domingo, 7 de abril de 2013
Blancos
solo el poema
puede decirte
lo que no sabes
esa es la ciencia
seguir el rastro
de una palabra
aún no nacida
que se presiente
como un chasquido
un rumor leve
entre los pliegues
de la mañana
bola de aire
que va, que viene
que viene y va
marcando un surco
desde el cerebro
al corazón
y luego vuelve
del corazón
hacia el cerebro
un rumor leve
entre los pliegues
de la hora tercia
mientras prosigue
el traqueteo
del tren que cruza
vastas llanuras
árboles móviles
cruces al fondo
las cresterías
tal vez nevadas
de las montañas
un rumor leve
entre los pliegues
del mediodía
el dolor justo
de lo que falta
y el viejo instinto
que te conduce
hacia las grutas
en las que viven
la criaturas
aún no nacidas
y sus cenizas
un rumor leve
entre los pliegues
del meridiano
todo lo miden
polvo en la luz
estas palabras
hojas caídas
que el viento arrastra
hacia el poema...
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3 comentarios:
El poema define lo que intuyo / antes de rastrear por el poema, decía yo en un soneto ya lejano. Con el mismo mensaje (visto desde el otro lado del espejo) nos envuelves en este "Blancos" que tan bien fluye y define el hecho creador. El ritmo sincopado del pentasílabo agiliza la música y funde forma y fondo en perfecta sincronía.
¿Hace falta decir que me ha encantado?
Abrazos.
El viento lleva y trae las palabras, tal como la vida nos lleva de un sitio a otro.
Me ha parecido precioso, un abrazo
Gracias, Antonio, Virgi, por la permanente complicidad.
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