dijo...

Lúcida observación, la única pega es que la palabrá "nácar" me encanta (así como lo que representa), no así "rácano".
Contradicciones de la vida ;) que logras resolver con tu ingenio particular.
Besos y aplausos

Alfredo J Ramos dijo...

Veo algunas ventajas en tu amable pega, Virgi: pone el dedo en la llaga de la contradicción. Esos aerolitos reversibles y bumeranes que son los palíndromos vuelan hacia donde menos se les espera y aterrizan donde quieren. Por eso son capaces de combinar en un solo movimiento impresiones tan distantes. Si bien se mira, el verdadero ingenio lo ponen ellos. Los testigos nos limitamos a intentar constatarlo. Gracias por tu atención, por los aplausos y, sobre todo, por los besos ;).